...rica miel
dos mil moscas acudieron
que por golosas murieron
presas de patas en él.
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Sentado frente al ordenador, en blanco, y cerca del ventanal, y tras abrir una parte del mismo para que entre el fresco de la mañana, observo como una mosca posada en el marco exterior ya está esperando… para entrar a dar la vara! Como vara dieron ayer tarde/noche otras tres. Hasta que, periódico doblando en ristre, ¡zas! Una, dos y…
No, la tercera, a la que también aticé, no apareció… anoche!
Habiendo puesto el cazo del agua del té a calentar, y cuando ya empezaba a hervir y me disponía a echar las hojas de té, observo que la mosca “desaparecida en combate” bailaba al son de las burbujas. Por el desagüe se fue.
¡Y la vida continuó!
─No se puede decir que se esfuerce usted mucho en compartir cosas «relevantes» en la vida…
─¿Qué entiende usted por relevantes?
─Bueno, no sé… Tal vez algo más que el devenir de una mosca bailando en un cazo de agua hirviendo…
La «trascendencia» de la vida reside en que sea usted consciente tanto de sí mismo como del instante actual.
Los momentos de cada uno, son imprescindibles para cada uno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es Alfred.
EliminarAbrazos.
Ernesto, una vez más, te desmarcas de lo rutinario con esa pluma tuya tan lúcida como indómita. Tu mirada sobre lo ínfimo (una mosca, un instante, el hervir del agua), se transforma en una sacudida al alma racional, que busca sentido donde tú simplemente lo dejas acontecer.
ResponderEliminarAdmiro profundamente tu arte de disolver la previsibilidad con una vital anarquía narrativa, esa que no busca epatar, sino rozar la verdad desde el costado más humano del aparente espacio donde el absurdo es merecedor de respeto.
Tu texto, por su sencillez y admirable realiosmo, no quiere dejarse entender fácilmente, pero sí se deja sentir: y eso, en estos tiempos de tanta obviedad, es una forma exquisita de resistencia.
Un fuerte abrazo, querido amigo.
Vaya amigo mío...
EliminarProfundas palabras las tuyas que has llegado a estos puntos.
No te voy a tentar con una copa de "blanco" frío, pues sé que no te conviene. Pero yo sí voy a caer en la tentación en cuanto salga de casa. Concretamente a llevar a mi hija a la peluquería...
Gran abrazo, querido Enrique.
Hay una pequeña mosquita que me visita diariamente y la encuentro en los diferentes lugares de mi casa, es una grata e indefensa compañía, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarLas de aquí son un poco "plastas", será por el calor, pero se te pegan al cuerpo... ¡Zas zas! ¡Resuelto! :))))))
EliminarAbrazos Cristina.
Hola Ernesto, todo un ejemplo del aquí y ahora en un mundo donde tanto cuesta prestar atención más allá de las prisas. Abrazos
ResponderEliminarHola Emilia.
EliminarLo «real» suele manifestarse en lo simple!
Abrazos.
¡Ufff! ¡Suerte que no soy mosca! :-)))
ResponderEliminarY la vida continua...
Aferradetes, Ernest.
Y la vida continúa, sí.
EliminarAbrazos Paula.
Flies help man to move at the upper level of the body.
ResponderEliminar¿Traductor?
Eliminar"Las moscas ayudan al hombre a moverse en la parte superior del cuerpo."
Propoziția nu e foarte clară... Trebuie să fie vina traducătorului. Pa.
Y esa imagen tan hermosa...
ResponderEliminarFeliz semana.
Un abrazo.
Sí que lo es, Amalia.
EliminarNatural y hermosa.
Abrazos. Buen día.
Obviamente, presencia! (aún y a pesar de la pobre mosca)
ResponderEliminarAbrazo
¿Pobre, Ale?
EliminarDependerá de cuantas vueltas dan alrededor tuyo... :)))))
¡Y sí, «presencia» siempre!
Abrazos.
Abrazos.
No hay otra cosa que me fastidie más que entre una mosca en el interior de mi vivienda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Antonia, un "zas" por cada una. Mano de santo.
EliminarAbrazos.
La transcendencia las damos las personas al fijarnos en las cosas.
ResponderEliminarHola Tracy.
EliminarTal vez la «trascendencia» es! Y nosotros la descubrimos...
Hola Ernesto, vivir presentes y conscientes de nuestro entorno hace especial la vida.
ResponderEliminarAbrazos y disfruta de tu taza de te mañanero!
Hola Cecilia.
ResponderEliminarSin el presente y conscientes que señalas, sólo queda el "soñar"...
Con él en la mano ando. :))))))
Abrazos.
Un momento "moscoso" Ernesto. Presente. Eso es lo que cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz verano.
Hola Mara.
EliminarY una vez más mis recuerdos de aquel entrañable León de 1973/75 en el que viví.
Abrazos. Buen verano!
Por un momento pensé que ese panal de rica miel era una alegoría de nuestro Consejo de Señores Ministros...
ResponderEliminarA esos, no hay forma de espantarlos, por cierto...
Un abrazo, amigo
Abrazos Ildefonso.
EliminarPasa buen finde, amigo.
¡Qué maravilla, Ernesto! Tu visión de la vida, por lo que he leído en tus entradas, coincide plenamente con la mía. Un placer leerte.
ResponderEliminarAsí, leyendo esta entrada, me he acordado de un cuento que les leía a mis hijos cuando eran bien pequeños: "Siete de un golpe"... de los hermanos Grimm.
El fervor de los pequeños instantes, así es.
Abrazos
Hola Maite.
EliminarLa novela que relatas parece más que interesante...
Y sí, es cierto, no damos las gracias con la suficiente prontitud. Estamos agradecidos pero no lo expresamos en palabras.
La imagen de esa mujer "mayor", que no "vieja"... :)))))) la utilicé en una entrada mía sobre la soledad en 2013. ¡Coincidencia)
https://majadahonda11.blogspot.com/2013/12/soledad-que-podemos-hacer-por-ella_26.html
Como coincidencia es la referencia que haces en mi blog sobre el libro: "Siete de un golpe." Que yo leí años ha cuando el título era: "El sastrecillo valiente."
Abrazos.
I cannot stand flies getting into my apartment. Your photo is beautiful, Ernesto! Living in the moment is a great way to live.
ResponderEliminarHello Linda.
EliminarFlies come and go. The "moment" is unique!
Hug.
Lo dijo Ortega, "yo soy yo y mis circunstancias". Y sí, una simple mosca te puede dar el día.
ResponderEliminarSaludos, Ernesto.
Anónimo.
EliminarSin llegar a la habilidad del "siete de un golpe", sí te diré que con un periódico doblado no hay mosca que se me resista. :))))))
Saludos... ─Tú, Ernesto, yo, (x).─