sábado, 29 de agosto de 2020

Todo ayuda...

 


Me preguntaba una amiga que si seguía oyendo cantar a los pájaros por las mañanas. Y la verdad es que no. Cierto que no se oyen tantos en la calle donde vivo actualmente, en el pueblo vecino, a diferencia del valle donde vivía. Y le decía que si bien estos no, había empezado a oír por las noches el ulular de una lechuza entre los árboles del jardín del vecino palacio.

Elorrio es un pequeño pueblo donde abundan los caserones antiguos, casas señoriales blasonadas, palacetes venidos a menos y algún palacio que otro dedicado a residencias de minusválidos u hotel. ¡De aquellos tiempos antiguos!

Hoy no canta la lechuza. ¿La lluvia caída ayer? Lo ignoro. En el año y medio que llevamos viviendo aquí es la primera vez que la oigo.

Le comentaba a mi amiga que, tal vez, el incipiente otoño hiciese guardar silencio a unos y ulular a otros.

Y por otoño, el grato y acogedor otoño, sinónimo de recogimiento sosegado, trabajos hechos, cosechas a buen recaudo, despensas llenas que garantizaban el sustento de todo el invierno, hasta la nueva primavera, y más, ese otoño hay que entenderlo hoy como un tramo del camino… ¡No todo el camino! Solo un tramo, un trecho, un recorrido.

Y de estos tramos, “otoños” vividos, ya llevamos algunos, algunos de nosotros. (¿Se os ha ido el recuerdo hacia atrás, tal vez de cuando niños niñas. De cuando vuestras madres os arropaban con una sonrisa. La alegría del despertar, los juegos infantiles, la familia, el hogar, los amigos…, aquellos entrañables abuelos?)

Por tramos hay que entender espacios de vida distintos entre otros espacios. Cinco años, dieciocho, veintinueve, cuarenta y ocho, sesenta y cinco, etc. Cada tramo, cada espacio sus vivencias, sus experiencias, aciertos y errores, lecciones aprendidas y por ello trascendidas, ¡no volverán jamás! Las que no, como los cursos en los estudios, ¡repetir! Solo que en esto del vivir, ¡repetir una y otra vez!

¡Una y otra vez! Y si no fuese suficiente con tu vida actual, ¡repetirás en la/las siguientes!

¿Y todo esto lo ha extraído del canto de una lechuza?

Bueno, digamos que ha ayudado a ello…

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Justo estaba buscando imagen para esta entrada, cuando la oigo de nuevo... ¿Se habrá sentido aludida. (Éstas y otras cosas, simples ocurren. Que no sepamos verlas, solo retrasa el camino.)

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miércoles, 26 de agosto de 2020

...despertar bajo tierra!!

 


No sé muy bien cómo empezar… Y ni tan siquiera si debo hacerlo! ¡El tema es delicado! Y, posiblemente, no sea del agrado de muchos… Creo que algunos considerarán que es mejor meter la cabeza bajo tierra que enfrentar la realidad.

En fin, vamos allá y que sea lo que Dios quiera.

¡Cuente cuente!…

─ Hace ya muchos años, pero muchos, que leí que en alguna ocasión que se había abierto, por la razón que fuese, un ataúd enterrado muchos años atrás, muy antiguo. De cuando los certificados médicos “certificaban” que la persona había fallecido… Se habían encontrado con la tapa de la caja arañada por su parte interior!

─ ¡¡Qué horror!!

─ ¡Para horror el que se vivió ahí cuando la persona enterrada “volvió” a la vida tras su estado de catalepsia.

El miedo a ser enterrado vivo es una de las fobias del ser humano y protagoniza algunas leyendas populares en las que la catalepsia podría ser la causa. A pesar de ser excepcional la muerte aparente existe.

La persona que está sufriendo una catalepsia nunca tendrá fenómenos cadavéricos como la palidez, la rigidez o el enfriamiento que solo aparecen con la muerte”, unos síntomas que también sirven para certificar una defunción.

¡¡¡No es cierto!!!

Los fenómenos.

La muerte aparente es un término médico-legal que ya en el siglo XIX dio origen, en algunos países, a establecer el periodo de 24 horas para mantener al “fallecido” en condiciones compatibles con la vida antes de enterrarlo o incinerarlo.

Por su parte, la muerte cierta, otro término médico-legal, es aquella en la que el cese de las funciones vitales es definitivo. Y para confirmarlo se utilizan tres parámetros: el cese del corazón, el cese de la respiración y el cese de la actividad neurológica que se confirman con pruebas como el electrocardiograma o electroencefalograma.

Puede que con un fonendoscopio no detectes los latidos del corazón o que haya una depresión respiratoria, por ejemplo, a causa de determinados fármacos o puede que tenga una epilepsia que le genere una situación de catalepsia…pero cualquier médico sabe identificar los fenómenos cadavéricos cuando aparecen”, apunta el especialista en Medicina Forense.

¡¡¡Ya os digo yo que no!!!

EFE/MOHAMMED BADRA

Estos fenómenos cadavéricos comienzan a manifestarse al poco tiempo de la muerte. La palidez, el enfriamiento del cuerpo, rigidez, amoratamiento de algunas zonas o deshidratación, como ocurre en la córnea, son síntomas inequívocos de fallecimiento.

Para un médico es muy importante reconocer los síntomas cadavéricos”, explica Andrés Santiago quien precisa que en catalepsia no se dan estos fenómenos aunque puede producir lividez, ya que el sistema circulatorio trabaja al mínimo, “pero no existe un enfriamiento natural del cuerpo”.

La pérdida de calor se produce de forma progresiva en el “fallecido”, un grado cada hora, por lo que el enfriamiento es fácilmente detectable, al igual que la palidez o la córnea deshidratada.

En el momento en el que aparecen los fenómenos cadavéricos, ¿está claro que la muerte se ha producido”?, aunque también se suele confirmar el deceso con electrocardiogramas o electroencefalogramas que indican el cese de la actividad vital.

Comentaba hace años esto de la posible catalepsia con mi amigo Jasé Antonio, médico, y le decía que qué bien que a día de hoy, a diferencia de antes, de cuando se certificaba como se certificaba, la visita del médico en el domicilio del fallecido, y las consiguientes comprobaciones actuales, más científicas, le decía, garantizaban que hechos como el descrito, no se produjesen.

─ ¡No creas, me dijo sonriendo, que los medios y conocimientos actuales del médico hoy garantizarían esa fiabilidad en la visita domiciliaria!

¡¡Noté como el vello de mis brazos se erizaba!!

¿He de señalar las sorpresas que podrían producirse si se abriesen más ataúdes antiguos?

¡¡No seré yo quien descanse baja lápida de mármol!!

¡La incineración es la garantía plena de que jamás “despertarás” bajo tierra!

miércoles, 19 de agosto de 2020

...lo que "no existe" no existe!


El ser humano tiende a ver las cosas de su vida, y las de los demás, desde un punto subjetivo. ¡Suyo!

¡Qué soy, qué pienso, qué siento, qué creo, etc.! Y es en base a esto que crea un mundo de realidades, “valores”… que lo define, identifica y, le sirve de guía… en parte. Pues si dicha escala de valores tiene que ser transgredida en algún momento, no tendría mayor reparo en hacerlo.

A lo anterior hay que añadir el aspecto “intereses”. Interesante palabra capaz de abarcar lo que sea necesario. ¡Lo que “interesa”! Y aquí el campo de actuación se vuelve casi inabarcable. ¿Hay algún aspecto de “interés”, personal o “por el bien de la colectividad”, al que el ser humano no esté dispuesto a recurrir?

¡Hombre!, algunos valores de la Humanidad son inamovibles…

¿Sí?… ¡Dígame uno! ¿Política, religión, humanidades, salud, derechos humanos, etc.?

Que más de tres mil personas se hayan juntado en manifestación en una céntrica plaza de Madrid para reivindicar el “derecho que les asiste” de no usar mascarillas… Alegando que ello es una imposición del Gobierno, pues razones no hay! (La pandemia es un cuento, los fallecidos no existen, los hospitales no tienen ningún enfermo de contagio, “les” van a meter un chip para controlarles con la vacuna, etc.)

Había una manifestante que apelaba al no uso de la mascarilla pues eso la impedía comunicarse con la divinidad…

Y otro decía que la mascarilla impedía ver si sonreía o no. Y se la quitaba y se la ponía para demostrarlo… (????)

Pues no veo qué “intereses” pueden tener estas personas, como usted alega.

Estos comportamientos suelen estar fuera de “interés” alguno… personal. Suelen ser el resultado de intereses de terceros, políticos, económicos, etc., dirigidos a lo más básico de la persona. Los más básicos de la sociedad!

Exponentes relevantes de estos movimientos son el presidente de EEUU, Donald Trump, el brasileño Bolsonaro, el presidente de México, etc. 

sábado, 15 de agosto de 2020

¿Nublados?... ¡No gracias!

 


Si bien es verdad que no se oye ni un “pio”, en la mayoría de quienes suelen aparecer por aquí a leer y decir hola, resulta grato ver que ellos mismos tampoco lo dicen (...no dijo ni “pio” se suele decir...) en sus blogs: ¡Cerrados por vacaciones. 

Si se observan las fechas de sus últimas publicaciones en las listas de “Mi lista de blogs”… que sigo, se ven algunas de una, dos, tres semanas, un mes, dos, etc. Lo que vendría a señalar que qué bien se lo pasan de vacaciones. O por lo menos entretenidos.

Bueno, quienes hemos decidido pasarlo bien donde quiera que nos encontremos, sin movernos de casa, del barrio, o del monte o la playa cercana, también estamos bien!

El bienestar de las “vacaciones”, u otros eventos que nos motivan, no suelen estar aquí, allá o acullá, generalmente van con nosotros donde quiera que estemos. No es, no suele ser, un lugar físico. Es una actitud de vida.

¿La tienes? ¡Un regalo! ¿No la tienes?… ¡Claroscuros en tu día a día!

viernes, 14 de agosto de 2020

Dicen...

 

Hace muchos años conocí a un vendedor ambulante que en su furgoneta, en el parasol de color azul que llevaba sobre el parabrisas, rezaba lo siguiente: “El sol sale para todos.”

¡Cierto! No solo el sol sale para todos sino que sale cada día… Y entre este salir y declinar… “la tarde, roja y somnolienta”, Machado, surgen, suceden, infinidad de cosas. Y, a infinidad de personas… ¡Pero no a todas!

Se tiende a señalar, creo, y de manera inconsciente, que las risas y alegrías, la buena suerte, la fortuna, la abundancia, la salud, etc., son individuales. Es decir, les suceden a individuos particulares.

Luego están los suceder-es que afectan a muchos, muchísimos… Podríamos decir las desgracias generales… Y a estos no se les suele ver como individuos… Sino como un conjunto de personas, prima más la sensación de “conjunto” que la de persona individual. Que les suceden todo tipo de desgracias, carencias, limitaciones, etc. ¡Y es porque el mundo es así! Dicen...

Y lo dicen principalmente quienes mantiene al “público” pendiente de eso, sujeto, en parte, a lo “inevitable”… ¡No sonría, no viva con alegría, no piense…! ¡Pues mañana vendrán las carencias, desgracias, tristezas! ¡La vida, el mundo, es así! ¡Clama el Sistema, impuesto. La inconsciencia, de la mayoría. Y los intereses creados… por la minoría de siempre!

Quienes están en el “sistema” pero “no son” del sistema, ven, viven la vida de otra manera. Sus metas son otras. Su caminar, diferente. ¡Sus vidas, otra historia!

Pueden parecer “con-junto! Pero se saben el Todo!

Jesús a sus discípulos: “Estáis en el mundo pero no sois del mundo”.

Quienes quieran seguir viendo esta enseñanza como algo fuera de lugar a día de hoy, o no sepan verlo de otra manera, seguirán aspirando a rozar con los dedos el «bíblico becerro de oro». Icono de las sociedades del mundo cuyos dirigentes y quienes les sostienen, léase el sistema alimentándose a sí mismo, se identifican como privilegiados. ¡Que disfrutan de privilegios!

Para que alguien disfrute de privilegios, generalmente unos pocos entre muchos, tienen que suceder dos cosas. Que los primeros se crean con derecho a ello. Y, sobre todo, ¡que los segundos se lo permitan!

¿Y como se lo permiten estos? Pues haciendo dejación de sus vidas naturales…, sus valores, para ir en pos de los brillos cegadores, y exitosos, de la modernidad hueca… ¿Muestras?… A miles!!

Permitidme dos. (La tercera está huida).

Jorge Javier Vázquez. Presentador de cierto programa de tv donde lo que parece primar es el escándalo y la oquedad de valores humanos. ¡Millonario! Alguien tiene que estar alimentándole su cuanta bancaria… con su audiencia.

Sergio Ramos, Leo Messi, y otros miles. ¡Millonarios por dar patadas a un balón!

¡No cabría culparles de nada por ello!

Médicos y enfermeras que atienden a los enfermos y trabajan por su recuperación, con sueldos de mil, mil doscientos euros. Cuando no en el paro.

Parece estar claro que una sociedad en su conjunto, individuos aparte, ¡yo no estoy ahí!, que fomenta, permite y alimenta esto, valorar a unos por nada y no valorar lo fundamental de la vida, merece estar en ese mundo caótico creado a su imagen y semejanza!

domingo, 9 de agosto de 2020

¿Cómo escribir?...

 

¿Cómo uno quiere y de lo que quiere?

¿De lo que cree que va a concitar más aceptaciones?

¿De lo que esté de moda en esos momentos. Sea esto el cambio climático, la pandemia, la influencer de turno, la última de Trump, un tratado de colombofilia, etc.? (Permitirme cierta ironía pues ella forma parte precisamente de la cuestión. No necesariamente la ironía en sí, sino que ella es, en ocasiones, la válvula por la que fluye la comunicación… Pues las verdades del barquero, las puedes decir una, dos y hasta tres veces. Más allá de esto, aburrirías.)

Hay personas que publican temas concretos y siempre en la misma línea. Por ejemplo quienes escriben poesía. Y lo hacen bien o magistralmente. De estas últimas, quienes nos movemos en cierto círculo de asiduidad, destacan tres, entre otras. Al margen quedan, evidentemente, los trabajos “infumables”. Como los definió un comentario leído hace años.

Luego están los textos de toda índole. Tal vez la mayoría. Unos con más gracia o aceptación que otros. Bregando por su espacio. Tanto al publicar como en la recepción de comentarios.

Así es el blog. Un excelente medio de expresión personal, encuentro y comunicación con los demás (Por los demás hay que entender a uno mismo… A veces el gran desconocido).

Quienes llevamos años en este mundillo, creo, hemos desarrollado cierta … ¿sensibilidad en captar la esencia del comentario que nos dejan?, podría decirse así.

La mayoría de los comentarios que dejamos en otros blogs, y nos dejan, suelen conllevar esa sintonía mutua. El aprecio, el respeto y la valoración sincera de lo que expresamos. Que a su vez es el valor que reconocemos en el trabajo del otro.

De los comentarios huecos, insulsos u ocasionales que puedan llegarnos, ¡ni una palabra!

Pero en ocasiones, quien publica, lo hace con una sensibilidad, en la forma y en el fondo, que no es apreciada del todo por el amigo que nos lee… Y éste a su vez, ese día, tampoco estaba todo lo fino que la cosa requería! Y se genera cierta confusión… Cierto ¡uy, no me entienden!

En casos así, es donde se pone de manifiesto ese respeto y aprecio, real, que nos permite salvar la situación.

¡Ni cabe un trágala de todo lo que se publica o nos comentan, ni cabe un andar tomando la temperatura de toda palabra que nos dediquen.

No soy de poesía, mucho menos de chascarrillos varios que sirvan de medio de comunicación… Cuando hablo, publico, soy consciente de lo que digo. ¡Hasta dónde llegue, bienvenido!

miércoles, 5 de agosto de 2020

Los fantasmas del autobús...


Que en este mundo, y en la vida de cada quien, hay infinidad de cosas mejorables, no cabe duda. Ideas y creencias que condicionan sus vidas tanto en lo positivo como en lo negativo... Principalmente en esta tendencia.

Ayer tarde según regresaba en autobús a casa, dos personas se expresaban así en los asientos de delante.Que en este mundo, y en la vida de cada quien, hay infinidad de cosas mejorables, no cabe duda.

Una venía a decirle a la otra que dados los tiempos que corren, pandemia sanitaria, futuro incierto, así lo denominó, miedo e inseguridad, tal vez fuese necesario refugiarse en valores del pasado... En épocas vividas con mayor tranquilidad, otro bienestar…

Creí entender que se refería a volver atrás, de alguna manera. Algo así como encontrar un refugio que libere de tanta angustia, de tanto dolor…

Y recordé aquel cuento de sabiduría en el cual y ante el miedo que un hijo tenía a salir de casa solo, por miedo a “fantasmas”, su madre le proporcionó un medalla para que se la colgase del cuello. Asegurándole que con ella estaría siempre protegido.

Y sí, el niño desde ese día salió tranquilamente de casa… ¡Pero se vio obligado a encadenarse a dicha medalla toda su vida!

La enseñanza que el cuento encierra es si no hubiese sido mejor que la madre le enseñase que no existían tales “fantasmas”. En vez de contarle un cuento y darle un “amuleto”

Tal vez va siendo hora de que las personas se desprendan de sus amuletos, de la infinidad de ellos, y se enfrenten a la «realidad» de sus vidas.

Se percibe como si un miedo cerval a dicha «realidad», de la que tampoco parecen tener una idea muy clara de lo que es, les obligase a refugiarse en cuentos, fantasías e irrealidades...

domingo, 2 de agosto de 2020

...un pueblo tranquilo.

Leonor en Soria.


Todavía no ha amanecido… Observo tras los cristales una calle húmeda y solitaria. Un pueblo tranquilo. Nada de lo que parece embargar a la humanidad, en negativo, se hace presente. ¿Es que hay, cuándo menos, dos realidades?

¿Y si las hay, cuál es la verdadera. Ésta de ahora, casi todos dormidos, o la otra…?

¿A qué otra se refiere?
A la que podría entenderse cómo cuando la gente cree estar despierta… Cuando piensa, siente y actúa. Cuándo las creencias y las incertidumbres abundan. Cuándo el miedo, la inseguridad y algunas risas, huecas muchas de ellas, se extienden por doquier…
¿Eso piensa realmente?
¡En absoluto! Pero ello parece ser esa especie de bruma que se extiende por todas partes confundiendo a muchos. ¡Impidiéndoles ver! ¡La vida, realmente, es otra cosa!
¿No exagera algo las cosas? Si cómo dice hay tantos, muchos, la mayoría en esa tesitura, ¿cabría decir que están todos ellos equivocados?
Si lo que quiere señalar es que porque muchos, la mayoría, vayan en una dirección, tendencia, creencias, etc., esa es buena, plantéese lo siguiente: si observa una mierda de vaca en el suelo, verá que concita la presencia de tantas, muchas, la mayoría de las moscas del entorno. Pero ello no la hace necesariamente buena para el individúo, la humanidad en su conjunto.
Visto así…
Cierto que hay excrementos de vaca y moscas como una realidad, y ello no es nada negativo. Al contrario. Dicho excremento como abono, por ejemplo, facilita el crecimiento de las plantas, cultivos, etc. Beneficia a la humanidad.
¿Entonces?…
Muchas personas toman/temen el excremento como algo inherente a ellos mismos. Como algo inevitable en la humanidad. Cuando la realidad es que las amapolas entre los trigales, las margaritas que cubren las praderas, los peces en los ríos, el colirrojo cantando en las alturas, la noche tachonada de estrellas o la entrañable Soria de Machado en tierras numantinas, están libres de mierda alguna.
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¡Adiós, tierra de Soria; adiós el alto llano
cercado de colinas y crestas miliares,
alcores y roquedas del yermo castellano,
fantasmas de robledos y sombras de encinares!
En la desesperanza y en la melancolía
de tu recuerdo, Soria, mi corazón se abreva.
Tierra de alma, toda, hacia la tierra mía,
por los floridos valles, mi corazón te lleva.

En el tren, abril de 1912