jueves, 14 de noviembre de 2013

Ambos lados son lo mismo... ¡Vida!

Tristeza sí, sino puedes evitarla, y lágrimas, pues la función de los ojos es llorar. ¡Pena no! No debes sentir pena pues ella acrecienta la situación que lamentas. Y no hay razón para ello...

¿Adiós?. ¿Qué adiós?... Cierto que parece dormida, y cuando salga de casa ya no la verás. Pero ello no significa lo que crees, o has creído siempre. También la mayoría de los que te rodean hoy. No hay pérdida, no hay muerte. ¡Sigue ahí!

Como seguirá la silla en la que se sentaba, o la ropa que tantas veces vistió, o la taza en la que desayunaba, o sus zapatillas de casa... ¡Cierto! Todo eso seguirá mientras quieras conservarlo, pero no tiene mayor relevancia. Será tu deseo. No el suyo. Eso es todo. Nada que ver con ella realmente. Con su esencia, con lo que siempre ha sido y será. Con esa realidad suya, y también tuya, que en lo que llamamos mundo no se percibe con claridad. Ella ya sí!...

De ahí la frase de Jesús a sus discípulos: “Estáis en el mundo pero no sois del mundo”.

12 comentarios:

Luján Fraix dijo...

Hola Carlos
Vengo del blog de MariCarmen, una amiga y veo también aquí a María Jesús otra amiga desde hace mucho tiempo.
Tus pensamientos profundos llegan al alma y nos dejan claros mensajes de cómo sobreponernos a lo inevitable. Yo soy llorona, me hace bien... La esencia de las personas permanecerá por siempre entre nosotros. Así lo siento.

Me quedo por acá.

Te dejo la dirección de mi blog principal por si quieres visitarme.

lujanfraix.blogspot.com

Un beso

MariCarmenblogs.com dijo...

Hola Carlos, me uno a María de Jesús y Luján, para decirte que llorar hace bien es un desahogo del alma, es un lavatorio interno y para quienes tenemos fe, es una esperanza en algo mejor, no somos eternos, tampoco in modificables, nos amoldamos según las circunstancias y el amor nos hace fuertes. Debemos pensar en el descanso y la paz que nos conduce a la eternidad. Es allí dónde están los seres buenos que amamos y la esperanza es de reencontrarlos.

Un fuerte abrazo, amigo.

stella dijo...

Carlos, no sabes como me ha llegado tu reflexión, yo tambien tengo la certezade que es así, siguen en nosotros, con nosotros mientras queramos, te felycito, un abrazo t gracias po tu paso por mi blog
Stella

trimbolera dijo...

Somos como una familia, nos encontramos en los sitios bonitos para celebrar que tenemos un nuevo amigo. Después puede pasar, como en todas las familias, que no nos de tiempo a pasar por todas las casas, pero sabemos que ESTAMOS AQUÍ y sentimos esa compañía siempre presente.

Luján Fraix dijo...

Hola Carlos
Gracias por tomarte el tiempito para visitarme en mi blog donde no solamente tengo poemas sino también lecturas, reflexiones, biografías de mujeres célebres, etc.

Desde ya estas invitado cuando quieras, es un honor para mi, me encanta conocer nuevos amigos porque como dice trimbolera somos una gran familia.

Gracias por seguirme también en mi sitio de novelas.

Un beso grande.
Nos seguimos leyendo o comentando cuando tú puedas y yo también porque a veces no me alcanza el tiempo.

Cariños

AMALIA dijo...

Una profunda reflexión la que haces.

Me parece muy bonito leerte.

Muchas gracias. Será un placer quedarme por aquí.

Un abrazo.

Meulen dijo...

Todo sucede a veces rápido, otras es un lento peregrinar
un lento acompañar en ese paso final
que lo que ella recibió de seguro fue la oportunidad que tuvieron sus amores de bien entregarse, saber darse en función de uno mismo primero y después de devolver en algo lo que la vida misma nos dió ella en su vida cuando estuvo preparada y super clara de su rol y sobretodo de su amor...

Sara O. Durán dijo...

Los ojos son las válvulas del alma, cuando ya no puede más. Llorar es cuando esa misma alma se mete a bañar, queda renovada y reluciente. Más bella. Y llorar es la única forma que yo conozco, como mujer, para ir asimilando las tristezas.
Si yo educara varones, les enseñaría a llorar con toda la libertad del mundo, les diría los chicos si lloran y deben hacerlo.
Abrazo!

Lola dijo...

No importa ser hombre si se tiene que llorar, eso de “Los hombres no lloran” son cosas de antes, el sentimiento no tiene sexo, cuando hay que llorar se llora, hace bien al alma, y también al cuerpo. Un post precioso.

Anónimo dijo...

Hola Carlos.
Paso del blog de Ana.
Las cosas ocurren, solo ocurren, no me hago más preguntas, cuando el discípulo está preparado el amestro aparece.
Hoy he encontrado puntos que han despertado cosas olvidadas, el Amado, como llamo a la energía creadora de todo lo que es y existe, de la que todos y todo formamos parte, me ha permitido ver, esos puntos que precisamente en este instante me son necesarios,por medio de, Ana, Lola y tú, con vuestras letras me ha otorgado parte de lo que hoy me era necesario, con tu permiso me quedo.
Gracias unabrazo.
Ambar

María dijo...

Hay personas que les cuesta llorar, en cambio, otras, como yo, las lágrimas enseguida se me escapan sin querer, pero de todas formas, siempre que lloro me siento desahogada, y mucho mejor.

Me encanta leerte, gracias por hacernos reflexionar.

Un beso.

Te de Ternura dijo...

ERNESTO, ERNESTO QUERIDO...siempre adelante... tu ya lo descubriste hace tiempo :)))