miércoles, 28 de agosto de 2019

...y ululaban!



Anoche me encontraba en lo más profundo del valle. En el “silencio” de la oscuridad, donde solo el canto de los grillos y el rumor del río de la Vida se oían y, los oí!

Los autillos. El ulular de varios autillos. Uno ululaba y los otros le respondían… Y así pasé un buen rato.

Luna no había. Pero un tachonado de estrellas me acompañaba a ratos, cuando las nubes, en su viajar, las dejaba al descubierto.

Y pensé que no todo está perdido en este mundo, donde parece primar, en la sociedad, en la humanidad, la cacofonía más desaforada.

Bla bla bla bla bla… Ni tan siquiera preguntamos ¿cómo dice?

domingo, 25 de agosto de 2019

...los "auténticos"!



Dos textos leídos hoy han motivado cierta reflexión que paso a dejar en este espacio de encuentro.

Uno es una especie de sentencia ante ciertos hechos que se dan actualmente en nuestro país y Brasil principalmente.

La autora se hace eco de un extenso artículo que sobre el tema de los incendios publica un amigo mío. Artículo sopesado en sus causas y efectos. Y señala con extrañeza, la autora, “...qué cómo es posible que solo sea un número relativamente pequeño de personas las que estén dando la voz de alarma a lo que está ocurriendo.”

Y añade: “Es inaudito. Entras en Twitter y ves que si operan a tal, que si fulanito ha dicho no sé qué... y mientras nos estamos cargando donde vivimos: ¡la Tierra!, pero esto no aparece. Como si todo tuviese más importancia que la vida misma. Hemos perdido el norte.”

A esto, entrar en Twitter, me recuerda una enseñanza de sabiduría que dice: “Donde pones tu atención, en eso te conviertes”.

O dicho de otra manera: Si entras en Twitter, no debería extrañarte que adoptes la “realidad” que Twitter propaga.

El otro texto, el de mi amigo, según lo iba leyendo, y comprendiendo su preocupación por los hechos que relata, me venía al recuerdo el libro de Marlo Morgan. “Las voces del desierto”.

La experiencia:

Después de los cuatro meses que pasó caminando con una tribu de aborígenes a través del inmenso y desolado desierto australiano, ha abandonado la medicina, ha contado por escrito la experiencia que alteró completamente su vida en el libro y ahora se dedica a transmitir en conferencias las enseñanzas de los auténticos.  Los auténticos  es el nombre que se dan a sí mismos los miembros de la tribu más ancestral del Outback (zonas desérticas del interior de Australia y Nueva Zelanda), y Marlo Morgan recoge en su primer libro el paseo  de iniciación al que la sometieron en 1991 a fin de prepararla para su misión: llevar al mundo su mensaje de nueva espiritualidad y dar fe de la extinción de su raza, ya que han decidido voluntariamente dejar de reproducirse. La última vez que Morgan los visitó quedaban solamente seis con vida.

A Marlo Morgan, que no tiene aspecto de profeta, la palabra misión  no le gusta. "Simplemente son amigos míos, y como ellos no van a las ciudades, me dijeron que si yo quería contarlo y encontraba a alguien dispuesto a escuchar, lo hiciera".

Comer hormigas
Cuatro meses caminando sin calzado; durmiendo al raso; comiendo hormigas, serpientes, ranas y toda clase de vegetales, y enterrándose en la arena para liberarse del mal olor corporal, ayudaron a esta mujer de 50 años a prepararse para los fenómenos más difíciles de aceptar. Los auténticos se comunican por telepatía, curan las fracturas hablando a los huesos y preguntan a los tubérculos si están listos para ser comidos. "Sé que esto resulta difícil de entender para la mentalidad occidental. Lo mismo que pasaría si los auténticos dirigiesen el mundo. Ellos son maestros en el arte de la negociación; por ejemplo, si dos presidentes estuviesen discutiendo y no lograsen ponerse de acuerdo, simplemente cambiarían sus asientos y con ellos sus papeles, sus puntos de vista", asegura.

Que la tribu se extinga no significa que el mundo resulte ya inhabitable. "Los auténticos han terminado su existencia terrena, pero son optimistas. Creen que los humanos empezamos a darnos cuenta del mal que le hemos hecho al planeta, a los peces, a la lluvia, y que nos estamos haciendo más responsables", cuenta.

¿No le da tristeza, o miedo, que desaparezca una raza entera? "Cuando murieron mis padres yo no sabía lo que significaba la idea de siempre, y por  eso me apené. Ahora pienso como la tribu: no creo que nadie muera, estamos aquí para siempre".

(El País. 11-04-1995)

lunes, 19 de agosto de 2019

Agosto.


Velero en alta mar. Antonio Rojas.
A punto de emprender viaje hacia la tierra mía donde viví de niño, en casa de mis abuelos, Noia, 1956, 8 años, un tramo de mi vida que dejó huella, y habiendo leído el poema que Soco de Luis dedica al mes de Agosto, http://olerki.blogspot.com/ me hago eco de dos de sus estrofas:

Por qué dos personas se re-cl-aman
aún sin conocerse...

Y por qué no,
una noche cualquiera
una cita en un bar?...

Chao amigos. Pasadlo bien.

(La frase "...viaje hacia la tierra mía..." es un recuerdo de las palabras del poeta Machado cuando abandona Soria camino de su Andalucía.)

domingo, 18 de agosto de 2019



Una vez más, domingo por la mañana… Una vez más… de qué escribo…

He empezado a teclear sobre un tema candente…, 17 de Agosto de 2018, y lo he suprimido! No quiero herir sensibilidades. Pero algunos comentarios al respecto parecen, unos interesados, otros excesivamente simplistas.

Los interesados serían los del establishment, nacional, europeo, mundial. (Grupo de poder, poder establecido, o clase dominante son algunos de los términos usados para referirse al grupo dominante invisible o élite que ostenta el poder o la autoridad en una nación.)

Y los simplistas serían… Aquí guardo silencio pues quien más quien menos los reconocerá sin más.

¿Es que no hay mayor capacidad de análisis para ver la realidad real de las cosas del mundo, nuestro y de los demás?

La sociedad llora, puntualmente, la muerte de un niño, una mujer o un hombre, pero no parece caer en cuenta de cuantos niños, mujeres y hombres mueren cada minuto en el mundo. Y no precisamente por causas naturales!

El ser humano en general (no la víctima de turno), la sociedad en su conjunto tiende a tener cierta capacidad de asimilación del dolor, la desgracia, el sufrimiento o la muerte… ajena. ¡Cierta capacidad! Pues no podría soportar, no lo hace, dosis mayores…

Entonces… ¿A qué poner velas o lamentos a esa, la suya propia, ¡no la real!, dosis soportable?

¡Uy uy uy!… ¿Pero no dijo que no iba a escribir sobre ello por no herir sensibilidades?
¡Y no lo hago! No son mis voces las que se oyen, las que denuncian, las que lloran sin comprender nada…
Son las voces del hambre y de la injusticia del mundo. Y también las del silencio de quienes ya no lloran ni sienten hambre..., por no haber podido alcanzar las costas... de Europa.

Una vez oí a un analista político afirmar, y era una persona relevante, que el mayor “terrorismo” que existe es el hambre!

domingo, 11 de agosto de 2019

Compañera de viaje...



Hoy es un día ¿cualquiera, más, mejor, sí pero no, etc.? ¡Ni idea! No dedico un segundo a calificación alguna… Y sin embargo algo he de decir.

Una vez más domingo por la mañana, una vez más la hoja en blanco en pantalla…

Recordé un texto escrito de hace mucho tiempo. Y en un blog antiguo lo encontré… 2012. (No es lo publicado más abajo).

Había un comentario de una persona con la que mantuve una cálida amistad durante muchos años. Poeta ella, sus trabajos gozaban, gozan, de una gran sensibilidad… (A su vez era algo peculiar. Experta en palabras de uso poco corriente, más de una vez tuve que investigar sus significados).

Y un buen día, una palabra mía, también poco corriente, a la vista de sus efectos, marchitó aquella relación… (Hoy la he vuelto a escribir, a su correo, pues no tiene activada la opción de Comentarios. Bueno, más que escribir yo…, digamos que las teclas han marcado su nombre…)

Y ahora volvamos al presente.

Un texto publicado en un blog amigo, su autora parecía encontrarse en un momento delicado, confuso, de búsqueda de sí misma…, me hizo responderle en la misma línea. Posteriormente hemos intercambiado algunos mails. Al último no ha respondido todavía. ¡No tiene importancia! No es a mí a quien tiene responder, sino a sí misma. Y ello puede que le lleve algún tiempo…

Lo que sigue, es para ti:

Que tu mente se convierta
en compañera de tu viaje,
Y generosamente se apague
cuando llegues a la otra orilla.

Dice Sehsa:

No busque apoyo mental alguno. Usted ya existe, eso es suficiente. Tiene lo necesario para el encuentro con la No-dualidad. Posee el don de Ser y Saber, nada más requiere. Simplemente fluya siendo Aquello que siempre ha Sido; no lo tiña de género, profesión, anhelo o caracterización alguna de cognición.
Tan sólo fluya Siendo y Sabiendo que existe, sin tener que interpretarlo, relacionarlo, inferirlo o compararlo con cualquier contenido evocado.”

(No-Dualidad. ¡No dos cosas distintas! ¡¡Solo la Realidad Una!! ¡Aquello que siempre ha sido!)

sábado, 3 de agosto de 2019

Come fruta...


La mítica travesía del desierto... de la Humanidad.
Hay una realidad tras la que casi nadie va…

Hay mil y mil realidades en la vida de la gente, la sociedad, la humanidad, ficticias, creadas y auto alimentadas, que son como un velo que impide ver esa realidad. 

¿A qué realidad y realidades se refiere? El mundo, la vida, es ya bastante difícil y compleja como para andar con acertijos…
El día a día de muchas personas es como un laberinto del que no acaban de encontrar la salida.
Atrapadas en él…, viven sus vidas como en un corralito. Limitadas tras las vallas que les impiden descubrir… ¡Descubrirse a sí mismas!
¡Cierto que hay risas. Pero el bíblico valle de lágrimas es de tal profundidad que acaba ahogando a éstas!

Come tú mismo la fruta.

En cierta ocasión se quejaba un discípulo a su Maestro:
«Siempre nos cuentas historias, pero nunca nos revelas su significado».
El Maestro le replicó:
«¿Te gustaría que alguien te ofreciese fruta y la masticara antes de dártela?».
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Nadie puede descubrir tu propio significado (tu realidad) en tu lugar. Ni siquiera el Maestro.
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Anthony de Mello, S.J. "El canto del pájaro".