La contaminación!
A mi
edad otoñal, corresponde un bagaje “x” en mil aspectos. Entre
otros, los cambios que se hayan producido en mi vida, evolución,
despertar, etc., en base al conocimiento adquirido a lo
largo de la misma.
No
es necesario tener un conocimiento amplio de la política
internacional, sobre todo, al margen de la del país, para ser
consciente de que hay, cuando menos, tres personajes, en tres lugares
del mundo, que están poniendo “patas arriba” a una forma de
vida, sus valores, etc., que ha funcionado hasta ahora. Con sus más
menos, cómo no!
Conocedor
de dicha política internacional, llevo en esa línea más de 50
años, sin bien ya no implicado, y haciendo hincapié en ese
despertar evolutivo espiritual, si así puede entenderse, me
descubro en ocasiones tildando, de palabra y sentimiento, a Fulano,
Zutano, Mengano y Perengano, de “hijos de… ¿el sol naciente?
Esta
circunstancia repetida en más ocasiones de las deseadas, se llama
¡contaminación! O lo que es lo mismo. ¡Cargar con hechos y
valores que sé que no son!
¿Que
se representan a diario y a todas horas en los escenarios del mundo?
¡A la vista están!
Que
yo sepa, considere, a estas alturas de mi vida que tales escenarios
sean reales, dentro de una «realidad»
que abarca, y a la vez trasciende, la tramoya del mundo, ¡va a ser
que no!
He
cogido hace unos días el viejo libro de enseñanza/despertar que
tuve de lectura diaria por más de 23 años y, abierto al azar, ahí
estaba de nuevo la lección que estaba olvidando.
¡La
contaminación ha finalizado! Los tres personajes príncipales, ¡han
desaparecido de mi vida!