Desvelado, con algo de calor… Me he levantado de madrugada y… aquí estoy. Sin una sola iniciativa sobre la que escribir…
Nada.
Mente en blanco.
Sin
sueño… O por lo menos sin ganas de volver a la cama.
Voy
a preparar el té verde del desayuno. Y tal vez me prepare un
descafeinado para entretener el tic-tac del reloj.
10 comentarios:
Me da que no es falta de ideas ni la mente en blanco. La prueba es este texto.
Seguramente cada uno de los que te leemos encontraremos una frase, una palabra, un algo en donde hincar el diente.
Yo me quedé pegada en una frase: « Sin sueño... O por lo menos sin ganas de volver a la cama ». Y de ahí me surgirían no pocas preguntas y posibles relatos... ¿Cuál es el tuyo?
Un abrazo
Buenos días, Ernesto.
Bueno, eso lo resuellves bien y prontito, nada más te tomes el rico té y te vayas entonando...
Gracias por tu seguimiento, vales un Potosí ¡Qué paciencia tienes, guapetón!
Un abrazete y ponte a "hablar" con el papel, ya te irán surgiendo esa prosa que tanto admiro.
Nota: mucha de las músicas de los videos de nuestro aniversario son como la que estoy oyendo...pero son largos y no es paraaun blog...
Me siento identificado con ese papel en blanco.
A veces, me pasa lo mismo.
Amanecer desvelado.
¡Hasta otra!
!Si yo te contara!
Y lo malo es que, además, no se ni hacer un monigote.
Un abrazo.
Un papel en blanco es el principio del principio donde la mente piensa desechando ideas...
y después de esta filosofía barata :))) te dejo un abrazo.
Si hay algo que me cuesta es aceptar el insomnio y el caso es que pòr más que quiera,no hay manera de resolverlo.Así que para qué preguntarse porqué?
Dicen que es mejor levantarse.Cada uno hace lo que puede .O poner la radio ,o hacer comidas,o irse a poner las calles,o pintar la casa(hay que bromear,porque en serio,eso de no poder dormir es serio)
Besucos
Me gusta el monigote mucho!!
Gó
Ese reloj que jira quedamente …
Siempre sin olvidarte
Hasta aquí vengo a verte .
**
Mi gran abrazo
querido amigo.
Tal vez ya ha pasado lo de "bailar bajo la lluvia", no porque no haya zapatos. Tal vez no sintamos tanto la música que nos protege el corazón, para que -como niños- podamos bailar o meternos en los charcos.
La lluvia y la nieve, ayer, nos hacía felices. Los zapatos nuevos, pocas veces. Y eso que ahora hay hormas perfectas.
Cuando ya no encontramos lo que se pierde, tal vez es porque el inconsciente que nos dice que no lo necesitábamos o que ya era hora de cambiar.
Y la sobriedad de los pares que finalmente se utilizan, a la que yo también me acomodo, no es más que "pura comodidad". Y no está reñida, me parece. con la elegancia.
Siempre, Ernesto, emborronando espacios en blanco, hasta terminar mirándonos hasta los pies. ¡Buen barrio el de Lavapiés!. ¡Qué coincidencia!
Un fuerte abrazo.
José Manuel
Mas de un momento es así, pero lo importante es estar presente y decir lo que uno siente aunque sea corto.
Que tengas un buen fin de semana.
Los árboles no te han dejado ver el bosque: Ya tienes la nueva entrada. :)
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