lunes, 30 de mayo de 2022

...hasta ahora a nadie se lo he confesado.

 

Los vencejos. Bruno Liljefors. 1886.

Día a día, a medida que avanzo hacia la incierta meta, voy notando –y hasta ahora a nadie se lo he confesado- cómo en el cielo resplandece una luz insólita como nunca se me ha aparecido ni siquiera en sueños.”

Dino Buzzati – Los siete mensajeros

Sin nada especial que decir hoy, y poco más en el pensamiento, por lo menos a estas horas tempranas, leo en el blog de Ildefonso Robledo – Photo, una frase en la que me recreo unos instantes. Frase que a su vez me recuerda al “pequeño” pastor, Abenamar, así lo llama su mujer Izcai, en el libro “El pastor y las estrellas”. Abenamar deja su hogar un día y va en pos de una estrella que brilla especialmente en el firmamento. ¡Su estrella!

Ambas reseñas señalan lo mismo. Una luz insólita, una estrella que brilla especial.

¿Tenemos, tenéis, los que ahora leemos estas citas una luz que resplandezca insólita o una estrella particular marcando camino en nuestras vidas?

El vuelo rasante de los vencejos que anidan debajo de las tejas en la casa de enfrente al pasar raudos por delante de mi ventana, me distraen brevemente… Y ello, creo, minimiza en parte el impacto que la frase de Dino Buzzati creó en un principio.

Saboreo el primer té de la mañana y… sin saber muy bien por qué es mi nieta Ziara, con sus once años de vida, quien ocupa brevemente mi pensamiento… Nada relevante a tener en cuenta. Simplemente ha pasado por él...

miércoles, 25 de mayo de 2022

...sopla el Siroco.

 

El viento huracanado de "Siroco", de Emilio Ochando. 

Me llega una fotografía de un amigo en el día de su comunión, año 1957. Tal cual la mía por aquella época más o menos. Vestidos de marinero, rosario y misal en mano. Caras candorosas… de no haber roto un plato en la vida.

¡Aquellas épocas! Aquellos años de infancia sin un solo pensamiento en el futuro… Mayormente libres de inseguridades, preocupaciones, miedos o incertidumbres. Más allá de las propias de los niños de entonces. 

Veo a mi nieta de once años… Tan integrada en su mundo actual. Zona donde vivimos, familia, amigos, estudios. Sus pequeñas y no tan pequeñas responsabilidades. Sus afectos, sus cariños, contactos, abrazos, preguntas. ¡Confianza plena! Seguridad. Puede que no la nuestra de antaño… Tiene acceso a más información que nosotros.

¡A demasiada información! Porque hay demasiada realidad en el presente sembrando inseguridad en el futuro.

¿Es cierta la afirmación anterior? ¡No! Aunque haya un alto porcentaje de personas que piensen que sí, que puede que sí. ¡No estoy entre ellos!

Ni la realidad actual y mucho menos la inseguridad de su futuro, me inquietan.

Soy, somos, de otras épocas. Integrados en la actual como nuestros pequeños. El mundo, por llamarlo de alguna manera, es uno. El Cierzo, Siroco, Tramontana o Alisios que soplen hoy nos despeinará por igual. Pero solo eso, despeinar.

Ellos y sus circunstancias, que no las nuestras de ayer y hoy, hará que, hace ya, aunque no lo percibamos, sus vidas sean otra cosa.

Y por una simple e ineludible cuestión. Hagan lo que hagan, vivan como vivan, ¡siempre serán sus propias vidas!

Demos paso!… Mental, emocional, afectivo, y sobre todo inteligente, a todo lo que no nos concierne, hoy... Nosotros, quienes vivimos un ayer que hoy no es...

sábado, 21 de mayo de 2022

¿Cara o cara?

 


No suelen ser los fines de semana muy prolíficos en esto de escribir, publicar, leer y comentar. Muchos cierran el blog hasta más ver…

¡Y al séptimo día descansó! Dicen que hizo…

Bueno, aquí sexto y séptimo! Para qué vamos a andar con “chiquitas”. Además laboralmente vamos hacia la reducción de jornada semanal… Cosa que apoyo totalmente pues hay que tener espacio para uno mismo.

En esta línea de decir algo pero poco, me surgió ayer qué decir… Tiré una moneda al aire con dos opciones y salió ésta…

Las cuatro palabras que habéis leído y nueva canción. ¿Peculiar ésta?… ¡No diría yo que no!)

La otra opción era sacar a la palestra la definición de “mérito”, “emérito” y “demerito”. Pero como señalo, no es el finde el mejor momento para estas disquisiciones.

Bonito fin de semana a todos. Por aquí andaré!

martes, 17 de mayo de 2022

bla bla bla bla...

 


Acabo de suprimir de un plumazo, como suele decirse, un escrito que intentaba hilar con la intención de rellenar espacio en el blog… Léase bien, ¡rellenar! Como quien rellena una oquedad con más de lo mismo: hueco. Y ello es posible, en mi caso ahora, por el deseo de teclear, me encanta teclear, sin mucho o nada que decir… Experiencia que no es nueva.

Cierto que me gustaría en estos momentos estar inmerso en un pequeño grupo de amigos, concretamente pienso en varios de los que interactuamos en los blogs, sentados en el salón, entre sillas y sofás calculo que cabemos unos 9 o 10, en alegre disertación sobre el sexo de los ángeles…

Se sobrentiende que como anfitrión aceptable, té, café y picatostes habrá en demasía.

─¿Sexo de los ángeles dice, eso tan manido en conversaciones mil? ¡Pero hombre de Dios, si ya se sabe que los ángeles carecen de sexo!

─Bueno, también se sabe de la insulsez de muchas conversaciones y ahí las tiene usted. Bla bla bla bla…

El mirlo de mis madrugadas, mi amigo sobre la chimenea de la casa de enfrente, que no calla en alegre conversación con algunos otros algo más allá, atenúa en parte esta soledad que alberga este momento…

Soledad ansiada cuando la cacofonía del mundo trata de aturdir la mente, el espíritu y hasta el alma.

¡Trata! No que lo consiga. ¡No a estas alturas de la vida!

¡Allí puede que diluvie!… Y el agua, emocional, discurra con fuerza y desconcierto. Arrastre y deje huella.

¡Aquí, en el valle donde habito, las aguas del río que lo cruza lo hacen en suave recorrido, sin afectar lo más mínimo todo lo que lo rodea, hacia el Océano de la Vida. ¡Hasta el Infinito siempre!

El canto del mirlo, que ya lleva más de una hora acompañándome a través de las ventanas abiertas, confirma la validez de lo escrito.

sábado, 7 de mayo de 2022

...flautista.

Amanece un espléndido día de sol. La taza de té, verde y humeante, descansa a mi izq. La luz entra por un lateral del ventanal del salón e ilumina la pared de enfrente. He repasado las notas que apunté anoche, ya de madrugada antes de ir a la cama, y las he ampliado con alguna otra. ¡Cosas por hacer! Algunas hoy y las demás, ¡Ver venir!

Mientras doy un sorbo mis ojos escapan a la hoja de las notas… ¡Qué heterogéneas son! ¡Cuántas cosas por hacer!

¡Y qué despreocupado talante embarga mi ánimo y momento actual!

De las mil y una circunstancias que preocupan a medio mundo…, y de la media de la otra mitad, aquí nada se oye.

Apenas las suaves notas del flautista de Hamelin, en este caso en alegre carrusel dirigiendo a los más pequeños del lugar al parque de las risas eternas.

lunes, 2 de mayo de 2022

El pozo de Siquem...

 


Llevo días con una frase…, más o menos conocida…, cuya enseñanza no está al alcance de cualquiera…, dándole vueltas en la mente.

¿La publico no la publico?… ¿Es relevante ahora con la que está cayendo en el mundo… Y en la vida particular de tantos?

¿Hay espacio en los espacios que la gente suele conformar para sí mismos, en los que poder relativizar, momentáneamente, las inquietudes, propias y ajenas, que les embargan?

En la tranquilidad del hogar de cada uno, principalmente a estas horas de la mañana, no cabe, no cabría, que el barullo, la confusión, los miedos, las amenazas de toda índole que embargan a la mayor parte de la humanidad, tuviesen cabida.

¿Y ello por qué? Pues porque una cosa es la realidad que el propio mundo representa, sin serlo realmente, y otra la realidad real que siempre es!

─¡Uy uy uy!… Ya empezamos con los «intangibles»…

─Lo que usted llama «intangibles», pudieran ser simples creencias, lastres del “no saber, no creo en ello”, en los que la humanidad se ha ido envolviendo a lo largo de los tiempos.

Y por ”envolviendo” hay que entender los intereses que capas de las sociedades, las predominantes, han ido inculcando, forzando, al resto… Generalmente al «pueblo llano».

¡Vamos con la enseñanza universal de todos los tiempos! Que no hayas oído hablar de ella nunca, que conociéndola no creas en ella, e incluso la rechaces, no hace que ella, ¡esa realidad!, deje de serlo.

Puede que, simplemente, no haya florecido en ti… todavía.

«Las cosas que yo hago vosotros podéis hacer, ¡y mayores cosas aún!» Jesús.

¿Frase hecha para captar discípulos? ¿Enseñanza del momento que ya después no funcionaba? ¿Incapacidad de la iglesia de explicarla, ¡de aceptarla! Cuándo no intereses propios para desvirtuarla?

El caso es que dicha enseñanza, universal y de todos los tiempos, está presente siempre, al alcance de la mano, en cada persona, situación o cosa que exista o pueda existir.

«Y mayores cosas aún»

Si no lo crees posible, no será factible, mientras tanto, en tu vida, tus cosas, las realidades que crees que te envuelven.