viernes, 17 de octubre de 2014

Olí de nuevo el pan aquel...

Sentado en el coche entre las viejas calles de la ciudad vi pasar a una joven con la cesta de la compra en una mano y dos barras de pan metidas en una bolsa de papel en la otra. La conozco, fui amigo de su padre y lo soy de ella.

Una imagen sencilla, anodina. ¡Simple! Y sin embargo fue capaz de transportarme a tiempos antiguos, mi niñez, la vieja y entrañable ciudad a orillas de la ría de Noia. Donde jugué, en la plaza de la Lágrima. Corrí cuesta abajo tras un aro de metal guiado por una horquilla. Estudié en la vieja escuela con don Venancio, he hice cuentas en la pequeña pizarra con el pizarrín que llevaba en mi cartera. Preludio de las calculadoras portátiles... Y tuve novia! Ella diez años, ocho yo.

Aquellas barras de pan no sólo guiaron mis recuerdos al ayer, no, fue algo más. Algo que no había experimentado nunca. Olí de nuevo el pan aquel, reciente y de espesa miga que solía ir a buscar al horno al otro lado de la alameda. 

Alameda que está... pero que ya no es mi alameda de entonces. Pues de aquel entonces va quedando poco...

¡Olí de nuevo! Sentí realmente el olor... Y por unos instantes todo se difuminó a mi alrededor. Y viví  en aquellas calles donde nació y jugó mi abuelo. Y conoció a Pepita. Y hoy reposan en la tierra sin edad...

27 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Ernesto ! me has emocionado. ! es un texto precioso con adornos de mucha ternura.
Yo también sentí el olor a pan recién horneado, porque mi mamá , cuando yo era chica hacía pan casero con anís en grano hace mil años. Pude , gracias a tí recordar esa gotita de luz de mi infancia.
Gracias, amigo.
Feliz finde !

Sneyder C. dijo...

El olor a pan caliente es uno de los olores que mas me recuerdan mi niñez! es que los olores nos hacen recordar y sentir un repertorio de emociones muy amplio.
El olor a pan recién hecho es incomparable. ... ahora hacen las delicias de nuestras mentes cuando nos da por recordar nuestra infancia.

Feliz fin de semana Ernesto.

Un entrañable abrazo

chusa dijo...

Aroma genuino de pan recién hecho, recuerdos de infancia tan tiernos. Es increible como a través del olfato se activa la memoria y se evocan tiempos felices, despreocupados

Me ha gustado mucho tu post evocador y perfumado de felicidad

Un abrazo, Ernesto

CRISTINA dijo...

Ernesto, una historia muy tierna. Todavía hay sitios donde el pan artesanal tiene ese olor tan particular, sobre todo en los pueblos rurales, doy fe de ello. Donde existe el viejo horno, y todos los día se elabora el verdadero olor y sabor del pan.
Un abrazo.

Mari-Pi-R dijo...

Al olor del pan se abre el feroz apetito, un buen pan y un buen queso podría yo vivir.
Esos recuerdos que has revivido son muy entrañables.
Un abrazo.

JULIA dijo...

A veces un olor tiene el poder de transportarnos a otros lugares y a otros tiempos...es un golpe de añoranza...
yo también recuerdo la pizarra y el pizarrín y los juegos en la Plaza Catarranas...ese sigue siendo al lugar al que vuelvo a menudo, porque allí están mis padres esperándome siempre con el pan reciente...
Un abrazo y que tengas buen fin de semana

Ángela dijo...

Entrañables recuerdos que te han hecho vivir instantes mágicos.
A veces, y sin saber por qué ni cómo, se rescatan del corazón de la infancia recuerdos dormidos de olores y colores.
Y de los olores, siempre el pan recién horneado y también...el aroma del chocolate...
Me han llamado la atención estás palabras tan clarificadoras "y reposan en la tierra sin edad"...
Un abrazo Ernesto y feliz día de sábado.

maduixeta dijo...

Los olores despiertan los recuerdos más entrañables.
Preciosa historia.

Marina-Emer dijo...

Mi estimado Ernesto:hoy verte en mi casa alegró de momento mi vida...estaba el dia tristón,quizá me desvele esta noche o dormi no muy bien...
Tu comentario en mi blog es hoy muy especial,quizás podria desmenuzar las palabras que me has escrito pero no puedo,son muy bellas
por ser el amor bello ya en si,pero es como las rosas ,son bellisimas ,suaves ,perfumadas pero sus tallos las apoyan con afilados espinos.Sabes amigo que te tengo confianza pero en cuanto al amor me gusta callar los silencios quedan en el alma ...me gustó tu comentario
Como el relato de tu post ,,,ese olor del pan de antaño que trae recuerdos que nunca se han olvidado.
Mi querido amigo esta trompeta me hace llorar ...hoy no es mi dia ,perdona pero sabes lo mucho que te aprecio y agradezco cuando te veo en mi correo.
Un gran abrazo
Marina

Recomenzar dijo...

nostalgia
pasion
un momento en tu corazon
beso

AMALIA dijo...

Qué recuerdos tan bonitos!!.

Son vivencias que quedan para siempre como algo bello.

Un fuerte abrazo.

mariarosa dijo...


Que hermoso recuerdo. Es cierto que los aromas, siempre nos transportan a mundos queridos y perdidos.

Un abrazo Ernesto.

mariarosa

Meulen dijo...

sin dudas lo mas hermoso viene del recuerdo d elo mas querido
de ello renazco en esa mirada tuya en el pan
un trozo de pan tan valioso para los hambrientos de espíritu que se forjan en el pan de amor...de vida

...es el pan la justicia para el necesitado...

bello recuerdo en el pan de amor de Dios.

YoSueño dijo...

Unos recuerdos muy tiernos, ahora ya es cada día más difícil encontrar el aroma del pan recién hecho aunque todavía alguno queda. Un ABRAZO

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Bellísimo tu compartir de hoy....Gracias por darnos algo de tan adentro de tu corazón...
Luz y vida
Isaac

Marinel dijo...

Que bonito ese retrotraerse a momentos felices, instantes impagables, remembranzas placenteras.
Y todo gracias a un, tal vez, insignificante detalle, pero capaz de desbordar por completo el recipiente de nuestros sentimientos.
Besos.

estrella en el ocaso dijo...

Hola Ernesto, leo “Alameda que está... pero que ya no es mi alameda de entonces. Pues de aquel entonces va quedando poco...”
Pienso en lo que fui, y en lo que soy. Y de aquella va quedando poco.
Estoy en un constante crecimiento interior, me doy cuenta de eso cada vez que siento el olor de los recuerdos del ayer.
Un saludo cordial ¡Feliz tarde!

Ernesto. dijo...

Hola a todos.

Un fallo en el ordenador me mantiene alejado del blog. En breve contactaré con todos vosotros. Gracias.

Un gran abrazo.

Raquel P.R. dijo...

Ummmmm.... que bueno ese olorcillo a pan recién hecho. Es cierto que el de aquellos años no tiene nada que ver con el de ahora. De hecho hay muy pocas veces, pero las hay, que llegan pequeños flashes de olores difuminados en el tiempo que nos transportan instantáneamente a otro lugar.
Todos los recuerdos desde la distancia de los años se vuelven más entrañables aún.
Un gran abrazo amigo mio.

Candela Martí dijo...

Estimado Ernesto, placer de llegar, de nuevo, a tu espacio y poder disfrutar de tu magnánima pluma.
Exquisito escrito que recreas bajo los efectos de la memoria olfativa y que llega directo al corazón.

Un abrazo fuerte y sincero.

Simeón Pantín dijo...

Hola Ernesto: Leído tu texto, no sabemos con que quedarnos. Con el aroma del pan fresco, con la antigua Alameda y sus árboles abarrotados de estorninos, con la evocación de los juegos que ya no existen arrasados por la informática o con la inocencia del primer amor....Como dice Serrat: "Son aquellas pequeñas cosas que nos dejó un tiempo de rosas...." Saúde desde Noia!!!! Xena y Maxi.HTML

María Bote dijo...

Me encanta, Ernesto, tu entrañable relato y me identifico con él en cuanto a las cosas que describes y la época.

Es cierto que, a veces, evocamos los aromas que acompañaron nuestra niñez y volvemos a olerlos, físicamente incluso, como si se tratase de algo mágico.

Un abrazo y gracias por visitarme y leerme, amigo. María

Anónimo dijo...

Es alucinante como el olor, o la visión de algo pueden llevarte a un recuerdo tan sumamente nítido como éste. Un texto muy bonito. Un abrazo :)

Lola dijo...

Hola Ernesto, que bien huele el pan de pan, y los recuerdos aun más. Cuanto me gusta a mi pensar en esos días de pan y chocolate, o pan y aceite, que estupendo es volver a un ayer tan tierno, donde nuestra niñez fue hermosa y dulce. Un abrazo amigo.

Amapola Azzul dijo...

Lindísimo relato , enhorabuena.

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Cambiamos con el tiempo, más en verdad no cambiamos nunca...
Luz
Isaac

Soñadora dijo...

Hola Ernesto, nunca dejará de asombrarme la capacidad que tienen los olores de llevarnos de la mano a momentos pasados, y permitirnos revivirlos con tanta nitidez!

Un beso!