El tiempo de la siega ha finalizado. La cosecha está recogida. |
Querer hacer algo en la vida está bien. Marcarse un objetivo puede ser mejor.
No es lo mismo querer hacer algo que hacerlo. Marcarse un objetivo que lograrlo.
Un estudiante, joven, estudia para ser o conseguir algo en la vida.
El comercial de una empresa, se marca objetivos de venta de sus productos.
En la vida nuestra, la de la mayoría de quienes actuamos por estos espacios de blogs, instalados en la estación otoñal, los más (no se vayan a mosquear los que todavía transitan el verano de sus vidas), liberados ya, o casi, de alcanzar algo, no sería de recibo embarcarnos en objetivos fuera de nuestro alcance…
Despertar cada mañana con algo por hacer, es más que necesario, y si ello es gratificante, ¡miel sobre hojuelas!
Pero hacer de ese algo natural, acorde con nuestras realidades del momento, en todos sus aspectos, un objetivo o meta inalcanzable, es/sería, una incomodidad.
Estamos aquí! Pero nuestra vida, nuestra realidad, no es la de los 15 años o 35. ¡Ni la quiero!
El sol que veo salir cada mañana, el canto del colirrojo que oigo cada amanecer, las hojas que el viento mece en este instante en el árbol frente a mi ventana, ¡son reales!
Y la realidad es, debiera ser, lo único con lo que contar hoy. ¡El hoy de cada uno es/somos cada uno!