domingo, 2 de marzo de 2014

Aquellos tiempos del ayer...

1951. Noia. Galicia. 3 años.

Mientras los mayores, sentados a la mesa y con cierta seriedad en el semblante y también en el lenguaje, charlaban de vaya usted a saber qué, me entretuve en quitar el papel de colores que cubría el caballito de cartón sobre ruedas que, posiblemente, correspondía al regalo de reyes de ese año. Recuerdo que era consciente, por las miradas que de vez en cuando les echaba, que no tenían intención de regañarme por ello...



1952. Santa Marta del Tormes. Salamanca. 4 años.

Escribí la carta a los reyes magos, y haciendo una bola con ella y saliendo a la puerta de casa, mi padre la tiró al tejado. Entramos, y a los pocos segundos llamaron a la puerta. Eran los reyes, sin verles por supuesto, que se la llevaban...


1955. Mallorca. 7 años.

Verano, fuerte calor. Encontré un pollito muerto en la calle... lo coloqué en media teja y lo cubrí de yerba verde. Me entretuve jugando con la teja al hombro y canturreando como si fuese un entierro. Un chico mayor que yo me preguntó que qué llevaba, se lo enseñé. Lo cogió y lo estuvo observando... "No está muerto" me dijo... Tal vez me dijo algo más que no entendí, seguí jugando. 

¡Ernestoooo! gritó mi madre desde el balcón... ¡A comer! Tiré la teja y el pollo contra la pared de la calle y subí corriendo a casa. A la media hora se oyó piar un pollito por la ventana. Bajé y allí estaba todo vivo... Al tirarlo lo que hice fue dejarlo a la sombra de la tapia. Y  puesto que no estaba muerto, sólo desmayado como luego supe, con el frescor revivió.

1956 Noia. Galicia. 8 años.

Las mujeres, principalmente por la tarde y con buen tiempo, salían a la puerta de sus casas y apoyando el mundillo sobre la pared o en el respaldo de una silla, y sentándose sobre otra pequeña y baja, empezaban a mover los dedos de forma vertiginosa haciendo que los bolillos de uno y otro lado se entremezclasen, formando esos dibujos de encajes que siempre me maravillaban que pudiesen salir de aquel aparente caos de hilos y bolillos.



1959. Ibiza. 11 años. 

36 comentarios:

JULIA dijo...

Ernesto hay recuerdos de la niñez que se queda grabados en nuestra mente para siempre...
Aunque nací en el 60 recuerdo haber tomado la leche en polvo de los americanos...y ir a lavar la ropa con mi madre y tenderla al sol...
en un pueblo salmantino, que es donde tengo todos mis buenos recuerdos de la niñez, tambien alguno malo, pero esos mejor no traerlos a colación...
Un abrazo y que tengas una buena semana

Salva dijo...

Hola Ernerto, yo siempre recuerdo mi niñez con nostalgia.
Veo que la tuya a transcurrido por varios puntos de España.
Bonitos recuerdos, eran otros tiempos.
Gracias por compartirlo, un abrazo.

Piruja dijo...

Hola Ernesto, has echo con tu entrada que recuerde también mi niñez ya que tenemos cosas muy parecidas:), por ejemplo estar en tantos sitios yo por el trabajo de mi padre que era militar, luego también por los sesenta llegar aquí en Valencia y aquí sigo:)
Recuerdo también la leche en polvo de los americanos que a mi me gustaba:), a nosotros nos la daban en el colegio y mi abuela cuando íbamos de vacaciones al pueblo, también en casa recuerdo unas latas de carne que la verdad no se si era del hambre o que pero también estaba buena:), los reyes pues parecidos a los tuyos se hacia lo que se podía, y bueno con todo lo que has puesto me he sentido muy identificada y me ha traído muy buenos recuerdos de la niñez:)
Veo que eres gallego, tengo una amiga muy querida en Lugo que la quiero un montón, cuando quieras estas invitado a Valencia:)

Besos.

Laura dijo...

Ernesto, hace poco hemos hablado de nuestra infancia.
Para mi la infancia hasta los siete años, en que murió mi padre, es un mundo lleno de olores, de diferentes colores, amarillos y ocres de mi pueblo castellano y los azules y verdes de San Sebastian donde me crié.
Un mundo lleno de una mirada pura, de laderas verdes llenas de flores, de mieses moviéndose suavemente al ritmo del viento, de barcos entrando y saliendo por Pasajes, los paseos por La Concha, el colegio de La Asunción, en el Alto de Miracruz....

Pero sobre todo permacen en mi recuerdo los olores...Nunca he vuelto de forma normal a olerlos. Cuando he hecho regresiones o en estados alterados de consciencia si que los he vuelto a oler y he vuelto a encontrarme con aquella preciosa y radiante niña.
Es verdaderamente un regalo volver allí. Animo a todo el mundo a recobrar esos momentos de conexión con lo mas puro de nuestro Ser.

Un abrazo.

ana dijo...

Muy lindos recuerdos los tuyos Ernesto, quién no tiene recuerdos de su infancia, de aquellos primeros reyes y de alguna travesura del colegio... Un abrazo

Mª Jesús Muñoz dijo...
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Ernesto.. dijo...

Querida Piruja, una puntualización, nací en Ibiza, tierra de mi familia materna. Después fuimos a vivir a Mallorca. Mi estancia en Noia es porque mi hermana nació allí. Por parte de padre todos provienen de esa zona.

Amplío tu comentario más tarde amiga, tengo que salir.

Un abrazo.

Te de Ternura dijo...

Diosss cuantos recuerdos; y es cierto, aún puedo oír el ruido tan sumamente fragil y rápido de los bolillos, y me cuesta comprender como no se perdían en aquel laberinto de hilos... Aisss cada cual sirve para algo específico, he ahí el secreto de tanta diversidad.
Y las mujeres lavando, tambien recuerdo este chapoteo... que tiempos tan NATURALES mi querido ERNESTO.
Me ha gustado pasearme un ratito por tu vida; ni más ni menos tan parecida a tod@s los que vivimos aquella época pero con toques personales.
UN ABRAZO NIÑÍN :)))

Mari-Pi-R dijo...

Esos recuerdos son todo un gran encanto, se puede decir que en cada uno me ha recordado un pasaje de mi vida, recordar lo bueno para vivir un mejor presente.
Un abrazo.

seijastiina dijo...

Beautiful ♥
Happy new week my friend!

Patty dijo...

La niñez, preciosa etapa de vida, para los que la pudimos apreciar con ternura y amor, no todos tienen esa suerte.
Maravillosos recuerdos Ernesto... besos :*

AMALIA dijo...

Los recuerdos de mi niñez han quedado para siempre dentro de mi corazón. Te puedo decir que, cuando miro fotos antiguas de aquel tiempo, siento una enorme emoción.

Es una hermosa nostalgia de un pasado entrañable.

Muy bonito, Ernesto.

Un abrazo fuerte, querido amigo.

CRISTINA dijo...

Hola Ernesto, el pasado solo trae a nuestro recuerdo nostalgia. Yo lo he liberado tanto que la verdad, ni siquiera me acuerdo de el.
Un abrazo.

Lola dijo...

Como nos gusta volver al ayer con recuerdos tan dulces como la noche de reyes, y después a la juventud, esa que cuando vivíamos no le dábamos importancia, y ya ves… se nos paso también pero… aun estamos jóvenes, podemos hacer mil cosas cada día, y siempre tenemos tiempo para no aburrirnos. La vida es algo maravilloso. Un abrazo.

Ángela dijo...

Cómo se va cincelando la vida...Ernesto, que preciosos recuerdos!. Momentos y anécdotas únicas que se graban en el alma y llenaron los días . Sólo te puedo decir, qué bonito que es vivir!
Un abrazo y que tengas una semana feliz.

Belén Rodríguez dijo...

Ernesto, he disfrutado un montón con tu excelente post.
Me ha gustado rememorar mi propia infancia reflejándome en la tuya. Creo que a medida que nos vamos haciendo mayores, atesoramos aquella época cada vez con más cariño. Qué lejos y a la vez qué cerca queda todo aquello.(Suspiro).
Un abrazo.

Marina-Emer dijo...

Mi querido amigo Ernesto vine para darte las gracias a tu comentario y aqui me quede leyendo la biografia tan hermosa que me hace recordar la mia tambien con los reyes ,los colegios los juegos ,en fin hay que ver la vida como se pueden meter los años en simples hojas de papel.
gracias por tu compañia y cariño
un abrazo muy grande
Marina

MariCarmenblogs.com dijo...

Bellos y entrañables recuerdos de niñez. Recordar es vivir, vivir para ser feliz amigo.
Yo tengo muy presente el sonido de los barcos al entrar en la bahía, saltando espolones en la fortalezas de antaño.

Gracias por esas bellas entradas, un abrazo.

YoSueño dijo...

Bonito recuerdos de la niñez, que nos haces recordar un poco la nuestra.Un Fuerte ABRAZO
FELIZ DIA

Charo dijo...

Hola Ernesto ! me ha encantado esta Entrada con sabor de " mirada hacia otro tiempo" otros tiempos que ni fueron mejores ni peores que ahora , solo fueron diferentes . Tenían y siguen teniendo el sabor de nuestra Infancia y Juventud , de un tiempo que nos tocó vivir y en el que aprendimos y fuimos creciendo . Eso si, yo creo que la gran diferencia con los niños de ahora es que los de ahora tienen la imaginación " adormilada" o muy poco desarrollada y teniendo casi de todo no le dan mucho valor a la creatividad porque todo se lo dan practicamente hecho ya , pero bueno , son otros tiempos.
Gracias por devolverme todos aquellos momentos en los que fui niña y disfruté de lo que tenía. Un abrazo grande .

http://azulgenia.blogspot.mx/ dijo...


Preciosa entrada, hermosos recuerdos del ayer nos compartes.
Me has hecho recordar los días de mi infancia, la magia que envolvia la llegada de los reyes Magos,el zapato en la ventana esperando con ilusión se acordaran de traer lo que pedía.
Estos recuerdos me hacen preguntarme ¿en donde quedo aquella pequeña fantasiosa que amaba la vida, con lo poco que le daba?
Con padres adoptivos y tristezas esa pequeña sonreía, cantaba y amaba la vida.
Saludos gracias por hacerme volver a mi infancia.

Anónimo dijo...

Tiempos pasados Ernesto, preciosos recuerdos que son parte de nosotros mismos, y nuestra es, esa historia de la vida, quedan grabados en la memoria para siempre, veo que has recorrido mucho mundo, la vida es una buena escuela.
Refente a bloger, creo que es caprichoso y juega conmigo al escondite, oculta lo mío y no me deja ver lo vuestro, muchas veces os visito desde un comentario.
Un abrazo.
Ambar

Rosi dijo...

Bonitos e infantiles recuerdos con los que, en algunos, me siento identificada.
La vida sigue y cuando los buenos recuerdos perduran...es que la vida merece la pena seguir viviéndola.
Un abrazo.
Rosi

Raquel P.R. dijo...

Cuántos y qué bonitos recuerdos. Suelo pensar que cuando tiramos mucho de recuerdo es porque nos vamos haciendo un poco mayores, y la verdad es que me encanta, también conservo muchos y bellos recuerdos y ojalá mi memoria los mantenga ahí, por siempre, cada momento demuestra que la vida es realmente preciosa. Un abrazo grande Ernesto.

estrella en el ocaso dijo...

Hola Ernesto; que hermoso recordar años vividos, nos dibujan sonrisas en el rostro, trae nostalgias, pero a mí me recuerda de que cosas empecé a enamorarme de esta vida, con que comencé a identificarme y que cosas me motivaron a formar lo que hoy soy.

Me ha encantado la historia de la carta a los reyes magos. Un saludo y feliz día.

Elisabete dijo...

Ernesto, es muy bueno recuerdar.
Un abrazo

Misterio dijo...

Me ha encantado leerte... Qué bonito es recordar...

Me has traído muchas cosas a la memoria...

Muchas gracias.

Un beso grande.

Luján Fraix dijo...

HOLA ERNESTO
HE VENIDO A DEJARTE UN CARIÑOSO SALUDO QUERIDO AMIGO.
TU BLOG ES SIEMPRE UN LUGAR DE PAZ Y SOSIEGO PARA EL ALMA.
TE FELICITO POR SER ASÍ Y TRANSMITIRLO.

UN BESO

Delia dijo...

Ernesto con estos, tus bellos recuerdos de la niñez, pusiste en movimiento a los míos, que no son muy precisos ni detallados, pocas veces recuerdo la edad salvo que el hecho esté relacionado con ella, como los cisnes del banco que ocupaba a los 5 años en el jardín de infantes...los demás recuerdos me llegan por imágenes, colores, aromas...el níspero cargado de frutos, el fresco de las noches estrelladas cuando jugabamos con los chicos del barrio, el ceremonioso entierro de un pájaro que hallamos muerto en las sierras... las flores de ceibo que caían en los patios del colegio y las de jacarandá que tapizaban una calle cercana a mi casa...y ya mejor paro, gracias por este momento, un abrazo.

fany sinrimas dijo...

Ernesto me ha encantado este viaje por el pasado.Evocas hechos sencillos en los que asoma la ternura de sentimientos, el niño travieso, el adolescente observador...y lo que hoy guardas en tu memoria con agrado.
En cada vivencia que describes, he visto un retrato en sepia nostálgico, que miras con ternura.

Me gustó mucho, y perdona que con tanta fecha y edad, no he podido evitar un cálculo aproximado de qué edad tienes.
Un abrazo.

Merce Ares dijo...

Hola Ernesto: El hermoso recorrido de tu infancia, me trajo recuerdo de la mia, travesuras, inocencia, olores y sabores que no se olvidarán. Creo que haber tenido una infancia en contacto amistoso con la familia y la naturaleza queda grabado para toda la vida. Hermoso Post, felicitaciones amigo. Un abrazo!

Meulen dijo...

Un recorrido lleno de emocionado ver...que dejo sus huellas
así es el sustento de lo que somos!

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Me sorprende y se me hace nostalgia
y sentimientos encontrados la foto de las mujeres lavando en el río...
cuanto lavado han tenido que hacer las mujeres-madres , a través de los siglos
para que seamos sanos, bellos , perfumados y nos sintamos personas
desde la infancia sonriente ...
cuanto dolor han debido sostener esos brazos afanosos de ellas
y aún lo siguen haciendo frente
a una lavadora cierto ...para el acomodo de una parte de las mujeres de la Tierra, pero cuantas mas
y creo son muchas aún que siguen lavando en los ríos o charcos de agua o en una batea...

mi emocionado abrazo de mujer en ello

la vida es eso
emociones de las sufridas
y de las alegrías...

saludos!


ana dijo...

Ernesto, en mi blog hay un premio para ti, pásate mañana a recogerlo, saludos

Sneyder C. dijo...

Ernesto tus recuerdos van tejiendo la historia de tu vida, al evocarla vuelve aquel niño lleno de emoción, ternura, inocencia, que el corazón guarda celosamente, un tiempo pasado lleno de sueños . Pasado el tiempo un halo de nostalgia asoma y queda cuanto aprendimos…
Preciosa entrada.

Un fuerte abrazo

Soñadora dijo...

Bonita y amena crónica!

chusa dijo...

Qué malandrìn que eras de pequeñajo, Ernesto, ay que ver jeje, los pollitos es que tienen siete vidas como el gato, recuerdo yo algo parecido en Galicia con mis hermanos, pero lo resucitaste...
Tiernos recuerdos con sabor de miel de higos han ido desvelàndote.
Me ha gustado leerlos. Un abrazo, amigo :D