Valle de Atxondo. |
Una
mañana gris, fresca, algo húmeda y con niebla. ¡Un respiro en esta
etapa de calor desmedido! Casi todo el mundo en sus quehaceres
cotidianos… Algunos, ver llover, cuando llueve, y escribir en el
blog :))))
(Para más cosas está uno preparado, y quiere, pero el
sistema no le deja “trabajar”)
Tengo
la impresión, certeza más bien, de que esto de los blogs si bien
sigue “funcionando” está perdiendo “cuota de mercado”. Cada
vez la gente parece escribir menos, y eso que solo me refiero a los
“fieles” de siempre. Y por otro lado me consta que no es que se
escriba menos, sino que se expresan en otros medios de comunicación
social: Facebook, Whatsapp,
Instagram, Twitter, etc.
Y así hasta las 30 redes
más
importantes que da el ranquing mundial.
Personalmente
celebro que la gente se exprese como quiera. Evidentemente yo no
estaré en la mayoría de ellas. Mail, blog, whatsapp
y móvil es todo el espectro
en
el que me muevo.
¿Limitado?
Bueno, siempre “me
quedará París”.
Y
tocar el caramillo a la orilla del río al declinar la tarde…
Cierto
que entre estar “muerto” para el mundo de la comunicación y
estar metido hasta las cejas en lo que a veces se percibe como
“gallinero”, que no es que lo sea, claro, todo mi respeto para
quienes se mueven con soltura en esos medios, pero hay que reconocer
que quienes somos/venimos de épocas tan distintas, ayer el mundo era
otra cosa…, esto
de la “modernidad comunicativa” nos/me queda ancho…
Ayer
comimos unos amigos en la costa y pasamos la tarde de paseo. Charlas,
risas, encuentro,
comunicación… ¡Ni una llamada, ni un whatsapp, ni un
twitter
ni una línea en el blog! Pareciera
que estuviésemos en los años 70/80. ¡Y estuvo muy bien! Y
al resto de la gente que
por allí estaba,
exceptuando a alguno trasteando con el teclado del móvil, les
vimos igual de bien.
Tengo
todo esto de la tecnología moderna al alcance de la mano, si fuese
el caso, y mis nietas lo vivirán de otra forma, sin duda. Si bien
les vamos marcando ya las líneas
y advertencias necesarias para que sean ellas quienes hagan el uso
adecuado de
las redes y
no al revés! También ayuda, y mucho, el haber nacido y vivir en el
valle. Montes, campas, río, ganado, aves y perros en el caserío,
son una excelente escuela para la vida. También ¡cómo no! la
familia escogida
o que les ha tocado en suerte.
No se trata de preferir época. Sino de ser consecuente con la que te toca vivir. |