domingo, 30 de diciembre de 2018

¿Qué título le pongo a esto?...



Con la misma naturalidad que en Semana Santa la mayoría de ciudadanos de este país sale de vacaciones, millones de desplazamientos, atascos en carretera, ocupación hotelera, etc., así de natural también, días festivos, se suelen tomar las Navidades. Atrás quedaron aquellos ambientes navideños de zambomba y pandereta, pasas e higos secos, peladillas blancas y mazapán artesano, y un turrón duro al que había que desmenuzar con el martillo de casa. Años 40 y siguientes… Hasta que la “modernidad” nos dio, nos fue dando, esa capa de barniz que hoy nos hace “brillar” con los millones de luces que alumbran las ciudades en estas fechas. Barniz que en parte nos aísla de aquel mundo sencillo y natural que muchos conocimos.

Quien esto escribe nació en el 48. Y no siento nostalgia alguna por aquella niñez y juventud… ¡Tiempos pasados! En la madurez me hallo. ¡¡Que más allá que en la memoria no existen!! Y menos considero que fue/será mejor que la época que les toca vivir a mis dos nietas, Ziara 7 años y Naia 14.

Creo, , que cada tramo de vida, nacimiento y “vuelta a casa”, de cada ser que llega a este mundo, escuela, vivirá/enfrentará su propio curso, lecciones, alegrías, vicisitudes y avatares. Y todo ello, si bien será el contexto en el que se desarrollen, no estará necesariamente sujeto a las decisiones del G-20, G-8, G-7, G-5, Fondo Monetario Internacional, Unión Europea y ese país representado hoy por la “zanahoria”. Cierto que todo esto, y más, puede parecer que dirige y controla este planeta. Y puede que lo haga en esta época nuestra… Pero esto que llamamos “nuestro mundo”, y sus valores, no es ni tan siquiera un grano de arena en la inmensidad de todas las playas del planeta. ¡Ni uno solo!

Y aún así, planeta, galaxia y Universo, no serían nada en comparación a la realidad que cada ser que “llega” es! Está claro que hace falta una nueva comprensión, ¡individual!, para alcanzar ¡lo que ya se es!

¡Despertar es la vía!… Pero también para ello es necesaria otra voluntad. ¡Que siempre está presente, si bien no acabamos de encontrar!

Oiga, ¿no podría ser algo menos denso en estos últimos días del año. Algo más desenfadado, suelto, trivial? ¿No hablaba usted de zambombas y peladillas al principio, belenes y villancicos, alegría, inocencia y despreocupación? ¡Pues súmese a ello! ¡Ponga el champan a enfriar, y deje que las campanadas hagan su función... esperada!
¡Despertar!
Bueno, no diría yo que la cosa vaya por ahí… Y no sé si no será más bien al contrario… Pero en fin, la vida sigue!
¡Cierto!… Y por ello ya lo tengo enfriando… Y haremos chn chin entre las copas a juego con el... tam… tam… tam… de la Puerta del Sol.

¡Feliz Noche y feliz día siguiente!


domingo, 23 de diciembre de 2018

Dan las dos y media...

 
No han cambiado mucho con los años...
Un padre, una madre, una hija adolescente… Unos abuelos muy cercanos.

-Estando los tres juntos deciden que el padre recogerá el último día de clase a la hija a su salida de la ikastola (escuela).
-Posteriormente el padre llama a la hija, no a su madre, y le dice: “he recordado que ese día tengo comida de empresa y no voy a poder recogerte.”
-La joven se queda con la información, y tampoco dice nada a su madre, dando por sentado que ya su padre lo habría hecho.
-Al día siguiente y mientras las dos hermanas, 7 y 14 años, se despedían de sus aitites (abuelos) por la mañana para coger el autobús de clase, la adolescente le dice a su amana (abuela): “salgo a las 14:30… me recoges”. Palabras que la amama no oye, sí su aitite.
-Éste tiene una cita en Bilbao y regresa a eso de la una del mediodía. Se toma un pintxo y un Rueda… Y recoge a su esposa en el trabajo. (Se hubiese quedado a tomar algo más pero, como había que recoger a la nieta…)
-Una vez ambos en el coche y en dirección a su casa, éste le recuerda el compromiso de recogerla… A lo que la amama le dice que no la tienen que recoger ellos. Que su madre le ha confirmado esa misma mañana que la recogerá su padre… (la madre ignora la conversación del padre con su hija el día anterior…) El aitite refunfuña que de haberlo sabido se hubiesen quedado en Durango a dar una vuelta y tomar algo.
-Llagados al pueblo donde viven todos, los aitites se juntan con unos amigos en la plaza.
-¡Dan las dos y media!…
-A los diez minutos llama la madre: “que nadie ha ido a recogerla…, que el padre tiene comida y no puede, que la recojáis en casa de su amiga Ana...”
-Como la nieta no tiene el móvil, y ellos no saben dónde está la casa, llaman de nuevo a la madre. Ésta les dice que les envía un teléfono por whatsapp. Puesto que es el teléfono de la amiga de la hija desde el que ha llamado a su madre, y después lo ha vuelto a apagar, vuelta a llamar a la madre por parte de los aitites. Pero ya ésta comunica, no lo coge, está fuera de cobertura, etc.
-El aitite, no sabiendo con antelación que el padre ya había acordado con su hija, solo con ella, que no podría recogerla, y conocedor del paño que la familia se gastan… dice qué no es posible que si el padre ha quedado en recogerla, no lo haya hecho.
-La amama, que no se había enterado que la nieta le había pedido que la recogiese ella, sugiere que tal vez el padre esté trabajando todavía… A lo que el aitite vuele a afirmar que no es posible que si el padre hubiese sabido que no podría recogerla, no haya avisado a nadie.
-La nieta esperando, el padre de comida, la madre sin conexión, el teléfono de la amiga apagado… Cierto que la adolescente podía haber avisado a sus aitites! Y…
-...El matrimonio amigo que estaba con estos les confirma que el nombre de Ana dado junto al teléfono por wahatsapp, no es el de la madre de la amiga, sino el de la hija, y que ellos sí tienen dicho teléfono de la madre.
-Llaman…, quedan en recogerla, la recoge su aitite y, haciendo risas con ésta mientras regresaban al comentarle éste que su amama no se había enterado del encargo de esa mañana: “amama ven a buscarme”, y otras anécdotas de la familia, a la que su aitite llama: “telerín”, familia telerín, razones tiene para ello, llegan a destino!

Y colorín colorado esta historia… ¿se ha acabado?…, ya os aseguro yo que no!

¡¡Telerín telerín… cabalga sin fin!! :)))))

Y a todos vosotros, amigos, y lectores ocasionales, amigos también, desearos que despidáis este año que termina con alegría. Y que si bien pudo ser mejor, seguro que ha supuesto muchos momentos de satisfacción. Y los que no, pensad si no encerraban en sí mismos alguna lección para vosotros.

Y no olvidéis también que no hay tal año nuevo… Tras las campanadas de media noche del 31, comienza un día más. ¡Uno solo! Haced de cada uno, uno a uno, algo satisfactorio.

¡Casi todo está en vuestra mano!

Abrazos.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

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Feliz Navidad Feliz Navidad...

Así reza la canción que en estas fechas oiremos por todas partes… Como antaño, de cuando niños, aquellos entrañables villancicos que nos envolvían en un ambiente navideño que hoy parece bastante deslavado. Cierto que nuestra edad de entonces, nuestra inocencia, la sencillez con que se vivía en aquellas épocas, hacía todo mucho más natural…

Matizo! Ayer vi unos gorriones picoteando algo en la calle y… no encontré diferencias con los que, en el patio del colegio, cuando ya las clases habían acabado, intentábamos cazar con trampas.

¡Los gorriones de ayer nada habían cambiado! ¿Y entonces?…

¿Entonces qué? ¿Qué le inquieta? ¿El mundo, la gente, qué?
Bueno, en realidad no me inquieta nada y menos me sorprenden los cambios de la gente, la humanidad en su conjunto, el mundo… Principalmente porque esto es la realidad de hoy. Por otra parte, si bien la suma de todos… los granos de arroz de un paquete conforman una multitud... (multitud: de granos de arroz, de gente, de cosas, etc.), es más cierto que cada grano, gente, cosa, tiene su propio valor, su realidad única, distinta.
¿Usted cree?
¡No le quepa duda! El mundo, éste, la gente, actual, las cosas de hoy, puede que deriven hacia sus propias metas, aparentemente sin mucho sentido, insustanciales. Pero, por darle un dato, le diré que mis dos nietas, 7 y 14 años, si bien en el mundo, integradas, cultivan ya, sin ser muy conscientes de ello, sus propias huertas… (valores, realidades, evolución...). De las que mañana se alimentarán!
¡Vaya, se diría que preconiza usted las diferencias como motivo de cambio!
¡Sin duda! Un conglomerado de inconscientes (la sociedad, humanidad, mundo actual), por grande que sea y crea que hace las cosas bien…, no es más que la suma de cada uno de sus integrantes.
¡Ellos conforman su mundo… de zambomba y pandereta! ¡¡La vida real, ¡la de cada uno!, va por otra parte!!

¿Feliz Navidad? ¡Mejor Felices Fiestas a todos! ¡¡Y un gran abrazo!!

miércoles, 12 de diciembre de 2018

YO SOY ESO.

Sri Nisargadatta Maharaj. (YO SOY ESO)


.-La realidad es un misterio profundo y oscuro. No puede verse, pero Es, mientras todo lo demás meramente ocurre...".

.-El mundo no es más que un espectáculo, brillante y vacío. ¡Es!, y sin embargo no es.
Está ahí solo mientras yo quiero verlo y tomar parte en él. Cuando dejo de interesarme, se disuelve. No tiene ninguna causa y no sirve a ningún propósito. Solo acontece cuando estamos distraídos.
Aparece exactamente como aparece, pero no hay en él ninguna profundidad, ni significado. Solo el espectador es real, llámele Sí mismo.

.-Usted no necesita saber todos los «porqué» y los «cómo», no hay ningún fin para las preguntas. Abandone todos los deseos, mantenga su mente en silencio y usted descubrirá...”.

.-Mientras usted tenga la idea de que influye en los acontecimientos, la liberación no es para usted. La propia idea del hacer, de ser una causa, es un cautiverio...".

.-Saber que eres prisionero de tu mente, que vives en un mundo imaginario que tú mismo creas, es el principio de la sabiduría...".

.-Solo aquellos que son sensibles y observadores o se han enfrentado a una crisis en la vida se dan cuenta de la futilidad de todo. Así comienza la búsqueda de tu verdadera identidad y del significado de la vida...".

.-¿Cómo viene al ser la personalidad? Por la memoria. Identificando el presente con el pasado y proyectándolo en el futuro. Piense en usted mismo como momentáneo, sin pasado ni futuro, y su personalidad se disuelve...".

Nisargadatta Maharaj - Citas

martes, 11 de diciembre de 2018

Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

 

El Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

¿«Quién no ha oído hablar, leído o vista la obra de Robert Louis Stenvenson?: El Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Escrita en 1886, relata la experiencia de un hombre que vive dos realidades. La propia y en la que se transforma. Jekyll es un científico que crea una poción o bebida que tiene la capacidad de separar la parte más humana del lado más maléfico de una persona. Cuando Jekyll bebe esta mezcla se convierte en Edward Hyde, un criminal capaz de cualquier atrocidad. Según se cuenta en la novela, en nosotros siempre están el bien y el mal juntos».


1984.

«Novela escrita por George Orwel entre 1947 y 1948. La novela introdujo los conceptos del omnipresente y vigilante Gran Hermano o Hermano Mayor, de la notoria habitación 101 de la ubicua policía del pensamiento.
Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana, una sociedad donde se manipula la información y se practica la vigilancia masiva y la represión política y social. El término «orwelliano» se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la novela». (Extraido de Wikipedia)


Ambas obras literarias son eso, creaciones de dos escritores destacados, cada uno en su género. El primero porque señala esos dos lados del ser humano. (En realidad tenemos miles…) Y el segundo por su clarividencia al relatar, 70 años antes, lo que sería/es, tal vez, parte de la humanidad actual. (Alguna parte de la sociedad de este país, casi casi como un calco)

Me sirvo de los dos relatos para intentar apuntar dos aspectos del ser humano. 
 
El primero, la capacidad que tenemos de vivir, o interactuar, entre realidades distintas. Lo que somos, lo que creemos que somos. Lo que es, lo que creemos que es. (El “lo que somos” y el “lo que es” tiene una intencionalidad, realidad, que va más hacia lo trascendente que al color de los zapatos, lo que creemos que somos, que nos hemos puesto hoy)

El segundo, por ese paralelismo calcado de la sociedad descrita por Orwel y las actuales en muchas partes del mundo. En la nuestra, como digo, “más papistas que el Papa”.

La deriva dialéctica de los discursos de muchos políticos, ¡no todos naturalmente!, (y algunos medios de comunicación…, creado alguno especialmente para ello, Okdiario del sr. Inda, por ejemplo), que pretenden mediante falsedades, medias verdades, barullo, estridencias, manipulación de los hechos y tergiversación de la realidad, (también se valen de cierta limitación de análisis de muchos ciudadanos, por una parte, y de otra cierta facilidad para aceptar conceptos patrióticos que nada resuelven, pero sí identifican a algunos con sentimientos que suelen acabar enfrentando a unos contra otros.

¿Quienes ganan, pretenden hacerlo, a río revuelto en el panorama político? 
 
-En EEUU, Donal Trump.
-En parte de Europa, la extrema derecha… (Emmanuel Macron, Francia, no siéndolo, no anda lejos en sus pretensiones y métodos...)
-Por estos lares, quienes “perdieron” por méritos propios de corrupción, manipulación y delitos varios, y quienes tratan de irrumpir con valores trasnochados y de retroceso social.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Emborronando la página en blanco...

No ha habido ocasión de estrenarlos con lluvia...
Tenía dos pares de zapatos. Verano e invierno/de lluvias. Y así durante mucho tiempo… Y siempre “supe” que los de invierno durarían mucho mucho. Fuertes, duros, con estilo. Pero…

Hice un viaje a Madrid, y a la vuelta, cuando estaba metiendo la maleta y demás cosas en el maletero del coche, dejé un momento la bolsa de los zapatos en el suelo y… ¡Ahí se quedó! Una bolsa solitaria en la calle a las cuatro de la madrugada.

Y hablo de algunos meses atrás. Finales de verano. ¿Y dónde encuentras zapatos de invierno en verano? ¡A esperar!

Verano/otoño sin casi lluvias me permitió sortear el usar solo los de verano… (los únicos que tenía). Y, haciendo risas con una buena amiga, natural de Lavapies, (uy, ahora caigo en cuenta que hablando de zapatos nombré también Lava-pies jajjajajajaja…)

Total, que llegó la hora de comprarlos. El Corte Inglés, dos pares, de vestir/elegantes/invierno, y el otro par igual de “chic” pero más de agua y frío.

De esto hace ya más de un mes. Y llover a llovido pero… cada vez que me disponía a salir a la calle, dejaba de llover! Y claro, para qué estrenar zapatos nuevos, sin causa, si los de siempre son tan cómodos…

Bueno, este domingo ya me decidí a ponerme los primeros unas horas. Hay que ir adaptándolos… Y no, todavía no los ha mojado la lluvia.

Y eso es porque el cielo me cuida :)))))

¡A ver, qué sale de casa!… ¡Qué pare la lluvia!

Y así estamos!!

Hoja en blanco...



Desvelado, con algo de calor… Me he levantado de madrugada y… aquí estoy. Sin una sola iniciativa sobre la que escribir…

Nada. Mente en blanco.

Sin sueño… O por lo menos sin ganas de volver a la cama.

Voy a preparar el té verde del desayuno. Y tal vez me prepare un descafeinado para entretener el tic-tac del reloj.

martes, 27 de noviembre de 2018

La realidad... a la carta!



Todos en algún momento hemos “creado” realidades, al gusto o bien por necesidad puntual… No es inadecuado cuando eres un niño de corta edad, 7 años por ejemplo, tal mi nieta Ziara, cuando se pone a interactuar, jugando ella “sola”, con otros personajes ¿inexistentes? La mayor, Naia, jugaba de pequeña con una gruesa guía de teléfonos a la que sentaba en una sillita con ruedas de llevar muñecos y la paseaba por la casa.

Pero cuando ya has traspasado ciertas etapas en tu vida, ciertas edades, esos juegos deberían quedar atrás. Como atrás quedaron los pañales que tu madre te ponía.

Era una joven encantadora, guapa, de pelo negro, largo y ondulado. Simpática y risueña. Era, es, la hermana menor de la mujer de un amigo suyo. También los padres de ellas lo eran. Por ello, en un principio, entró a trabajar como dependienta, y por méritos propios después siguió, en la tienda de ropa.

Pasaron algunos años y… se descubrió que faltaba dinero en caja casi diariamente. Puesto que había más dependientas, hubo que averiguar quién. ¡Y resultó ser ella!

Cogía pequeñas cantidades que posteriormente jugaba en las máquinas tragaperras…

El dueño, y amigo de la familia, habló primero con su amigo y posteriormente ambos con los padres. Ella asumió los hechos y todos lo aceptaron…Y se calculó que podría haberse llevado a lo largo del tiempo cierta cantidad…. Que quedó reducida por el propietario a una cantidad muy inferior, a devolver. Ella dejó el trabajo!

Y no es necesario que lo hagáis ahora, ─eran los meses de verano y la tienda se cerraba por vacaciones─, ya lo haréis en otoño, ─les dijo a los padres por mitigar el disgusto─. 
 
Pero pasó el otoño y empezaron a oírse los primeros villancicos de Navidad… ¡Y nadie había pasado a pagar!
Quedó con su amigo para ver qué pasaba…

¡¡No van a pagarte!!
¿ Y eso?…
Si hubieses cobrado al principio, no había problema, pero ahora, sí pagan es que asumen los hechos del hurto… Y no lo van a hacer!
Bueno, dile a tu suegro, ─padre de ella─, que desde mañana potearemos juntos (potear: tomar unos vinos en cuadrilla en los bares). Según entren en el bar, iré detrás, y le preguntaré delante de todos que cuándo va a pagar lo que su hija se llevó. (Algo así como el “cobrador del frac” pero sin chistera). Y así un bar tras otro… Un día tras otro!
¡Pues te vas a arriesgar a que te den una “hostia”!, ─le respondió su amigo─.
¡Es posible que me den la primera!… ¡Pero calcula tú las que suelto yo después!

¡Esa misma tarde pasaron los padres por la tienda a pagar la cantidad acordada!

(Al “burro” no hay que darle palos para que entienda, eso ya lo tiene asumido, está en su naturaleza. Al “burro”, para que “entienda”, tienes que “rebuznar” como él. ¡¡Eso le rompe el esquema mental!!)

viernes, 23 de noviembre de 2018

María de la O.


¿Son las herencias malditas o castigo de Dios?

Me decía una buena amiga lo siguiente: “¡que pena, una familia tan unida y hoy unos enfrentados contra otros por la herencia de la abuela!

¿Es así, es así en muchos casos? ¿La mayoría, la minoría? ¿Es la llegada del dinero, el patrimonio, causa de desavenencias familiares?

¡¡Muy posiblemente!!

¿El dinero?… ¡Pero hombre de Dios cómo va a ser el dinero de una herencia causa de enfados y enfrentamientos en las familias!
El dinero en sí puede que no… Pero que el reparto de muchas herencias es la razón de rupturas, discordias y hasta enfrentamientos judiciales entre hermanos, parientes, etc., no lo dude.
¿Está maldito el dinero entonces?
Claro que no. El solo es el elemento que mezclado con la condición humana produce estas situaciones.


(Canción...)
Mardito parné… mardito parné…
que por tu curpita…
(…)
Castigo de Dios… castigo de Dios…

lunes, 19 de noviembre de 2018

Que viene que viene...

 
Palma de Mallorca, 1954, contaba el pequeño 6/7 años. Todos los días recorría a pie, y solo, cierta distancia a través del campo hacia la escuela. Algarrobos, almendros, higueras, granados, jalonaban el camino sirviéndole de entretenimiento y compañía. Le gustaba trastear con la resina que rezumaban los almendros, hacer que los palitos que ponía sobre los charcos los cruzasen como si de barcos en el océano se tratase. Oía el canto de los pájaros, veía el vuelo de las mariposas, abejas, insectos. Las figuras inmensas que las nubes construían en el cielo sobre su cabeza. Las casas de campo, con sus pozos delante de la puerta, las huertas, las praderas con ganado, etc. Fluía con la vida natural, y por ello inteligente, si es que la naturaleza admitiese este adjetivo, ¡que no lo necesita!

Así transcurría su vida. Tranquilo, seguro, sin temor alguno. ¡¡A qué habría que temer!!

Hasta que llegó la ignorancia, disfrazada de bienintencionada. Es curioso, casi siempre llega con este disfraz, inocente, cuando la realidad es que sus consecuencias son como las de la peste. ¡Devastadoras!

Una mañana en clase, la monja que hacía de maestra, les “previno” de que si en alguna ocasión un hombre subido en un carro les pedía que subiesen, no lo hiciesen pues era el demonio. Acabó la clase y todos los peques, sin tener en cuenta la advertencia, salieron de nuevo al mundo… Pero el mundo ya no era el mismo. Ahora había “demonios”. Cuando se habría alejado del colegio unos cien metros, un hombre, mayor, subido a un carro le preguntó por una dirección, alguna casa de campo, el niño le indicó el camino… Y el hombre viendo que llevaban la misma dirección le dijo que si quería subir al carro…
 
Despavorido, gritando, llorando, dio media vuelta en dirección al colegio y aporreando la puerta con ambas manos gritaba que el demonio quería llevárselo. Horas después, y viendo llover copiosamente tras los cristales de la clase vacía, esperaba que su padre viniese a buscarle. Tiempo más tarde supo que el carretero le había seguido hasta la escuela, tan asustado como el propio niño, para comunicar a las monjas lo sucedido. 
 
No recuerda que el camino fuese diferente a partir de ese día… Tal vez todo quedó, en ese trayecto, olvidado. Pero si sabe hoy que desde ese día conoció el miedo… Y, de alguna manera, condicionó aspectos de su vida. 

Por cierto, nunca el demonio llamó a su puerta, ni en carro ni en bicicleta… ¡A qué pues “prevenirle”, asustarle, cargarle con las cadenas de la ignorancia de los adultos y sus miedos irracionales! 

Un comentario oído en la parada del autobús entre dos mujeres en el sentido de que “más vale prevenir que lamentar”, en relación a “asustar” a los niños para que “eviten” hipotéticas, e improbables, situaciones de “riesgo” en sus vidas, trajo a su memoria la experiencia vivida… 

¡¡Y no, nunca introdujo el miedo ni en sus hijos ni en sus nietas “previniéndoles” de cosa alguna!!

miércoles, 14 de noviembre de 2018

¡Adiós!


Su significado literal sería el antiguo: “vaya usted con Dios”. Palabras en desuso excepto en pueblos y utilizadas principalmente por la gente mayor. Y hasta el actual “adiós” empieza a ser sustituido por otras expresiones, entre ellas, la que parece extenderse por todas partes: ¡chao!

Considero que la palabra “adiós” no solo tiene su valor de significado sino también cierto encanto en lo que sería: “hasta luego, hasta la vista, hasta otro día…, hasta siempre”, etc.

Y sin embargo en su acepción más dura, ¡el adiós es tajante!, corta relaciones, amistades, parentescos, todo lo se le ponga por delante.

¿Es este segundo “adiós” algo que surge de la noche a la mañana entre las personas? Excepto en encuentros puntuales del día a día, malavenidos, no lo creo. Y sí que puede ser el colofón de un proceso, que puede que no se sepa bien cuando comienza, pero que tiende a acabar como el rosario de la aurora.

Distanciamientos, desavenencias, rupturas, “una y no más Santo Tomás”, etc., suelen darse con el “santo y seña” del adiós. Punto final que sintetiza movimientos y actitudes previas, generalmente utilizadas por todos los participantes. Si bien la mayor intensidad y actuación, suele provenir, en un principio, de una de las partes.

Palabras inadecuadas, gestos fuera de lugar, desencuentros repetidos, faltas de respeto que no se valoran como tales, etc., son el caldo de cultivo de estas situaciones. Que una vez iniciadas, no suelen tener buen final.

¿Diría que ese “segundo adiós” del distanciamiento y las desavenencias es algo negativo, que habría que procurar evitar, prevenir con un mayor diálogo, comunicación , etc.?
Creo que suele darse ese intento de prevenir el adiós, la ruptura definitiva, el “si te he visto no me acuerdo” pero… cuando los intentos se vuelven infructuosos… es mejor dejarlo estar.
Permítame una última pregunta… ¿cree usted que una disculpa a tiempo, un lo siento, un “no me di cuenta”, podría mitigar las consecuencias?
¡Podría sin duda!… Pero no suele ser frecuente… Es una “rara avis” difícil de ver! Debe tener en cuenta que si bien usted ha podido hacer “nada”, al otro su “nada” no le ha sentado nada bien.

jueves, 8 de noviembre de 2018

¿Y por qué canta el pájaro?



Hay enseñanzas en la humanidad, simples frases a veces, que son auténticos postes indicadores de la verdad, la realidad y el “lo único que hay/eres”. Las hay a miles y miles… También están las otras, las huecas, las superficiales, las inútiles, las de moda, las de “hoy para mañana”, multiplicadas hasta el infinito.

Las primeras, escogidas, el grano entre la paja, producto de la sabiduría natural. Resguardadas, que no escondidas, para quienes se adentran en su búsqueda, o bien les ha llegado la hora de topar con ellas.

¿Las segundas?… Observa a tu alrededor la vorágine de sin sentido en la que se encuentra la mayor parte del mundo, tu contexto más próximo… tú mismo, tal vez.

simples frases a veces”...

Ésta que sigue está extraída de una tira de cómic publicada en la última página de un periódico cualquiera. ¡Y dice tanto!

Se ve a Sócrates paseando por los pasillos de una gran superficie comercial, supermercado, mirando todos los productos expuestos en las estanterías. Y según llegaba al final de las mismas, exclamaba para sí:

Hay que ver la cantidad de cosas que hay que no necesito”.

Un cómic, un cuento, una fábula… ¡una parábola bíblica! Unas palabras que llegan hasta ti y dejan huella. Una enseñanza, una guía, una advertencia… ¡No una imposición! La sabiduría, el despertar, no se imponen. ¿Cómo podría imponerse algo que tú ya eres?

Es cierto que mientras permaneces dormido, incluso en el sueño de cada noche, tus facultades están mermadas. ¡Eres!, pero no eres el todo de cuando estás despierto. Tu vida entonces se desarrolla en sueños… mentales. ¡No “reales”! No te mueves de la cama pero viajas por todo el mundo, vuelas, navegas, ríes o lloras, haces cosas increíbles…, e inútiles, pues tú y tu cuerpo permanecen sin moverse. Y sin embargo estás vivo… Y si tienes una pesadilla, sufres… por nada, pues ella no es real.

¿No se parecería esto, el dormir, el soñar, con la vida que llevas cuando estás despierto? ¿No será la vida que llevas, despierto, el sueño de una vida más profunda, más real, a la que todavía no has despertado? ¿No sientes que te sobran infinidad de cosas, ideas, conceptos, creencias, algo de “no saber”, valores huecos… Y por lo que te afanas día tras día, vida tras vida?

Curiosa su apreciación… Por un lado nos cuenta un chiste y por otro pretende ligarlo a algo más profundo que, personalmente, he de reconocer no me siento identificado…
¿Usted cree?
¡Desde luego! Considero que bastante complicado es ya el mundo en el que vivimos como para tener que adentrarnos en otras supuestas realidades que, si fuesen ciertas, ya se sabrían… Ya se hubiesen publicado, enseñado, ya serían de dominio público. No acaban de convencerme sus palabras.
¡Ni lo pretendo!
¿Por qué siempre parece estar hablando de lo mismo... sin acabar de decir nada concreto?
¿Y por qué canta el pájaro?... El pájaro no canta porque tenga una afirmación que hacer. Canta porque tiene un canto que expresar. (Esta última línea, extraída del libro de Anthony de Mello: “El canto del pájaro”.

jueves, 1 de noviembre de 2018

¿Quién eres?...

 
Antiguo árbol genealógico que solían poseer las familias nobles.

En esta tranquila y medio soleada mañana de día de “difuntos”, y sin mucha inspiración para decir nada de interés, y sin que guarde ninguna relación el tema que trato con el día que es (acabo de caer en la cuenta de la coincidencia), ha surgido lo que sigue:

Mis bisabuelos paternos, naturales de pequeños pueblos de labriegos de Palencia y Zamora, emigraron a Galicia. Allí se casaron con dos mujeres de estirpe Céltica.

(“Dos etnias diferentes se reparten el territorio [nacional]. Las de estirpe celta, que con sus poblados y castros se asientan fundamentalmente en el norte y el oeste del país. Y las de tradición íbera o ibérica, que se extienden a lo largo de la franja mediterránea y sus áreas de influencia. En las tierras de la Meseta, la mezcla entre ambos pueblos dará lugar a las tribus celtíberas, las habitantes de Numancia.”).

Y mi abuela materna, Catalina Roig (pronúnciese Rochs) Mayans, con la que convivía todos los veranos en vacaciones, cuyas raíces se pierden en la isla de Formentera (Baleares). Y que en algún momento emigró a Ibiza, donde casó con Juan Torres Torres, sería de estirpe Íbera. (Comentaba que en su isla, de niña, no conocían los zapatos ni los burros).

Cuenta la leyenda que Aníbal Barca (247- 183 a.C.), el que cruzó los Alpes con su ejército y 38 elefantes, nació en la isla de Ibiza al tener que atracar el barco en el que viajaba su madre, embarazada, por una fuerte tormenta.

Y puesto que nací de Celtas e Íberos en Eivissa, suelo bromear con el hecho de que, tal vez, sea pariente del tal Aníbal.

Viajar y conocer otras tierras y gentes, siempre he practicado. 

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Sería curioso que algún familiar o amigo se sintiese reconocido en estos datos.

Bisabuelo: Juan Calvo Chicote, carabinero, Vino desde Bermillo de Sayagos, cerca de Zamora.
Familia en Palencia capital: Lupiginia, Eutiquio...

Bisabuelo/a: Leandro Marcos y Leonor Cagide, de Lugo. Ésta no sabía de leer ni escribir. Él era carabinero. Vino de Palencia, de Valdeolmillos. Creo que hay familia, alguien por Vitoria.
Marcos después pidió la cartería de Muxía. Abrieron una fonda. Muy conocidos.

Mi abuelo: Ernesto Calvo Pardo. Mi abuela: Josefa Marcos Cagide. (Noia. A Coruña)
Mi padre: Ernesto Calvo Marcos. Mi madre: María Torres Roig. (Ibiza)
Yo: Ernesto Calvo Torres.
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jueves, 25 de octubre de 2018

...el reflejo.

 


Anoche sonreí al salir del cuarto de baño pues volví a hacer el gesto de apagar la luz en el alargador que durante unas semanas ha ido del interruptor exterior en el pasillo al aplique interior y nos ha permitido tener luz. Un fallo en dicha llave nos ha mantenido en esta situación. Felizmente resuelta desde hace días por nuestro amigo “vale para todo” Mohamed.

Y sin embargo he seguido haciendo el gesto, por reflejo involuntario, de dirigirme a un inexistente interruptor colgado frente al espejo.

Y pienso, sé, en lo nefasto que es que nos guiemos por impulsos “reflejos” y no por las realidades que nos envuelven… Y somos. ¡Y son los demás!

Intrascendente es este ejemplo de un simple interruptor de luz, pero… ¿cuántos interruptores internos pulsamos de manera “refleja”, inconsciente, automática, en el día a día que nos llevan a situaciones no precisamente cómodas?

No voy a señalar ni una sola. Todos albergamos, hemos experimentado, infinidad de ellas. ¡Y seguimos! Y así va el mundo. A impulsos sin medida.

Y así van muchos, de salto en salto, en ocasiones como “pollos sin cabeza”, “montándolas pardas” en sus vidas y en las de los demás.

Con el agravante de que hay quienes se valen de estos impulsos incontrolados nuestros, generalmente emocionales, para hacernos ir por aquí y por allá en intereses que no nos benefician en nada.

Ésos, ni se mueven a impulsos ni actúan de manera incontrolada. Más bien al contrario. Todo medido hasta el mínimo detalle para conseguir sus objetivos.

Y aquí entraría la publicidad, las empresas de servicios: sanida privada, educación privada, pensiones privadas, etc. Los grandes centros comerciales, los bancos, etc. Y...

Ciertos partidos políticos con ansias de poder. De "poder" dirigirnos a todos en políticas restrictivas en sanidad, educación, vivienda, trabajo, libertades sociales, etc., como las experimentadas en etapas anteriores. Y sin más programa político/social que el enfrentamiento entre unos contra otros. 

─Vaya, no parece pintar usted muy alagüeño el futuro inmediato de este país.
─Al contrario, considero que si bien en el caso del interuptor inexistente en el cuarto de baño fue el impulso involuntario el que me hizo levantar la mano buscándolo,  será el voto consciente, y positivo, de la mayoría el que afiance la nueva línea política que ya se impone en beneficio de muchos.
─¿Se atrevería a hacer un diagnóstico para las próximas elecciones generales?
─Si el gobierno actual agota la legislatura, es decir, si se le permite llevar adelante todas sus políticas sociales, económicas, laborales, etc., y por hacer un pequeño juego, sí.
 ─A ver a ver...

PSOE:......................106. Ahora: (84)
PP:.............................105.           (134)
U-PODEMOS:........78.             (67)
C,s:..............................23.             (32)
ERC...............................?                (9)
EAJ-PNV.....................?                (5)
MIXTO..........................?              (19)

martes, 16 de octubre de 2018

...en las orillas!

 
Orillas de un río rojo. (Betina Levin)

Una hoja en blanco, un día que amanece, una playa sin olas… El silencio de la noche todavía no se ha ido… ¡Todo un mundo por delante! Por hacer, por tejer, por pintar de colores que no están definidos a esta hora del día. Puedes hacer del lienzo lo que quieras. ¡Arte o rutina! ¡Vida o sueño! (Ten cuidado, este último puede convertirse en “pesadilla”)

Es curioso, empiezas a desperezarte, te incorporas al mundo, giras y giras, marcas destino…

¡¡Viajeros al tren!!

Y resulta que para lo que para ti es un inicio, para el río de la vida, que fluye en el valle, es una continuidad. Un instante, sin principio ni final.

¡Oiga, si lo que dice es cierto, y no dudo que algo de realidad conlleva, dígame ¿dónde situaría la realidad del ser humano en su esencia más profunda? ¿Dónde las interminables dificultades que parecen acompañarle desde la noche de los tiempos, en que transitaba/transita por aquel valle de lágrimas? ¿Dónde las efímeras gotas de felicidad y risas, el paraíso perdido, que parece haber heredado de su primeros padres… tras la caída?
¡En las orillas!
¿En las orillas?…
Sí, en las orillas. En las orillas del cauce por el que fluye la vida de cada uno. Éstas están, son, para facilitar el transito, el fluir natural de las aguas que todos somos, el encuentro de todos nosotros, el fundirse con el Océano al final del camino… ¡Cuando la gota desaparece aparece el océano!
No sé si será esto que describe el destino final de la persona…, pero a la vista del mundo que recorre ahora, no lo parece…
Ya le digo, es cosa de las orillas… En el fluir natural del río, si éste se va deteniendo en cada recodo de ellas, distracciones, creencias, decisiones efímeras, ignorancias, etc., está claro que no llegará fácilmente a su destino.
¿Quiere decir con ello que estamos condenados al fracaso, a la interminable travesía del desierto, al destino incierto?
¡En absoluto. Es más bien todo lo contrario! No habiendo principio ni final, ¡ya estamos en ese Océano! ¡Ya somos Él!
¿Y entonces, todo este infierno que nos rodea, que condiciona nuestras vidas, nos engulle en el torbellino sin fin?…
¡¡Una simple creencia errada!! ¡Lo que usted cree que es (en su vida, en su entorno, en el mundo), acaba siendo lo real!