domingo, 7 de agosto de 2016

Ella Baila Sola (*)

Restaurante Gasolina. (Cervera de Pisuerga) Palencia.

Él nunca cena solo…

Vestido con cierta elegancia, aunque informal, suele llegar casi siempre a la misma hora al restaurante. Las diez de la noche. Su mesa reservada. Es habitual verle cenando los viernes y sábados por la noche. ¿Solo?

¡Nunca cena solo!… Si bien en su mesa nadie más le acompaña.

Alto, delgado, peina hacia atrás su pelo negro tintado de blanco en las sienes del tiempo, una fina barba cubre su rostro. Con una ligera sonrisa en los labios y sin mirar a nadie se sienta en su mesa. Una ojeada a la carta, más como ritual que por interés, le permite asentarse en el comedor… Su entrada no ha pasado desapercibida. Una vez que la camarera le ha servido el vino en su copa, levanta la vista y echa una primera mirada a las mesas…

Hombres y mujeres ocupan sus asientos en la noche palentina. Parejas jóvenes cenando al arrullo de palabras vivas, hoy, que mañana languidecerán, en parte. Matrimonios en grupo, e intercambiadas sus parejas en la mesa, ríen las ocurrencias de unos y otros. Grupos de hombres solos, sin mujeres, o sólo mujeres comparten mesa en alegre algarabía.

Si bien verano, la noche afuera está algo fría. La calidez del salón acompaña al conjunto de personas que, conocidas entre sí o no, se han reunido en lo que en un cierto sentido podría calificarse de “akelarre”…

Esa primera mirada al entorno le permite hacerse una idea rápida de quien es quien en el lugar… Quién, cuáles pensamientos cruzan sus mentes, sus deseos, sus límites, que a algunas personas, muchas, les gustaría poder trascender aunque no fuese sino por esa sola noche. Sus carencias, afectivas la mayoría… Sus atrevimientos ocultos en lo más recóndito del corazón. ¡La condición humana! Sus almas al fin y al cabo.

Una mirada imperceptible es respondida de la misma manera… Un vacío afectivo, o cuando menos limitado, se hace patente. Un gesto, una postura. Una sonrisa, que sabe para él… De nuevo ese brillo en el mirar, natural y risueño, que rompe barreras. Hasta el punto de que todo a su alrededor desaparece y solo quedan ellos dos… Con el añadido juego de que nadie los pille mirándose, nadie perciba la comunicación sutil. Nadie descubra la desnudez de cuerpo y alma que está teniendo lugar…

La tela de araña se despliega en la sala. Otros personajes entran en el juego… Creen que son únicos, pero no! Es solo que la comunicación se hace extensible a quines la necesitan. Quieren vivirla. Saben que como en el cuento de Cenicienta éste acabará a las doce… O cuando menos cuando finalice la cena. Mañana, si llegasen a encontrarse, tal vez ni se mirasen.

Convencionalismos, compromisos, familia, limitaciones. Lo establecido. Cómo tirarlo por la borda… ¡No es posible! El cuento acabó anoche… El sueño limitado continúa.

No, él nunca cena solo!


(*)Ella Baila Sola es un dúo musical femenino español, que estuvo en activo desde 1996 hasta finales de 2001 formado por Marilia Andrés y Marta Botía, actualmente activo con una de sus integrantes originales Marta Botía.

13 comentarios:

Laura Caro Pardo dijo...

Estamos menos solos de lo que creemos.

Gracias por tu visita y comentario a mi blog.
Pasé a saludarte y a quedarme cerca.
Un abrazo.

maria cristina dijo...

La seducción hace que alguien se sienta especial por esa noche, caricias para el alma, un abrazo Ernesto!

Ernesto. dijo...

La "seducción", mutua, es una forma de comunicación natural y profunda.

Lo demás, convencionalismos sociales...

Un abrazo, María Cristina.

lunaroja dijo...

Muy original la manera de describir la comunicación no verbal, como se establece una corriente, casi sin quererlo..
Preciosa manera de relatarlo.

mariarosa dijo...

La imaginación teje sueños, la soledad y el ambiente los acrecienta. Me encanto. Una realidad con su dosis de romanticismo.

mariarosa








http://azulgenia.blogspot.mx/ dijo...

Un hombre sensible jamás cenara solo por el contrario estara acompañado sintiendose acariciado por miradas furtivas que tocaran su alma.

Es precioso el texto con bellisimas imagenes que hacen que el lector se sienta parte de las partes personas que disfrutan también esas noches la cena.

Un gusto saludarte y un placer la lectura.

Un fuerte abrazo.

Ernesto. dijo...

Este es un texto que, si bien leído por varias personas, no cosechará demasiados comentarios...

Por ello doy paso al siguiente, hecho ahora mismo y por los motivos expuestos: falta de comprensión.

De la que nadie está libre!

Abrazos.

Mari-Pi-R dijo...

La soledad hace que uno coja costumbres de cenas en día fijo con la esperanza de encontrar una amistad.
Un abrazo.

AMALIA dijo...

Una estupenda forma de expresar la comunicación. Personas que observas y que seguramente nunca volverás a ver.
Un abrazo

AMALIA dijo...

Una estupenda forma de expresar la comunicación. Personas que observas y que seguramente nunca volverás a ver.
Un abrazo

Ángela dijo...

Ella baila sola...él nunca cena solo.
El vacío y la ausencia de compañía en "un baile", en el baile de la vida, no me lo puedo imaginar...

La soledad habitada, creativa para no cenar solo, sí.

La soledad, un regalo que uno se hace a sí mismo.

Un abrazo Ernesto

María Socorro Luis dijo...


Tú, siempre tan profundo y personal, Ernesto. La soledad a veces, es buscada y la mejor compañera. No?

Mi abrazo

Noite de luNa dijo...

A mi, de vez en cuando, me gusta cenar sola. Es un gustazo no tener que hablar y poder contemplar la vida de los demás que a su vez es también la mía
¿Somos tan diferentes unos a otros o es lo nos parece?

Saludos

Te he visto en el blog de Rayén.