miércoles, 3 de agosto de 2016

Palabras sin sentido...

Almendros en flor. Vincent Van Gogh
Cogió el tren de las 15:45 que le llevaría al norte. A casa de sus amigos Juan y María, quienes regentaban una casa rural cerca de los Picos de Europa. Había ayudado a subir al vagón a una mujer joven con una niña en brazos que cargaba una pesada maleta. Una vez puesta ésta en su lugar y colocada la suya enfrente salió al pasillo. 

La gente seguía subiendo al tren mientras otros se quedaban en el anden esperando verles aparecer por las ventanillas… Sonrisas, besos al aire y brazos en alto despidieron la marcha de aquel “gusano” metálico que bufaba humo y silbato.

Y los recuerdos del ayer se hicieron eco en su memoria… 1953, Santa Marta del Tormes, aquel otro tren, éste con asientos de madera y cargado de historias emprendía el trayecto a otras tierras, otras gentes, otras vidas, o cuando menos a otros tramos de la suya. Mientras él y su hermana veían pasar a gran velocidad imágenes de cuentos por la amplia ventanilla. Pueblos pintorescos, ríos sombreados por altos álamos, campos de amapolas, mares de doradas espigas de trigo o cebada que el aire hacía ondular. Y que una multitud de segadores, con sus anchos sombreros de paja cubriéndoles el rostro, arrancaba de la tierra haciendo gavillas. A mitad del trayecto su madre, 33 años entonces, hoy esencia de estrellas, sacaba la empanada, que había cocinado esa mañana, y servía amplios trozos a todos.

Aunque se resistía a dar espacio a los pensamientos que bullían por salir acabó pensando en lo sucedido días atrás… Razón de su viaje.

Una palabra deslizada a destiempo… de las miles y miles que se había dicho antes, una palabra sin malicia ni intención. Un simple juego de palabras de los muchos empleados hasta entonces, un sonido expresado, pero... ¡Ay palabra maldita! No fue bien recibida, no tendría que haberse dicho, pero… se dijo. Se le dio espacio para volar y acabó estrellada contra la incomprensión… ¡A qué decirla! Hubiese bastado una sencilla explicación… Tal vez una mejor comprensión, pero… No fue así. Ni uno la solicitó ni el otro entendió que, tal vez, debía darla. Y el silencio se instaló entre ambos…

Silencio y pensamientos que no iban tintados de sentimiento alguno… Es la vida, sabía. Es el curso de la vida que, cual río hacia su destino, atraviesa distintos parajes. Campos y ciudades, primaveras, otoños, risas y lágrimas, edades… Abrazos y despedidas, sonrisas… nostalgias… Ayeres...

18 comentarios:

MAR dijo...

Sí, la vida una mata de sorpresas buenas y malas
Por eso cuando estemos arriba de la ola tenemos que gozarla para luego reponernos cuando nos nos lleve la resaca.
Un abrazo grandeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
mar

Carmela dijo...

Quizás ese viaje consiga rellenar el silencio que esa palabra provocó.
Quien sabe. Los malentendidos existen y ocurren, en nosotros está el intentar solucionarlos, o no. Y mientras la vida transcurre.
Un abrazo, Ernesto.

mariarosa dijo...

Una palabra a destiempo puede hacer daño sin intención. La distancia es buena compañera para que ambos, ofendido y ofensor, puedan revisar sus pensamientos y comprender que el tema no fue tan terrible.

Momentos que todos hemos vivido, pero la distancia hace bien a ambos.

mariarosa

maria cristina dijo...

Son los vericuetos del destino que nos manejan sin que podamos evitarlo, ya se sabrá el resultado de este momento en suspenso, la vida da sorpresas y el tiempo a veces ayuda a poner en claro y a unir, un abrazo Ernesto!

Maru dijo...

Un viaje, la separación...temporal o quizá, gracias a la palabra del emisor, definitiva. Quién sabe lo que el tiempo nos depara, es posible que a veces digamos precisamente, lo que el alma está pidiendo a gritos que suceda, la consecuencia puede ser una grata sorpresa. Fuerte abrazo Ernesto, un relato muy sugerente.

lunaroja dijo...

Es un texto en el que nos dejas con esa reflexión profunda acerca del poder de la palabra..
Muy bueno!

CÉU dijo...

Hola, Ernesto!

Que cálido e fantástico título deste a tu blog! "Cayado de Sándalo". Só ahora, reparei. Qta sensibildad y inteligencia!

Una história muy interessante, onde as lembranças e as intempéries/vendavais da vida voltam a memória. Un hermano, una hermna e una madre maravilhosa, única a k tu chamaste, no texto, essência de estrelas. Simplesment divino.

Palabras k se dizem, de una ou outra parte, y agora restam as interrogações. Es sempre, assi.

Abrazos y una noche feliz.

María Socorro Luis dijo...


Palabras inoportunas, malentendidos que pueden ser irreparables,.. Pelabras que sobran y, a veces, palabras que faltan.

Buenas noches, Ernesto. Gabon ta musu

AMALIA dijo...

El gran valor de las palabras.
Un texto muy bueno.
Un abrazo. Feliz mes de Agosto.

Mari-Pi-R dijo...

El saberse explicar y deshacer un mal entendido no siempre resulta lo que uno espera e incluso muchas veces se complica el hecho.
Un abrazo.

Rayén dijo...

Ay!... las palabras, cuanto bien y cuanto mal pueden provocar pero al fin y al cabo es la vida, los recuerdos, los sueños, los sentimientos que forman parte de lo que somos; seres muy sensibles!!.
Siempre es un agrado venir a leerte amigo y de paso oír tu suave música.
Abrazos.

Marina-Emer dijo...

Hola querido amigo...Tuve ocasión de leer este hermoso texto ...gracias .
Ahora al volverlo a leer pienso que a veces antes de hablar hay que meditar y es mejor el silencio .
Gracias por este escrito que tu gran escritor y pensador nos enseñas a pensar y después hablar ,
un gran abrazo.
Marina

Ángela dijo...

Ernesto, de palabras va el tema y las tuyas son precisas, con silencios, historias y emociones.
Expresadas fielmente, con intensidad y encanto, al menos a mí, me llevan a sentir con viveza lo que describes.
Una palabra puede sanar si por ambas partes hay actitud de diálogo y algo más...
Y puede aliviar la carga y traer luz a nuestra vida…Porque las palabras tienen vida.

"esencia de estrellas" me llegó al alma.
Un abrazo.

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Un viaje...
Comunicación...
Lagrimas y sonrisas...

Un abrazo.

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Querido amigo, una buena parte de lo que "somos" es esa nostalgia, esa esencia de estrellas -como dices- llenas de aquellos que amamos, tiempos idos, nostalgias, silencios....Así son las cosas

Paz y Nostalgia amorosa

Isaac

Elda dijo...

Un texto muy bonito. También se dice, que no hay palabra mal dicha sino mal interpretada.
La segunda parte del texto me ha parecido precioso lleno de delicadeza y romanticismo por alguna de sus frases.
Mis felicitaciones por esta entrada.

Meulen dijo...

sucede muy seguido
que o decimos palabras encontradas...desafortunadas...
o callamos para siempre...
al fin nunca se sabe a ciencia cierta
cual fue lo peor...

Noite de luNa dijo...

Ay... los recuerdos que han marcado nuestras vidas.
Aparecen cuando le dan la gana y parece que no ha pasado ni una luna.

Fantástico relato