jueves, 30 de julio de 2015

...se disfrazaba de campesino.

Los campesinos del Ángelus.
Jean-François Millet, 1857-1859

Más allá del cielo.

Había una vez un rabino que tenía fama de santo. La gente vivía intrigada porque todos los viernes desaparecía sin que nadie supiera a dónde iba.

Dada su bondad y buen nombre, comenzó a correr el rumor de que, en esas ausencias de los viernes, iba a entrevistarse con el Todopoderoso.

Para salir de dudas, encargaron a alguien que siguiera secretamente al rabino y averiguara a dónde iba.

El viernes, el "espía" siguió al rabino a las afueras de la ciudad y hora y media después, cuando sus piernas ya flaqueaban de cansancio porque los pasos del rabino eran muy vigorosos, descubrió que este se disfrazaba de campesino y, así vestido, entraba en un rancho miserable donde se dedicaba a atender a una mujer no creyente que estaba paralítica.

En las horas siguientes, el rabino lavó y planchó la ropa de la enferma, le preparó comida para ese día y para el sábado, limpió la casa, hizo algunos arreglos y cortó leña para alimentar el fuego toda la semana.

Cuando el "espía" regresó a la congregación, todos los miembros de la comunidad le rodearon ansiosos.

-¿A dónde fue el rabino? - le preguntaron-. ¿Le viste subir al cielo?

-No- respondió el "espía"-. Le vi subir mucho más arriba.
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Esta historia, real en sí misma, sucede con mayor frecuencia de lo que podría suponerse. De hecho es la acción más natural que muchos estaríamos dispuestos a realizar.

¿Entonces, qué sucede para que no se haga más ampliamente?

Creo que tiene que ver con el hecho de no comprometerse... demasiado. No ha realizarla una, dos o tres veces. ¡No! Pero sí a institucionalizarla en nuestras vidas.

Hay un fondo en cada uno de nosotros que tiende la mano al de al lado. Pero también hay una prevención a ello. Una pugna constante. A veces gana una, en ocasiones la otra. El problema radica, creo, en nuestra propia falta de seguridad. No nos atrevemos a hacer porque pensamos que después no sabremos cortar una situación que podría desbordarnos. Y por ese miedo, justificado, sin duda, pero a la vez infundado, pues no sabemos si esa situación se daría, no sacamos la mano del bolsillo... No la abrimos.

Y en consecuencia tampoco nosotros recibimos.
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25 comentarios:

maria cristina dijo...

Ernesto, pienso que esto sucede cuando se nos han presentado situaciones así y no queremos repetirlas, el miedo a quedar atrapados nos paraliza, ahora, cuando solo queremos ayudar sin esperar nada, o sea, ser santos como el rabino, todo nos será dado, un abrazo!

maria cristina dijo...

Y muy bella la música, gracias!

Mari-Pi-R dijo...

Es cierto que todos no estamos siempre entregados a darnos a los demás, e incluso entre familias se ven desempatados.
Gracias por dejarnos esta bonita reflexión.
Un abrazo.

mariarosa dijo...


No creas que no sucede,hace poco encontré a una profesora de yoga que me contó que va a dar clases gratuitas en en salón de un capilla muy pobre, en medio de la Villa la Cárcova.Ella según sus posibilidades da lo que tiene y que sabe hace bien. El mérito no está sólo en el tiempo que da, lo importante es que la mayoria de las personas tienen miedo de entrar a esa villa.

https://ilseexpedicionario.wordpress.com/villa-carcova/

Un abrazo.

mcfpalomo dijo...

Una reflexion acertadisima. Estoy de acuerdo en todo, y creo que hasta el mas cruel, tiene algo del rabino, pero la diferencia esta en que el rabino este sin duda no tenia nada de cruel...

Una entrada extraordinaria, ME GUSTO.....

fELIZ SEMANA, UN ABRAZO

Lola dijo...

Estoy contigo Ernesto. Nos alejamos de aquello que huela a obligación y andamos con el freno puesto. Sin embargo no hay nada como darnos cuenta que en lo mas profundo de nosotros mismos disponemos de la capacidad suficiente como para relacionarnos con el mundo con plena generosidad de espíritu.
Yo llevo mas de dos años haciendo un trabajo en un centro social como voluntaria y te puedo asegurar que me siento muy agradecida y afortunada, pero aún hay mucha gente que se sorprende de esto. Así somos

Un abrazo querido amigo

lunaroja dijo...

A mi me encantan tus textos,siempre tan motivadores,sin moralejas,ni moralismos..sencillamente dejar al ser,ser...

Camelia dijo...

Hola Ernesto.
Gracias por tu amable visita que me ha permitido llegar hasta aquí...
Un placer conocer tu blog......un abrazo.....feliz semana...

Ernesto. dijo...

Así somos, ciertamente, pura lección a trascender. El día que lo logremos no volveremos más.

Estas sencillas palabras suelo tenerlas muy presentes pues me indican siempre quién es el otro... Y por consiguiente quién soy yo! Y es desde esta premisa que se entienden muchas cosas de este mundo.

Un gran abrazo, Lola.

Ernesto. dijo...

Simple y sencillo, Luna...

¡Dejar ser!

Un gran abrazo.

Ernesto. dijo...

Cristina, esta música que te gusta me acompaña esta mañana...

Un gran abrazo. Siempre un placer saber de ti.

Ernesto. dijo...

Mariarosa.

He accedido al link que me has dejado... Hay aspectos de la vida que "son" así.

Un gran abrazo.

Ernesto. dijo...

Un gran abrazo, MC

Ernesto. dijo...

MariPi.

En ocasiones "darnos a los demás" es un estado de ser. No necesariamente que tengamos que correr de aquí para allá...

Un gran abrazo.

Ernesto. dijo...

Bienvenida, Camelia.

Un gran abrazo para ti.

María Socorro Luis dijo...


El amor es la clave, Ernesto; amar al otro como se fuera de los tuyos, como a ti mismo.

Siempre un gusto venir. Abrazo.

Ángela dijo...

Ernesto, me encantan tus entradas. Sencillas y profundas como el discurrir de la vida.
En ellas la sensibilidad que muestras, me habla de lo excepcional que hay en la realidad cotidiana, de que el cielo que se sueña está aquí y que con un simple gesto de abrir la mano, se colma.
Un fuerte abrazo.

AMALIA dijo...

Bonita entrada y que, sin duda, invita a meditar.

Un abrazo. Te deseo una semana feliz.

Soñadora dijo...

Ernesto, vuelvo a leerlo, vuelve a emocionarme su contenido.
Un fuerte abrazo!

Anónimo dijo...

Profunda reflexión, para una entrega total y sin prejuicios, sólo el querer socorrer al necesitado.
Sin neceidad de hacerse notar.
Un abrazo.
Ambar

Marina-Emer dijo...

Querido amigo ...no sabes como me ha emocionado el relato de tu post de hoy...por carta aparte te quiero contar unos episodios reales...quiero que en realidad conozcas la amiga que tienes hace años y aun no nos conocemos el alma y corazón
Abrazos amigo
buenas noches
Marina ...

Luján Fraix dijo...

Existe gente que no se compromete, que no mira al lado... que piensan que nunca van a necesitar nada de nadie y eso no es cierto.
La maravilla de dar lleva a la felicidad.
Besos

Rosa B.G dijo...

También a veces se da a quien menos se lo merece, aunque si se da de cozaón bien entregado sea.
Abrazos

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Y es que el miedo en realidad es nuestro gran enemigo...
Paz y Vida
Isaac

Rosa B.G dijo...

Corrijo: corazón...jajaja que demonios había escrito?
Abrazos