viernes, 7 de octubre de 2022

el tiempo no transcurrido...

Antiguo hórreo en Galicia.


Salió de casa sobre las diez y media en dirección a la alameda. La mañana había amanecido soleada, diáfana, y a esas horas ya se agradecía la calidez del sol.

Aquellas calles viejas, aquellas fachadas antiguas que conformaban las viviendas de su entrañable Noia donde vivió de niño, aquella esquina donde antaño, años ha, la panadera, oronda mujer de sempiterna sonrisa, le entregaba el pan que su abuela le había encargado… En ocasiones cogía un cacahuete de un recipiente tras el mostrador y se lo daba al loro gris de cola roja que, en su jaula, lo cogía con el pico y sirviéndose de una pata lo pelaba...

Hoy, 69 años después, revive la misma escena con la nitidez que da el tiempo no transcurrido…

Aquí vivía Merceditas, aquí Samuel con su madre y hermana, allí, en aquella casa con jardín de altos muros, vivía una amiga de su tía Lolita. Lo que hoy es el juzgado y otras instancias administrativas, ayer era la escuela donde, con pizarra y pizarrín, el maestro don Venancio, con gruesos cristales en las gafas y el apodo de “el Canario”, tenía uno enjaulado en su balcón, les hacía cantar…

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lección:
«mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millón».

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

Recuerdo infantil. A. Machado.

20 comentarios:

Ana dijo...

Esta crónica del pasado, que como apuntas no desaparece si se integra en nosotros, es de una gran belleza. He disfrutado mucho de tu forma de relatar esas escenas como espectador de la vida, el que experimenta lo que le sale al paso pero no se encadena a nada. Y tu entrada hace que mi mañana, gris climáticamente hablando, sea más luminosa, gracias!!!

Me encantó el poema, auténtico como el gran Machado.

Muchos besos Ernesto!!

Elda dijo...

Muy bonito lo que has escrito y muy acorde con el poema de Antonio Machado, que no conocía.
Un abrazo Ernesto y buen día.

Alfred dijo...

Un transitar por los recuerdos de la niñez hasta llevarnos a los versos del poeta.
Muy acertado.
Un abrazo.

Paty Carvajal dijo...

Hay recuerdos que se transforman en añoranzas, por su sencillez, por su tranquilidad, por su naturalidad, por su calidez, especialmente en los contextos que hoy abundan, cargados de bullicio, velocidad y superficialidad. Yo recuerdo cuando con mis hermanas íbamos caminando al colegio y a veces nos seguía un pato que tuvimos de mascota, y entonces sorteábamos quien debía devolverse a dejarlo nuevamente a la casa. Todo era simple a la vez de divertido, y no nos acechaban los peligros de ahora.

Es lindo recordar tiempos de inocencia y sencillez, de esos que abrazan el alma amigo y nos hacen sentir a salvo. Un gran abrazo Ernesto, espero te encuentres muy bien. Paty

maría cristina dijo...

Volver a recorrer los lugares de antaño tienen esa remembranza tierna y emotiva, un abrazo Ernesto!

Margarita HP dijo...

Qué preciosidad de entrada amigo mio. Me has recordado cuando visité mi barrio tras muchos años de no ir por allí y empecé a hacer eso... recordar a quiénes vivían allí, los momentos de la niñez... Besos amigo mio :D

Manuela Fernández dijo...

¿A qué nos lleva recordar la vida que no ha de volver? Lo pregunto yo que por un lado no me permito recordar, mientras que por otro guardo con avaricia el pasado.
Bonita entrada.
SAludos.

lunaroja dijo...

Oh, qué preciosa fotografia escrita de ese pasado que queda en el alma grabado.
Me recordaste a mi antiguo barrio donde pasé mi infancia.
Cada vez que vuelvo a Buenos Aires me doy un salto a caminar por esas calles donde aprendí a andar en bici,a patinar,y a pasar las noches de verano con los amigos en las calles mientras los padres charlaban en las aceras.
Precioso.

Tatiana Aguilera dijo...

Recuerdo años atrás haber regresado a la casa donde nací. Recordaba su color y extensión del patio, pero lo que más me causó curiosidad fue que al retornar al lugar el tamaño de la casa era menor y, después encontré que era obvio porque yo tenía la visión de una niña que miraba desde su corta altura.
Muy buenos los versos de Machado y la foto.

Abrazos

mariarosa dijo...

Cuantos recuerdos Ernasto van defilando por nuestra memoria cuando regresamos a los viejos barrios donde hemos crecido. Un abrazo.

mariarosa

Ildefonso Robledo dijo...

Bella evocación de un mundo que ya solo está en nuestras mentes... Ahora son otros mundos los que viven...
Un abrazo

Catalin dijo...

Memories are precious.

AMALIA dijo...

Bellos recuerdos.
Siempre quedarán.
Un abrazo.

Mujer de Negro dijo...

Un bello transitar por esos lugares que se conservaron en la memoria.
Lo hice hace un tiempo, el lugar parecía una grieta en el tiempo y los veinte años de distancia allí no habían pasado, todo seguía lo mismo, solo las canas, los rostros ...
Un abrazo, Ernesto

stella dijo...

Me he visto reflejada en tu narración Ernesto, cuando no hace demasiado visité con mis hijos "mi barrio" el lugar donde nací, solo que debí imaginarme como era entonces, yaque las nuevas construciones en bloques habçn cambiado el paisaje que yo recuerdo, ahora hay bloques de cemento altos y la casa donde nací no existe...
Los versos de Machado muy propios para acompañar el texto
Un abrazo

Catiaho Reflexod'Alma dijo...

Lindo texto que
nós leva a
refletir sobre
nós e os nossos.
Já seguindo aqui
vou apreciar se visitar
o Espelhando.
Bjins
CatiahoAlc.

Maripaz dijo...

Recordar es volver a vivir y yo he vivido contigo tus recuerdos al leer tu emotivo texto.
Abrazos querido amigo.

Teo Revilla Bravo dijo...


Hermoso lo que cuentas y la manera tan serenamente agradable como lo haces. Un foco de luz detenido en tus recuerdos, una maravillosa sensación de que todo, así, estaba bien...

Saber ver y saber resaltar lo que se ve...

Y el poema de Machado coronándolo. Mejor momento de lectura no nos podías dejar, gratísimo regalo amigo Ernesto. Y dices que no entiendes la poesía...

Un abrazo muy grande

Mi nombre es Mucha dijo...

Transitar siempre por el pasado típico de viejos que no puede abrazar la maravilla del hoy.
El pasado duele ya no esta mas contigo aunque haya sido encantador

Tesa Medina dijo...

Dijo alguien muy sabio que somos más lo que recordamos y cómo lo recordamos que lo que hemos vivimos.

Recordar no es cosa de viejos, recordar significa que has vivido y que todavía conservas la memoria, que no es poco en un mundo donde un elevado tanto por cierto de la población la va a perder sin remedio.

El poema de Machado me hizo regresar a esa escuela de mi infancia en días lluviosos que a mí siempre me huele a gomar de borrar en mi recuerdo y a cristales entelados donde dibujaba nubes y pájaros en vuelo.

Un abrazo,