sábado, 8 de abril de 2017

...más allá del recuerdo.

...más allá del recuerdo... ¿son?

No podría negarse que algo se mueve en el mundo… Un sonido sostenido que emerge en el valle, principalmente en las primeras horas del día cuando la aurora no ha hecho acto de presencia todavía, advierte de los cambios que se avecinan… ¿Qué es ello? ¡Un misterio!

Cientos de sonidos entre cantos de pájaros, el fluir del río de la vida, el murmullo de la brisa entre ramas y hojas de los árboles anuncian algo… ¿Qué será?

No hace tanto era el silencio, roto por el canto otoñal del mirlo y el colirrojo, el que se extendía por páramos y praderas, senderos, cauces y montañas. Más tarde el ulular del «cierzo», «la tramontana» y los «alisios», barrieron campos y aldeas, ciudades enteras... Antes de que el manto blanco de Diciembre cubriese y silenciase la tierra.

Las doce campanadas de final de año anunciaban… ¿anunciaban algo?… ¡El final de «nada» seguro! Pues a un cierto nivel de realidad, conciencia, despertar, nada finaliza pues nada comenzó!

Bueno… no sé si le entiendo algo… ¿qué quiere decir con eso de que nada termina o empieza, es una adivinanza, un juego?… Además, ¿no habla de algo misterioso que parece llegar?
No no, nada de juegos o adivinanzas. Ya hay bastantes de ambas cosas!
¿Entonces?…
Lo que usted percibe como empiece o final de algo no es real. Es sólo apariencia.
¡Hombre!, ¿sólo apariencia?… Yo veo terminar el día al atardecer y empezar de nuevo por la mañana, los meses, el año, las estaciones. La pleamar, la bajamar…, las rebajas de Enero… ¡La vida! He visto llegar y marchar, nacer y morir, estar y ya no estar… ¡Todo esto no son apariencias!
¡Qué sino! Todo lo que señala es sólo lo que usted percibe, no lo que realmente «sucede». La tarde que «muere» o el día que «nace» eran, entre otras, expresiones del poeta Machado. Bellas y sentidas palabras que trataban de reflejar lo que éste veía y sentía en «su» Soria de Leonor… Pero ello no impedía que la Soria de aquellos tiempos no fuese la tierra maldita de los «Alvargonzález». O la bendita de los «pequeños huertecillos» y «humildes abejares».

En la desesperanza y en la melancolía
de tu recuerdo, Soria, mi corazón se abreva.

Tierra de alma, toda, hacia la tierra mía,
por los floridos valles, mi corazón te lleva.

16 comentarios:

Mara dijo...


Buena lección Ernesto. Es lo que percibimos no lo que realmente sucede en una palabra "apariencias". Un abrazo.

Elda dijo...

Me encanta el principio del relato por la exposición tan hermosa e incluso romántica, que es como me ha sonado. Precioso.
De lo demás no digo, pues nada que ver con mi realidad.
Un abrazo, y disfruta de... todo :))

Conxita C. dijo...

Es que todo acaba siendo nuestra visión de la realidad, no la realidad y por eso un mismo hecho explicado por personas puede llegar a ser tan distinto, son las "gafas" que nos ponemos para mirar y la interpretación que cada uno hacemos de los hechos.
Un saludo

maria cristina dijo...

Una realidad que puede ser diferente para cada uno, mirando hacia atrás, en mi años jóvenes, veía las cosas muy certeras, ahora estoy dudando de todo lo que veo, pero para verlo mejor, un abrazo Ernesto!

lunaroja dijo...

Ah, qué bueno! Es la percepción de cada uno la que "fabrica" la realidad no? POr eso no hay dos realidades iguales. El fluir del tiempo y su percepción también es absolutamente personal, no hay comienzos ni finales,todo es el fluir de la vida,de lo eterno.

mariarosa dijo...


Que buena entrada ERnesto, es un bajarnos a pensar y ver o creer ver la realidad.
Te dejo mi admiración, me deslumbraste.

mariarosa

mariarosa dijo...

Las imágenes me han impactado, he reconocido a Antonio Machado, pero no sabía quién era la joven. Busque por Google y encontré a los dos y su biografía. Me emocionó la vida de este gran poeta. Gracias, he conocido dos seres que hasta hace una horas eran desconocidos, en parte, para mí.

mariarosa

AMALIA dijo...

Cada persona lo percibe de una manera. Quizás según el estado de ánimo.

Bonito recuerdo para el gran Machado y Leonor.

Un abrazo.

Marina-Emer dijo...

Buenos días Ernesto.
gracias por tu visita y comentario es un placer ser tu amiga...
perdona no te digo mas ....otro rato nos vemos
un gran abrazo

Ángela dijo...

Posiblemente la apariencia, la ilusión, sea el mayor obstáculo para ver lo que realmente somos.
La desconexión con esa ilusión es como si faltara el suelo bajo nuestros pies.
Pero nada es lucha y sí aceptación. Cuando uno cambia todo a su alrededor cambia.

Antonio Machado, único, el de la poesía sencilla, sublime y bella. Iré como todos los años a Soria. Allí, y en mi, en sus calles, en el Duero... sus palabras viven y laten.


Precioso tu texto Ernesto, me encanta sobre todo el principio, será mi alma en tramontana.

Un abrazo.

MAR dijo...

Ameno y entretenido como siempre como siempre.
Un abrazo grande.
mar

Mari-Pi-R dijo...

El ver tal como sucede sin emociones e ilusiones es ir dejando pasar el tiempo sin vivirlo muchas veces con lo cual es bueno percebirlo y sentir los cambios de cada instante.
Una buena Semana Santa.

Joaquín Galán dijo...

Interesante.Solemos distorsionar la realidad porque ya nos la explicaron antes de que sucediera y cuando esa realidad se hace presente la vemos con los ojos del recuerdo o de la experiencia pasada,no con los ojos reales. Somos incapaces de deshacernos de los prejuicios acumulados en nuestra mente a lo largo de los años y eso hace que le pongamos etiquetas a todo,etiquetas como malo y bueno,luz y oscuridad,principio y final,feo y bonito...cuando en el fondo todo es relativo y por tanto depende "del cristal con qué se mira" como decía otro poeta,Ramón de Campoamor.

Abrazos Ernesto

María Socorro Luis dijo...


Dejando aparte las reflexiones existenciales-filosóficas, cuanta poesía!!!

Hoy he descubierto tu faceta de poeta, definitivamente. te felicito.

Mi abrazo de siempre, Ernesto

MoniRevuelta dijo...

Que bello recuerdo a Soria y a Machado...Pues claro que sí, la realidad no es nada, nada existe si una mente no lo percibe, si unos ojos no lo añoran, y aún así, cada realidad es distinta:)Y menos mal.
Preciosa entrada, amigo, un abrazo Ernesto

chusa dijo...

es bonito ese despertar de la naturaleza en el valle en el momento de la aurora sin que nada acabe porque empieza de nuevo, el recuerdo de la facultad revivido al leer los emotivos versos de Antonio Machado, el Poeta, ayer igual que hoy...

y yo, de nuevo en tu casa, con la brisa de la mediatarde,
ahora me vuelvo hacia la mar 🐬
ciao,ciao!