miércoles, 19 de febrero de 2014

El semáforo...

Parado en la acera en compañía de mi amiga Idoia, esperando que el semáforo se pusiese en verde para cruzar la calle, me dijo: “Para lo que parece estar pasándote hay un antídoto muy fuerte, y añadió: el perdón.”

Acabábamos de salir de una cafetería en la que le comentaba como nuestra vida profesional y económica se estaba yendo al traste. Esto sucedía hace algo más de 20 años.

Mientras cruzábamos la calle fui consciente de que esa familia de amigos, antaño, en aquel momento representaban la mayor animadversión que pudiera sentir hacia alguien, y no porque fuesen responsables de nada de lo que nos sucedía, en absoluto. No eran conscientes de ello... Hacían su vida totalmente al margen de mí y mis sentimientos. Y sin embargo yo les tenía presentes a menudo... Y pensé: ¿Qué estoy haciendo cargando con semejante absurdo?

Cuando llegamos a la otra acera sin haber dicho una palabra más, me despedí, no sin cierta alegría interior ya, e iniciando mi camino ¡perdoné!

Perdoné a cada miembro de aquel grupo con una satisfacción que no había sentido antes. Me liberé totalmente de aquella carga que, sin ser consciente, había creado yo solo.

¡Perdoné!... Y noté, hasta físicamente, como se liberaban pesos de mi espalda.

Desde entonces no he dejado de practicar el perdón. Perdón por lo pequeño y lo grande. Por lo que parece dejar huella y lo que no. Perdono todo lo que deba ser perdonado...

Aquella tarde no pude expresarles amor... No sabría como hacerlo, y dudo que de saberlo lo hubiese hecho. Pero el paso estaba dado. Después llegó la oración y la bendición. Herramientas todas ellas que, utilizándolas, construyes tu vida tú... En vez de dejar que los otros o los acontecimientos lo hagan por ti.

Este texto guarda relación con las palabras de mi amiga Chusa, quien asegura y con razón que: “Hablas de dar Perdón y Amor con mayúsculas, palabras fáciles de decir y difíciles de cumplir.”

Y sí, lo afirmo, tiene razón. Fáciles y difíciles... Pero la dificultad querida amiga está en uno mismo. Y por ello también la solución.

_______________._______________

YO SOY la Resurrección y la Vida de todo bien en mi corriente de vida.
_______________._______________

26 comentarios:

ana dijo...

Magnífica y autentica entrada Ernesto. El perdón es un verdadero regalo que nos hacemos, porque a quién beneficia es a nosotros, la otra persona vive al margen de lo que nosotros sentimos y quien lo pasa mal y arrastra ese lastre somos nosotros, por eso cuando sentimos dentro de nosotros esa semillita del perdón, nos llega la felicidad. Un abrazo

Marinel dijo...

Mira, aquí sí que puedo decirte alegre y feliz que soy de perdonar fácil y de pedir perdón; también.
No soporto el rencor acumulado e inventado tantas veces como bien dices!
Así que nada mejor que la auto liberación o la liberación ajena si has cometido falta alguna.
Me hace sentir infinitamente mejor, desde luego, ser así.
Besos.

Anónimo dijo...

Hola Ernesto.
Muy profundas y ciertas tus palabras, el perdón es una fuerza mayor, que remedia muchos males.
Y aligera nuestro equipaje en esta tierra por donde nos toca caminar, hasta ser llamados de vuelta al hogar, te dejo esos dos enlaces por si te interesa mirarlos.
Un abrazo
Ambar

http://youtu.be/DhPWvDkU_7k Hooponopono, golosinas para el alma.

mariarosa dijo...

El perdón al primero que beneficia es al que lo da.

Quedarnos con enojo contra alguien nos hace sentir mal y seguramente aquella persona contra la que guardamos furia... ni está enterada.

Claro que no es fácil perdonar, necesita, a veces su tiempo.

Un saludo.

mariarosa

Unknown dijo...

Quise comentar temprano y no pude.
Hace mucho, mucho tiempo aprendí primero a perdonarme a mí misma y luego a perdonar a los demás. Desde mi corazón puedo decirte que el perdón ya no es un problema para mí. Serán los años ...
Un abrazo gigante.
¡FELIZ DIA !!

Entre palmeras... dijo...

Sabes Ernesto, tus palabras tan profundas me hacen mucho bien, muchas veces me cuestionan hasta los más cercanos y me dicen que soy de las que tropieza mil veces con la misma piedra por ser tan confiada y tan dada al cariño y sabes que, no me importa si con cada caída me doy cuenta que el daño solamente queda en la piel y nunca en el corazón.
Jesús entregó mucho más que nosotros, sufrió mucho más que nosotros y en su pleno martirio dijo:
Perdónalos padre, no saben lo que hacen.

Abrazos muchos

Patty dijo...

Encontré esta frase...

"Perdona al que le duele haberte hecho algún daño"

Muy real.... muchas veces a nosotros no nos duele tanto como al que algún daño nos hizo y esa persona, créeme que la pasa mal cuando nos recuerda... un abrazo Ernesto :*

CRISTINA dijo...

No sabemos la herramienta tan importante que es el perdón, pero más aun. Más importantes es perdonarnos a nosotros mismos, y cuando damos perdón también nos sanamos nosotros. El perdón, es una expresión de amor hacia nosotros y hacia los de más.
Ernesto, me gusto esta entrada.
Un abrazo.

Sneyder C. dijo...

Hola Ernesto.
Perdonar una hermosa palabra que aleja el odio y el rencor, perdonar es un sentimiento que nos libera. Si no somos capaces de superar situaciones que nos han dolido lo mejor es dejarlo, puede que en algún momento nos enfrentemos a ellos y tengamos la fuerza la convicción y la humildad para perdonar…
Me ha encantado tu entrada.

Un cálido abrazo

AMALIA dijo...

Querido amigo Ernesto, tu entrada me parece espléndida.

Perdonar te hace sentir liberado. Siempre me ha parecido hermoso saber perdonar.

Un fuerte abrazo.

YoSueño dijo...

Hay que saber perdonar desde el corazón,pero también tenemos que aprender a perdonarnos a nosotros mismos, es muy importante. Un ABRAZO

Mari-Pi-R dijo...

No es fácil perdonar cuando se es rencoroso, no lo soy, pero bien conozco este tema en ciertas personas, creo que hay que perdonar para vivir de lo contrario vives enemistado con medio planeta.
Tu reflexión de hoy muy sincera.
Un abrazo.

chusa dijo...

Hola Ernesto. Ay qué ver lo que da de sì el tiempo de un semáforo jaja, suficiente para la reflexión y el inicio de un cambio... imagino que es una imagen alegórica tu anécdota de hoy, en cualquier caso, pienso que tu reino no es de este mundo jeje

Para poder realizar ese cambio interior hay que desearlo, tù dices que la solución está en uno mismo, algo asì como "Todo cuanto necesitas está en ti" ( Fu Chang). Estoy pensando en quién debo perdonar pero no recuerdo ofensas graves ni odios... seguiré pensando, creo que no soy nada rencorosa o tal vez no tengo buena memoria...

Me gustan los comentarios de tus seguidoras tan en sintonìa con tu doctrina. Solo que en la vida real, lamentablemente, no abunda tanta bondad.
Un abrazo grande querido Ernesto y gracias por intentar transmitirnos esa positividad

Ernesto.. dijo...

Mi querida Chusa, toda una caja de sorpresas y matices... El título que citas lo he leído varias veces. Un regalo de sabiduría. Y además es cierto.

No, no es una imagen el relato, es real. Existen Idoia, el semáforo, el paso de peatones, la otra acera, los amigos de antaño, el perdón, la liberación, etc. Todo real amiga mía, todo tal como sucedió.

A veces no se desea cambiar... Pero el cambio surge, o por lo menos la necesidad del mismo. Y no precisamente al principio por razones elevadas. Sino más bien porque el mundo que conoces se derrumba. Y esto, el derrumbe, lo que yo no quería y nadie quiere, a la larga descubres que era un bendición.

Gracias por tu gran abrazo querida amiga, sé que sale del corazón.

Me has hecho releer mi entrada con tu comentario sobre la bondad. ¿Dónde hablo yo de bondad? Los hechos están basados en la necesidad y en la liberación propias. Cierto que va ligada a la de otros, pero en principio ello es secundario.

No hay “santo”, tampoco hay doctrina. ¡Qué doctrina podría haber amiga mía si yo no tengo ni sigo ninguna!

Como verás tus palabras nunca dejan indiferente...

¡Doctrina! ¡Religión!

“No os he preparado para recibir el credo de una nueva fe basada en un sistema analizable y desmontable. Os anuncio la percepción de la Esencia única, porque más allá de la dualidad de las conciencias y de las palabras, todo está unido.

Así que, os pido, cuando habléis en memoria mía, no erijáis ninguna religión... Vuestro mundo ya ha tenido tantas. Todas son la sombra de sus dogmas como ciudades tras sus murallas.

Comprended mis palabras, Hermanos míos. No enraicéis nunca la verdad del Padre en los corazones humanos. Dejadla enraizarse ella sola porque sólo sabríais manejar fuerza e ilusión.

No les habléis de mí... sino de mi corazón que duerme en ellos. Enseñadles a tener ganas de amar... eso es todo lo que os pide el Padre”. Jesús a sus discípulos después de la “resurrección”. Según la memoria del tiempo relatada en: Memoria de Esenio, La otra cara de Jesús.

Gracias a ti por tus palabras Chusa. Expresan más de lo que dicen...

MariCarmenblogs.com dijo...

Me he quedado pensando y ciertamente al perdonar, somos nosotros liberados de nuestras cargas. Beneficiados en tranquilidad podemos reiniciar, muchas veces lo mejor es comenzar de cero, así vamos a construir nuestra liberación.

Muchas gracias, me ha gustado mucho!

Un fuerte abrazo.

seijastiina dijo...

Mielenkiintoinen teksti kuvan kera.
Kaikkea hyvää sinulle.

Marina-Emer dijo...

...Pero el relato es muy entendido pero una cosa es predicar y otra dar trigo ....yo estoy harta de perdonar y a mi aun no me lo han pedido y me han hecho mucho daño ...gracias por tu visita me hizo tanto bien que me lo pense dos veces
Un abrazo
Marina

chusa dijo...

Hola Ernesto. Te admiro más si cabe si lo que cuentas son tus vivencias. Cuando digo con humor que “tu reino no es de este mundo” me refiero a que en la vida de todos los días no es fácil encontrar a personas como tú capaces de dominar y descartar los impulsos humanos de odio, rencores, envidias, celos... y optar por el Perdón,(yo no encontré). Y esa capacidad de perdonar por encima de todas las ofensas es para mí “bondad”, entendida como inclinación a hacer el bien.
Veo que me expliqué mal en mi afàn de autenticidad y así, leyendo los interesantes comentarios de tus lectoras, me congratulaba con ellas por su completa sintonía con tu pensamiento positivo, tu "doctrina", entendida ésta como enseñanzas, sabidurìa, no estaba hablando de santos, sectas o religiones.

Personalmente sigo diciendo que es un camino largo y difícil, estoy pensando por ej. en las grandes injusticias, falsedades y arribismos con que nos tropezamos cotidianamente, perdonar es un don que no he alcanzado todavía( o quizàs lo confunda con "olvidar"). De ahí mi sorpresa del semáforo.

Perdona si mis palabras han ofendido, no era esa mi intención.

Un abrazo de buenos días, amigo meditabundo. Gracias por tu coment.al mìo y sigue esparciendo semillas de Amor y Perdòn.

Ernesto.. dijo...

Hola Chusa, no hay nada que disculpar. Hablamos con el corazón en la mano. Si acaso algún pequeño matiz que, en persona, acarrearía risas.

Maticemos brevemente...

-Lo del reino estuvo muy bien. Así lo entendimos todos sonriendo.
-Personas como yo las hay a “patadas” amiga mía. Pues tropezar y caer lo hago como cualquiera, y en la vida de todos los días. Lo que también hago, es que según estoy cayendo soy consciente de la caída y, en ocasiones, rectifico antes de tocar suelo. Estas son las lecciones que la vida nos pone delante.
-He de reconocer también que en este conocimiento de vida, ayer no lo tenía, ofensas llegan pocas. La vida fluye con sencillez...
-Claro que no nombraste ninguna de esas palabras, santo, secta o religiones. Lo hice yo por introducir alguna cita. Aquí mis disculpas por la posible confusión Chusa.

Un gran abrazo de buenas tardes amiga mía. No cabe duda que analizas las cosas que llegan hasta a ti...

Te de Ternura dijo...

DAR, DAR sin ESPERAR; lleva su tiempo, pero es gratificante.
CHIQUITO disfruta del finde :)))

Lola dijo...

No es difícil perdonar, una vez me dijiste eso en un escrito mío que se refería a mi padre. Y si amigo perdone hace mucho, y cada vez que dé el escribo vuelvo a perdonarle, y me gustaría que el también perdonase mi rencor en otro tiempo, y que me hizo volver a quererle a solas.
Yo pido perdón hasta por las cosas que hacen los demás y a mí me hacen daño aunque sea de lejos, siempre digo que la vida es hermosa y el perdón un camino necesario a seguir, y todo porque después del perdón me siento mejor ¿será egoísmo?
Bueno amigo Ernesto, que pases un fin de semana estupendo, ya ves que hoy está el da soleado en Madrid, y aun haciendo frio siempre hay una palabra de cariño, o de entendimiento en nosotros. Un abrazo.

Ángela dijo...

El semáforo y su juego de luces, ahora paso, ahora nó...y siempre el perdón nos sana, primero a nosotros mismos y en igual medida hace bien a los demás. Lo bueno en esta vida es poder llegar a ese nivel, en el que ves pasar la vida de los demás y lo que hagan no te daña, porque las ondas de negatividad no te alcanzan...yo estoy aún muy abajo...
Un abrazo y feliz fin de semana.

Recomenzar dijo...

MARAVILLOSO
El perdon es la liberación del alma
Me ha encantado encontrarte

Meulen dijo...

Todo a su tiempo ...es seguro
nadie puede sustraerse a ese dolor cuando se ha dado y puede que como bien dices al fin nos liberamos de ello ...no se si decir perdón absoluto , más bien sería para mi comprender la situación que origina todo...
en fin y como es un proceso...este se debe hacer y eso no se hace de un dia a otro , como bien dices ...es de largo aliento...
aunque sabemos bien que hay situaciones que no se olvidan jamás...

saludos!

Paloma dijo...

El perdón tiene un gran poder,sobre todo cuando se empieza por uno mismo porque libera y elimina juicios sobre los demás.

Un saludo, Ernesto.

Soñadora dijo...

El paso mas difícil para perdonar es decidir hacerlo, luego las cosas fluyen y allanan el camino!

Un abrazo!