viernes, 25 de noviembre de 2016

Black Friday.


Los viernes por la tarde era una fiesta en su empresa. Todos sus compañeros celebraban anticipadamente el fin de semana. Ambiente desenfadado, risas por doquier, todo fluía con alegría… Se despedían al salir, se deseaban buen “finde”. Se preparaban para lo que había de llegar…
¿Y qué era ello? ¡Pues principalmente el hacer algo distinto al resto de la semana! (También dejar de trabajar. Como si hubiesen hecho suyo el castigo divino de: “ganarás el pan con el sudor de tu frente”.
Los lunes por la mañana las mismas personas del viernes se veían de nuevo… Risas ninguna, sonrisas las menos… Lo más, lamentaciones, caras apesadumbradas, maldiciendo el día, el trabajo, las circunstancias del vivir el instante, etc. Y no ellos solos, sino que la mayoría de las personas que visitaban la empresa o fuera de ella, estaban en una situación similar. ¡Para ellos los lunes un calvario!
Él observaba todo esto con cierto desapego. No era partícipe de semejante realidad. Cierto que distinguía el viernes del lunes, cómo no. Pero ahí acababa toda similitud. De hecho tenía una curiosa forma de vivir/contar los días:
-Los lunes: el mejor día de la semana. Le gustaba trabajar y el trabajo que hacía. Chófer. La carga y descarga de material que realizaba le permitía ese ejercicio necesario que le mantenía ágil. Le gustaba conducir/viajar y todos los días realizaba un largo trayecto de reparto. Le pagaban por ello.
-Los martes eran el siguiente buen día y además la víspera de la mitad de la semana.
-Los miércoles: la mitad.
-Los jueves eran la víspera del último día…
-Los viernes, último día de trabajo e inicio del finde. Dándose la circunstancia de que era el único de los 69 miembros de la empresa que libraba los viernes al mediodía… Todos los demás a las siete de la tarde.
Un lunes mientras preparaba sus trabajos oía a unas compañeras de oficina relatarse algunas vivencias del fin de semana con cierta satisfacción. Para a los pocos minutos pasar al estado siguiente, común y repetitivo, de cada lunes. Les hizo una observación:
¿Diríais que el viernes pasado estabais exultantes por la perspectiva del finde siendo en realidad un día más de la semana?
Claro, ―contestaron ellas!
¡Si celebráis los viernes, lloraréis los lunes! Todos los días son iguales. Si magnificáis uno, el péndulo de la vida hará que desvaloréis otro. En realidad sois vosotras mismas quienes tintáis los días, y por extensión vuestras vidas. Ellos son siempre igual. ¡Tiempo! O mejor dicho: ‘instantes!
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Si sales a la calle con escudo (protector) acabará apareciendo la lanza que hace juego con él.
Si proyectas defensas ante ataques inexistentes, estos acabarán apareciendo en consonancia con aquellas.
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28 comentarios:

maria cristina dijo...

Pienso que no hay profesiones aburridas o molestas, sino personas que no las saben encarar con alegría por el deber cumplido, un abrazo Ernesto, hermosa la música, gracias!

lunaroja dijo...

Absolutamente cierto..tanta sencillez y cuanto nos complicamos!
Buen fin de semana!

Maru dijo...

"Si sales a la calle con escudo protector, aparecerá la lanza que hace juego con él" sencillamente genial. Claro que sí, cada instante es digno de ser vivido con pasión, qué lástima desperdiciar días u horas constatando que son perdidas...Un abrazo.

karmen dijo...

Asi tal cual, que bonito que lo expresas.

Para mi la Vida es un regalo, la misma situación para unos puede ser un gozo y para otros un hastio, depende de como lo sintamos o desde donde lo vivimos... Un abrazo.

Yayone Guereta. dijo...

Ciertamente y de acuerdo con dichas reflexiones, empatía total con el chófer, es más, me gustan más los días laborables que el finde, nunca me gustaron los domingos y menos a la tarde en cualquiera estación. ;P

Muxu haundi, Ernesto. :-)

AMALIA dijo...

Desde hace un tiempo, me gustan menos los fines de semana.

Cada día trae una nueva esperanza.

Un abrazo.

CRISTINA dijo...

Pues creo que todo los día de nuestra vida son un regalo, a diferencia de que unos días te gustes más que otros. Lo que esta claro que contra más sencillas son las cosas más las complicamos, vamos que nos empeñamos en hacer difícil lo sencillo.
Ernesto, un abrazo.

Mari-Pi-R dijo...

Cada día hay que darle un animo distinto y con ello la rutina no se implanta y la vida va siendo mas animosa a llevar.
Feliz fin de semana.

Carmela dijo...

Vivir cada minuto intensamente. La verdad es que esperando el fin de semana malgastamos cinco días completos, cinco días que valen tanto como los que esperamos. Deberíamos aplicarnos en vivir todos los instantes.
Las dos frases finales son geniales.
Un abrazo, Ernesto!!

Conxita C. dijo...

Me ha gustado la reflexión que me ha traído tu post.
Al final los días son tan gozosos o desgraciados como nosotros los acabamos haciendo.
Gracias por hacer que lo recuerde, menos quejas y más agradecer todo lo bueno que hay en cada uno de nuestros días, que siempre tengan valor.
Un saludo

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Es cierto, hermano... Cada día, o mejor cada instante, está lleno de bendiciones, de sorpresas, de momentos y en síntesis de vida...vida sagrada

Paz&Instantes de Dicha

Isaac

Elda dijo...

Esas reacciones?, lo más normal del mundo en el que vivimos. No todos los días se viven de la misma forma. Lógicamente el viernes tiene una perspectiva para los trabajadores, estupenda, por lo cual el ánimo es diferente al lunes, donde se sabe que queda toda una semana para volver a disfrutar de un descanso y de una diversión, a no ser esa persona, que los descansos y las diversiones para él, son igual al trabajo, con lo cual todos los días son iguales se llamen como se llamen.
Ya se que lo que destacas aquí, es la actitud con la que se puedan mirar los días… pero esa actitud no siempre está presente, y lo más normal del mundo, es el sentir de los trabajadores que aquí nos refieres, ahora y siempre ha sido así, y me parece perfecto que se distinga lo que hace más ilusión, porque sino, todo sería plano…
Me gustó meterme entre tus letras :)
Un abrazo Ernesto.

Ángela dijo...

Puede sonar raro, pero no conozco el aburrimiento.
Tampoco sé vivir la vida según los distintos nombres de los días.
La vida no es aburrida, la mente sí.
Un gran abrazo Ernesto.

Tesa Medina dijo...

Soy de las que siempre va preguntando qué día es hoy y qué número. Mi despiste va a más desde que no tengo una semana laboral al uso.

Tienes razón, Ernesto, en que nos vamos creando una serie de escudos o lastres que nos condicionan. En mi caso siempre he tratado de aligerar peso. (Ahora también pero más literal, me sobran 5 kilos para mi gusto)

Cuando trabajaba como una persona nomal:

Me levantaba a las 6.15 de lunes a viernes, aunque me acostaba a las 2. Me gustaba llegar al trabajo con tiempo, si el transporte se me daba bien, vivía lejos, me bajaba dos o tres paradas antes y llegaba caminando al trabajo, de buen humor.

Mis compañeros siempre me decían que de donde sacaba tanta energía y vitalidad y yo les decía "es que no hago planes, vivo al día y siempre me propongo que cada día sea mejor que el anterior"

A veces era estupendo y otras lo peor, pero yo no se lo ponía fácil al destino, que se lo currara como yo.

Así que imaginarás que salgo a la calle sin ningún escudo.

A mí la única lanza que me atrae es la de Don Quijote arremetiendo contra los molinos de viento.

Muchos besos, Ernesto, siempre nos haces reflexionar.

MaRía dijo...

Supongo que con los años uno aprende a valorar los instantes
sin numero ni nombre
cada instante es unico y nos arropa de sensaciones

buen fin de semana

Noite de luNa dijo...

Creo que todos los días son iguales. Es la vida que le damos cada uno lo que hace diferente un lunes de un viernes.
Los años, creo es, lo que iguala la vida y el aburrimiento

Besos

Sneyder C. dijo...

Todos los días tienen algo especial, aunque hay días que queramos olvidar. Vivamos el momento porque ese instante nunca mas lo vamos a atrapar. Porqué andar en divagaciones con lo deprisa que pasa la vida….


Un cálido abrazo Ernesto

Marina-Emer dijo...

Creo que el trabajar es distracción y salud...yo soy mas feliz con mi trabajo ...
bueno , quizás según que trabajos ...
feliz lunes amigo y te dejo un gran abrazo.

virgi dijo...

Yo salgo sin escudo, a pecho descubierto.
En cuanto a los días de la semana, como me ha gustado tanto mi trabajo, tampoco me preocupaba mucho si era martes o jueves..
Besitos besitos

MAR dijo...

A mi ahora me gustan harto los lunes porque es el único día que viene la señora que me ayuda en la casa :) aprovechamos de conversar y después yo solo mantengo ....genial!!!
Bueno y cada día tiene su gracia y espero no desgracia.
Un abrazo grande para ti y un sin fin de buenas energías para tu vida.
mar

MoniRevuelta dijo...

Que blog tan bello, muy buenas sensaciones, y sabias reflexiones. Me gusta mucho su filosofía; yo soy algo más "polar", para según qué cosas...por eso me convendrá leerte a menudo:)
Gracias Ernesto,
Un abrazo!

Maripaz dijo...

Es muy importante la actitud a la hora de vivir la vida. Los días como bien dices son los mismos, pero quizá para no caer en la monotonía, convenga recuperar la ilusión del fin de semana de aquel que trabaja. No es mi caso, pues ya estoy jubilada. Pero es mucho el ánimo que se pone en todo.
Una entrada para reflexionar, que al final, lo que cuenta es que tenemos días para vivir la vida y merece la pena intentarlo, ya sea, lunes, martes o miércoles...
Un abrazo, Ernesto.

Olga i Carles (http://bellesaharmonia.blogspot.com dijo...

Amor y Sencillez ante todo.

Abrazos.

Marijose dijo...

Un placer leerte, a mi me gustan los lunes, (menos el de ayer que estaba resfriada)pero cualquier día puede ser maravilloso, sea martes o viernes
Un abrazo

María Socorro Luis dijo...


Pera mi, desde que no trabajo cumpliendo un horario, todos los días me resultan igual de interesantes y trato de vivirlos al máximo, en cada momento. Y se me pasan volando.

Gabon, Ernesto, lindos suelos.

chusa dijo...

es verdad, cuánta gente que se queja los lunes jaja, yo me quejo cuando toca el despertador a las 6 porque me encantaría acurrucarme media horita más aunque la verdad es que después del duchazo que me doy ya me despejo y afronto el día con positividad. No me gusta escuchar quejas, prefiero echarme unas risas. Y cuando llegan las vacaciones, viva la vida!
Muy buena entrada, tengo que volver por tu cayado porque veo que has estado muy fecundo en este otoño
de momento te dejo aquí un abrazo de buena semana, amigo Ernest

Un Colibrí Viajero dijo...

Interesantisimo!! senti por momentos un deja vu y sonrei, afectuoso abrazo!!!

SÓLO EL AMOR ES REAL dijo...

Si, hermano, todos los vagones llegarán a tiempo a la estación...Así lo ha dispuesto el Gran Maquinista

Paz&Hermandad

Isaac