domingo, 15 de noviembre de 2015

Color...


El valle está hoy disfrazado de otoño. La tarde que declina sobre los verdes prados adormece los sonidos. Sólo el leve murmullo del río de la vida, pausado, sereno, de aguas pocas pero de gran claridad acompaña los últimos cantos de quienes mañana anunciarán la salida del sol.

Según regreso del paseo por el viejo camino, antaño vía férrea de tren minero, observo la lenta caída de las hojas marchitas en su encuentro con la tierra. Y que una vez procesadas serán savia de nuevo en la próxima primavera.

Los árboles cierran sus puertas preparándose para el invierno. Dicen los antiguos del lugar que duro y frío invierno se avecina. Nieves abundantes. Lo deducen de las rosas tardías que alegran de vivos colores los jardines de algunos caseríos. Rodeados del ocre y dorado que cubre casi todo el valle.

Casi. Pues el verdor de la hierba que pasta el ganado más parece de otra época.

Una estela blanca de un avión a gran altura pone línea recta en dirección a cualquier parte. Alguien partió de un punto con destino a otro. ¿Huida, reencuentro? ¡Quién sabe!

También el martín pescador recorre el río de un lugar a otro y sin embargo siempre permanece en él.

El valle se aquieta...

22 comentarios:

Tracy dijo...

Precioso texto y preciosa imagen.

Mari-Pi-R dijo...

Efectivamente bonito texto poético.
Pues así vamos cerrando el otoño con algunos días mas grises que soleados.
Un abrazo.

Noli dijo...

La música suave esa foto otoñal y leerte es una imagen bucólica y embriagadora que invita a todo...
Un abrazo.

Meulen dijo...

Saludos Ernesto
y con todo renovado en el otoño que se asoma por tu lar...
es bueno eso de observar el paso de la vida...como todo lo que somos igualmente
semilla y fruto...

gusto volver a leerte!

Mi nombre es Mucha dijo...

Volviste
Yo lo saíia
No se puede estar mucho tiempo lejos de esta maravilla

Pietro Brosio dijo...

Immagine molto bella accompagnata da un ottimo testo.

Marinel dijo...

La imagen me ha abducido de bonita que es.
:)
Y tu texto es acogedor. Un paseo no sólo de caminante, sino de observador nato que pone el corazón en la mirada.
No dirás que no me ha quedado bonito el comentario, eh!
En serio, precioso conjunto.
Un gran abrazo.

Tesa Medina dijo...

Hola, Ernesto, qué bonito suena eso de "el valle se aquieta". Una palabra en desuso que me encanta.

Paseo contigo por este antigua vía de tren, de tu mano, con tu espíritu tranquilo y observador. Un experiencia relajante.

Me encanta el olor a sándalo, Ernesto, así que vendré por aquí a disfrutarlo.

Un beso, y que tengas una feliz semana.

La foto, ¿son arándanos? te mete en el otoño de cabeza.

AMALIA dijo...

Poético y dulce escrito.

Acompañado de una preciosa imagen.

Un abrazo.

chusa dijo...

Hola Ernesto, bienvuelto! me alegra saber de ti después de tu silencio (cuànto habràs escuchado!!!)

volviendo a tu post... qué bonito color granate y azul... parecen aràndanos que yo adoro, me encanta esa quietud que ilustras en el valle otoñal, antiguo como la vida, pero con esa raya de modernidad rompiendo el cielo... he disfrutado de ese paseo como ninfa de bosque que soy


Un abrazo de buena semana :)

María Socorro Luis dijo...


Hermosa prosa poética para pintar un entrañable paisaje otoñal. Pura poesía.

Abrazo

Elda dijo...

Hola Ernesto, la última vez que me pasé por aquí ya hace un tiempo, creo que tenías cerrados los comentarios.
Me ha encantado tu visita y poder leer esta bella entrada que has dejado con ese sabor a otoño, relatado tan bellamente que me ha parecido estar en ese paseo viendo un paisaje hermoso lleno de color.
Precioso, me ha gustado mucho.
Un abrazo.

Milena dijo...

Hola Ernesto!

Precioso colorido en tu imagen, en tu paseo otoñal.

Un abrazo

Ángela dijo...

Ernesto, es muy gratificante volver al valle por este camino de belleza y al ritmo de tu prosa poética, propia de un alma que percibe la belleza, no porque esté fuera, sino porque sale del corazón.

Como quien pinta un cuadro, y con esa fotografía que explosiona de color, con cada palabra, y cada frase, nos dejas entrever y disfrutar las sensaciones de este cálido otoño que declina, como leves pinceladas que llegan al alma con una grata sensación de libertad.

Un fuerte abrazo y feliz día.

Marián dijo...

Una prosa muy poética, muy lírica...pareces un hombre muy espiritual.

Un abrazo.
P.D. También he venido para decirte: "que esta boca es mía".

Patty dijo...

Realmente lindo el post, lo relatas todo con mucho corazón que tus letras nos hacen sentir vivir el momento. Un abrazo Ernesto :*

fany sinrimas dijo...

Hola, Ernesto. Encantada de llegar a tu blog y encontrarme con esta prosa poética que invita a recorrer un hermoso paisaje de otoño. La foto de la viña roja, es una preciosidad; es una planta que siempre fotografío cuando la encuentro escalando muros o troncos de árboles.

Te seguiré leyendo; amo la Naturaleza y me gusta compartir las emociones que provoca.

Un abrazo.

Sneyder C. dijo...

Hola Ernesto, me alegra encontrarnos de nuevo por este apasionante mundo donde las letras dejan prosas poéticas llenas de belleza como las que hoy nos regalas.
El otoño se deja embriagar con tus letras antes que “Los árboles cierren sus puertas preparándose para el invierno”

Un cálido abrazo
Caty

Mi nombre es Mucha dijo...

Me alegro que hayas puesto tu cara en tu blog. Es maravilloso conocernos.

mariarosa dijo...


Una prosa poética que regala en cada palabra; belleza y color. Un gusto volver a leerte.

mariarosa

lunaroja dijo...

Qué alegría volver a leerte después de este tiempo en que estuve ausente! Preciosa la música que adorna la lectura,la imagen, y sobre todo tus palabras!

http://azulgenia.blogspot.mx/ dijo...

Tu relato nos deja ver preciosas imagenes invadidas del colo del otoño, ese otoño que siempre llega a dejar su huella rodeando el tronco de los árboles con hojas que se despiden de la vida.

Un gusto poder volver a disfrutar de tus excelentes textos.

Un abrazo.