sábado, 9 de enero de 2021

El encanto del pon-pon...

 


Una prenda que mis abuelas no usaban, por desconocimiento en aquellos años… Una prenda que, no siendo fundamental, no abriga más por llevarla en lo alto del gorro, da un toque de belleza a la mujer. U hombre que se precie de llevarlo...

O sea, algo no fundamental, se hace necesario en ciertos ámbitos de la escala de valores de la persona.

Esto escribía ayer por dar una pincelada de realismo al año que empieza.

Quien más quien menos sabemos lo que es natural, real. Margaritas y amapolas en el campo, la lluvia, el canto de los pájaros, la siega en verano y la nieve en invierno, entre otras miles de realidades con las que convivimos.

Y a su vez sabemos también de los cientos de añadidos que, bien impuestos desde fuera, sociedad, moda, publicidad, etc., bien autoimpuestos. ¿Quién se priva de poner un pon-pon en su vida?

El pon-pon real, el que indica lo más alto de la persona, es intrascendente. Hoy se lleva mañana se quita. Es estético, simpático y realza el atractivo… El otro pon-pon, el que nos autoimponemos mental y emocionalmente, el que creemos necesario para no perder onda social, o minutos de gloria, ya conlleva costes.

Y por “costes” hay que entender la pérdida de lo natural en nosotros, en todos los ámbitos, y el embarque en el navío de la modernidad cuyo destino suele ser efímero…

Tenía previsto viajar hoy unos 80 km, pero las previsiones del tiempo dan nieve, frío y hielo. Así que toca quedarse en casa, a resguardo y calentito, y salir lo menos posible. Y si estuviésemos en las casas de antaño, de cuando no había pompones y otros aderezos, la chimenea encendida y una taza de caldo rico y caliente templaría gaitas.

¡Cuidaros! Empieza 2021. Lo que seamos capaces de sembrar, individual, familiar o socialmente, será la cosecha a recoger al final de año… ¡Y cada día de nuestra vida!

Y si bien los tiempos cambian y el mundo no deja de girar, tengamos presentes  las consecuencias que en EEUU un descerebrado, utilizando la mentira más burda y peligrosa, cual flautista de Hamelín ha conseguido arrastrar a los más “débiles e influenciables” de la sociedad.

29 comentarios:

maría cristina dijo...

La única que vez que puse algo en mi cabeza fue el día de mi casamiento por civil, mi gran amiga de siempre me hizo confeccionar una boina haciendo juego con mi vestido de lana, era pleno invierno, y quedó pipícucú! Por lo demás prefiero la cabeza al viento, entran mejor las ideas, un abrazo Ernesto!

Juan L. Trujillo dijo...

Tengo bastante claro cual va a ser mi pon-pon para el día de hoy: lo de lo demás días y un poco más de gasto en calefacción, que la temperatura aquí, aunque no haya nieve, se las trae.
Y a esperar tiempos mejores.
Un abrazo.

Alfred dijo...

En tiempos fríos, como estos de ahora, me pongo una gorra para abrigar a mi neurona, ya está muy mayor y todo le afecta mucho.

Un abrazo.

Margarita HP dijo...

¡Hola Ernesto! A mi me encanta esto del pom pom, y fíjate que acabo de darme cuenta de que no tengo ninguno.
¡Abrigate! Vaya temporal estamos aguantando, y si por aquí hace este frío... imagino por ahí arriba.
¡Besos! :D

Rita dijo...

Esperemos que la siembra que hagamos ahora sea de cosas buenas y que sepamos cuidarla para recoger al final de año buenos frutos.
Un abrazo, Ernesto

lunaroja dijo...

No tengo pompones de momento. Solo esperar y vivir el día a día que se nos presenta en esta situación atípica.
Mi pompçon particular de hoy sería como dices,quedarme al calor de la casa,afuera llueve y hace mucho viento,algo inusual en esta isla.
Un abrazo.

Tracy dijo...

El único pom-pom que tengo no s atiene a modas y lo llevo dentro de mi cabeza "pomponeando" día y noche, Ernesto.

Loles Miva dijo...

¡Hola Ernesto! ¿Tú crees que si consiguiéramos ir en pelota picada emocional y de costumbres, si consiguiéramos ser absolutamente auténticos desde el principio seríamos más felices? ¿Y qué pasaría con los débiles e influenciables? Me lo pregunto como maestra, porque haberlos haylos. Ya siendo pequeños algunos disfrutan imponiendo sus pompones. Pero yo de sembrar para quitar pompones estoy pez. Lo mío es disfrutar aprendiendo, eso sí se lo llevan mis alumnos como un sello.
Un abrazo fuerte

Matías dijo...

A principios del pasado siglo casi todos los mayores llevaban boina en los pueblos y sombrero en las capitales. Yo nunca he ido cubierto, pero estos días me lo estoy planteando.
Sobre lo ocurrido en el capitolio de Washington, esperemos que tenga un castigo ejemplar para que sirva como vacuna y no lo vuelvan a intentar.
Un abrazo.

Siby dijo...



Fijate que no soy de ponerme nada en la cabeza
ni siquiera cuando hace mucho frio, tal vez algun
adornito cogiendo mi peinado, nada mas, pero la
verdad quedan lindos en algunas personas.

Besitos dulces

Siby

AMALIA dijo...

Qué maravilla las casas de antaño!!.
Algunas veces sí que me pongo algún gorrito para la lluvia.
Feliz 2021. Mucha suerte.
Un abrazo.

Ángela dijo...

Como Siby ni llevo ni he llevado gorros ni gorras. La cabeza despejada.

Lo que si me encantan son bufandas y fulares, hacer, regalar y usar.

Más que por el pon-pon estoy en la onda del quita-quita:)))

Un abrazo Ernesto.

Ernesto. dijo...

Gráfico y determinado ese quita-quita!

Abrazos Ángela.

Alís dijo...


Me puse a pensar en cuáles son mis pompones, porque estoy segura de que más de uno habrá. ¿Cómo deshacernos de él sin mirarlos? Aunque como estoy segura de que por algo los llevamos, tal vez no sea tan malo mantenerlos, o tenerlos a mano. Más que un pompón podría transformarse en un quitaypón.

Que sea un buen 2021, ya sabes, día a día

Un abrazo grande, Ernesto

Enca Gálvez dijo...

Hola Ernesto, hermoso texto, ojalá todos lleváramos puesto un pon pon de esperanza, tolerancia, comprensión paz y amor hacia nuestros semejantes por nuestro bien y el de la humanidad y así conseguir un mundo mucho mejor. Estos son mis deseos para éste año que acaba de comenzar. Te deseo todo lo mejor para ti y los tuyos. Bien venido 2021!!

Maria dijo...

Obrigado por acordar mais esse dia, Sr dos milagres nós ensine amar e ajudar os nossos irmãos.
Peço pela minha saúde.

8

Maripaz dijo...

Simpático el gorro con el pon-pon y la coquetería femenina de esa preciosidad de niña.
Del resto de pompones, mejor desprenderse para volar en libertad.
Un abrazo y mis mejores deseos para este nuevo año.

Rosa B.G dijo...

Hola Ernesto, me encantan los gorros, ya los uso menos pero los hay muy coquetos y ese color que tiene el de la niña me encanta. No sé de otros tipos de pompones.
Abrazo

Piruli dijo...

Muchas cosas han pasado en este año que apenas lleva dos semanas con nosotros pero los pompones aguantan y llevan años siendo tendencia, a mí me encantan.
Besos

Conchi dijo...

Tengo varios gorros pero ninguno lleva pon pon, creo que a alguno se lo voy a poner. Espero que en EEUU el día 20 todo vaya bien.

Abrazos.

Tesa Medina dijo...

Los ponpones, si se lucen con el salero de la niña de tu foto, son graciosos, te dan un toque juguetón y además te hacen más alta, pero esos otros "pompones" mejor que sean de quita y pon y que no nos aferremos a ellos ni los usemos para autoengañarnos.

Y sí, Ernesto, deberíamos tener cuidado con creernos cualquier mentira, paranoia, y dejarnos llevar por "los iluminados"

Sembremos con el corazón y un poco de cabeza, Ernesto, tenemos un año entero por delante para tratar de conseguir una buena cosecha.

Un abrazo,


Manuela Fernández dijo...

Siempre estamos sembrando aunque no nos demos cuenta y también siempre recolectando. Deberíamos fijarnos y ser conscientes de qué tipo de cosecha es la nuestra. Y sí, yo tengo pon-pon y con la que está cayendo en Madrid me viene de perlas.
SAludos.

Recomenzar dijo...

tENGO UNO ME QUEDA PRECIOSO
Y MAS AHORA
QUE TENGO EL PELO LLENO
DE
REFLEJOS
RUBIOS

María Socorro Luis dijo...


Pues yo, como Mucha y Manuela, tengo pompones; en gorros en gorras y hasta en un par de zapatos. Desde siempre me gustan y los uso como me gustan los flecos, y no porque estén de moda , sino porque los veo estéticos y sientan bién. Claro que entiendo el sentido que tú das, como ejemplo de innecesario...

Un abrazo, Ernesto, y con pompón, jaj...

Ernesto. dijo...

Hola Soco.

Espero que vengas con él puesto la tarde que quedemos a tomar café... jajjajajaja...

Gran abrazo amiga de aquí al lado!

virgi dijo...

Ya ves, y yo no soporto un gorro, será que no estoy acostumbrada.
Mi abrazo grande y siempre agradecido de tus gentiles comentarios.

Vicente Corrotea dijo...

Cuando joven cubrí mi cabeza con una boina vasca. Antes de usarla no sabía lo cómoda que era. Incluso en un tiempo corto de unos tres años esta boina fue una moda. Años después descubrí en uno de mis 400 vídeos que guardo de internet del país vasco, que la fábrica que hacía estas boinas había cerrado porque los jóvenes ya no querían usarlas. Aún tengo una guardada por cariño y respeto aunque no la uso porque está raída. En cuanto al pon pon conocí a mi mujer con uno puesto sobre su gorra. Lucía como reina. Me saltaba el corazón al verla.

Un abrazo.

Ana dijo...

Igual nos hemos pasado con lo pompones, si. Todo tiene su gracia, pero hemos caído en el aderezo de las cosas de tal manera, que lo natural empieza a escasear. Habrá que pensar bien en lo que es más importante en la vida, los tiempos actuales nos empujan a ello.

Un gran abrazo Ernesto.

María Socorro Luis dijo...


Por supuesto, Ernesto, no lo olvidaré, ya verás. Y ojalá que pudiera ser pronto. Y lo digo en serio, ya sabes.