Que
esta mañana a las 5:20, de noche, con un frío intenso estén
cantando los petirrojos desde el nogal y la magnolia viene a
confirmar que la Tierra sigue girando de manera natural…
Y
el mundo, la humanidad, y dentro de ésta la sociedad que nos abarca,
sigue girando, también, en la rueda sin fin…
─¿Sin
fin?… ¿Qué quiere decir sin fin…, qué esto que conocemos
no se acaba nunca?
─¡Si
y no!
─¿Puede
ser más explícito?
─Que
esto que conocemos, como usted dice, no se ha acabado
nunca… hasta ahora, ¡es un hecho! Por lo menos en la inmensa
mayoría de la gente…
─¿Qué
entiende usted por “esto que conocemos”?
─¿Usted
sueña cuando duerme?
─Sí,
creo que la mayoría de las veces sí.
─¿Y
cuando sueña es consciente de que lo hace?
─No,
no creo… Más bien es al despertar que me doy cuenta de haber
soñado.
─¿Es
lo soñado una realidad? ¿Le afecta lo soñado? ¿Le deja secuelas,
físicas principalmente?
─Pues
no!… ¿Cómo va a dejarme secuelas algo que no es real, que no ha
sucedido? En el aspecto emocional, mental, sí puede que me afecten…
Un sueño trágico, una pesadilla, sí que en ocasiones me ha
turbado. Lo mismo que sueños gratos, felices, dejan en ocasiones,
pues no siempre se recuerdan, satisfacción.
─En
ambos casos ¿qué es lo que descubre cuando despierta?
─Bueno…,
es evidente que cuando despierto me encuentro en la cama… Y ese
sueño vivido en el que me quemaba en la hoguera la Inquisición por
«hereje» o ese otro que me hacía volar sobre los tejados de las
casas, no era real. ¡No sucedió nunca!
─Algo
sí sucedió, algo sí fue real: el acto de soñar. ¡Usted soñó!
Lo que sucede es que lo soñado no lo fue.
─Creo
que le voy cogiendo el punto a esto de “lo soñado”… Pero
¿dígame, qué tienen que ver los sueños con la rueda sin fin de la
vida?
─¡Obsérvese!
Mucha de la irrealidad que se vive, y sobre todo la aflicción, el
bíblico valle de lágrimas, está basado precisamente en esto: la
falta de atención que se presta a sí mismo. Cuando sueña usted es
el sujeto, el protagonista de una vivencia que, teniendo un poso de
realidad: el soñar, no es real en si misma. La vive y la sufre como
tal, pero no es real. No sucede. No ha sucedido nunca. ¡¡No
sucederá, en realidad, jamás!!
─¿Y
entonces?…
─Todo
estaría en estas dos frases:
-”¿Y
cuando sueña es consciente de que lo hace?
-No,
no creo… Más bien es al despertar que me doy cuenta de haber
soñado.”
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¡Lo
que se vive como real, la vida que se conoce, pasada, presente, y la
que se espera que pase, pudiese ser el sueño vivido por
muchos de una realidad a la que todavía no se ha despertado!
!Y
solo entonces, despierto ya, no antes, si bien puede atisbar que algo
más que lo conocido, soñado, hay, sabrá!
Aunque
llegado a ese punto, despertado, consciente, el saber o no saber
carece de relevancia. ¡Usted ES!
Siempre
fue, ES, será… pero hubo/hay un tiempo en el que
creyó .«no
ser»
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