Dice Julio David en su comentario de hoy en mi blog que: “Hay gente que se organiza para bailar, y otra para asesinar. Me abruma la bipolaridad/locura humana.”
Dejando al margen la palabra “maldita”, y no porque esté ausente en el comportamiento humano, me quedo con la segunda parte: “bipolaridad/locura humana.”
Si bien en este caso, dicha bipolaridad, la resalto en estas dos vertientes… tan humanas ellas:
.- La capacidad del ser humano para engañar/liársela al otro.
.- La capacidad del ser humano para dejarse engañar/ser-liado.
Y entre esta “cara-dura” del primer caso y la “cruz-sufrimiento” del segundo, transcurre buena parte de la experiencia humana.
Cierto que hay otras mil aptitudes/actitudes en el género humano. ¡Solo faltaría! Pero esa dos señaladas campan a sus anchas entre el “respetable”.
Hay un pez que se mueve en los fondos marinos, grande, feo y con una boca inmensa. No suele nadar en pos del alimento… Al contrario. Se queda quieto, camuflado en el entorno. A la espera del “incauto”. Tiene un apéndice en la parte frontal que suele agitar cuando está de caza. En su extremo acaba en una forma que imita a un gusano… Cuando un pez se acerca con la intención de “conseguir comerse el señuelo”, el “captador" abre su descomunal boca y se lo traga.
¿Os recuerda esto las captaciones bancarias/timo? Que arruinaron a tantos…
¿Las clínicas dentales de franquicia que, primero te cobran el tratamiento completo, previo crédito bancario, antes de que abras la boca… Y después ya veremos cuando cerramos la barraca y desaparecemos?
Lo último que pulula en productos confusos, si bien puede que mi ignorancia me haga percibirlos así, es la moneda virtual «Bitcoin»
Comentario de expertos: Esto significa que Bitcoin depende de que los individuos aprecien su valor negociándola y pagando con ella, para que su valor pueda seguir aumentando con la demanda del mercado.
Dicho de otro modo: “Yo me lo guiso, yo me lo como”.
No hay nada sustancial, tangible, mostrador o puerta oficial que garantice el valor “intangible” de este producto.
“Productos de mercado” intangibles como estos, los hay a cientos, miles… Para que los “humanos para engañar/liársela al otro” ganen. A cuenta de los “humanos para dejarse engañar/ser-liado" pierdan.
Aquí, en este amanecer, solo se oye el canto del colirrojo tizón que, desde luego, no cotiza en mercado alguno.