martes, 28 de diciembre de 2021

...¡no sé cómo!

 

Si bien la fotografía es de 1880, yo corría tras un aro parecido en 1956, y en pantalón corto.

P. ¿Cómo accionar en los chicos en el siglo XXI el interruptor del asombro?

R. A través de algo tan supuestamente anticuado como la presencia y la palabra. Lo que pasa es que están tan acostumbrados a la velocidad, a los videojuegos y a lo virtual, que a veces es una batalla perdida.

https://elpais.com/educacion/2021-12-22/antes-nos-daban-de-tortas-nuestros-padres-y-ahora-nuestros-hijos.html

“El escritor, traductor y profesor de Filosofía Ernesto Calabuig alerta sobre el desencanto de los jóvenes, el peligro de creer que tienen todos los derechos y la necesidad de la reflexión y el largo plazo.”

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Si bien estas referencias pueden parecer algo “catastrofistas”, puedo asegurar que en su amplio conjunto, la entrevista resulta de interés y bastante certera en sus análisis.

La palabra “asombro” encierra, a mi entender, un amplio abanico de conceptos y posibilidades que, muchos entenderán como irrecuperables en la juventud, adolescencia y hasta niñez avanzada.

Y es ahí donde entraría en juego esa “presencia” y “palabra” de los adultos.

Padres, familia, escuela, entorno social, instituciones, métodos y objetivos, etc.

¿Estamos preparados para ello?

Cierto es que la velocidad, los videojuegos y lo virtual, están presentes en ellos. Como lo está en una gran parte de la sociedad… La que en cierto sentido es, debiera ser, la responsable de esa “presencia” y “palabra” en los jóvenes.

¿Es, somos, los adultos la pescadilla que se muerde la cola… del “debiera hacer”, algo, "pero no sé cómo”?

Observo a mi alrededor, calle, familias, entorno, mucho buen hacer, también confusión. Y, en parte también, confusión en los menores, sus comportamientos, juegos, valores, etc. Y sé que ello se debe principalmente a los adultos que los rodean… A gran parte del mundo de los adultos, y parte de sus valores actuales.

Empieza un nuevo año. ¿Vamos a repetir la historia?

(Aclaro que si bien me llamo Ernesto, mi apellido no es Calabuig)

lunes, 27 de diciembre de 2021

Los cien mil hijos...

 

Eivissa.

a.- Que la vida juega siempre con su propio ritmo sin tener en cuenta el del sujeto en cuestión, ¡resulta incuestionable!

b.- Que en ocasiones, muchas, ambos ritmos jueguen a la par, vida y sujeto, ¡sin duda!

c.- Y que en otras muchas, las más, el sujeto, tú, yo, crea ser él el artífice del ritmo en el que se desarrollan las cosas. ¡Quien esté libre de lo contrario tire la primera piedra!

Decía en la entrada anterior que el Olentzero me había traído como regalo de Navidad tres cuartillas en blanco… Espero rellenarlas y hacérselas llegar a sus destinatarias! ¡Espero!”

Pero ya parte de los comentarios habidos tras esta lectura, abogaban por: Respecto a tu regalo, me hace ilusión, así te leeré lo que vayas escribiendo.

- Felices fiestas Ernesto, espero estar a medida que vayas llenando de letras esas hojas en blanco y compartir.

- a ver que tal se dan esas cuartillas en blanco. Feliz 2022

Si bien no todos abogan por leer lo que las cuartillas vayan a decir, la fuerza de los que sí me inclina a compartir-las.

Una de ellas, la primera, iba destinada a mi nieta Naia, 17 años, motivos había… Pero durante la comida de Navidad, la Vida se encargó de escribirla directamente entre ambos. O por lo menos en un alto porcentaje… Quedándome a mí tres o cuatro renglones por rellenar. ¡Será en unos días!

La segunda era para su madre, mi hija. Aquí he de señalar que la Vida, ese día, solo completó poco más de un tercio. ¡Queda, pues, trabajo por hacer!

Y ya la tercera… se queda sin escribir. La destinataria es una persona, prima mía, a la que conocí cuando tendría unos 8 o 9 años. La vi esa única vez y nunca más… Hasta que sesenta años después otra prima me habló de ella. La llamé, me presenté… Muy contenta de contactar con parte de la familia. Muy amable, cariñosa. Nos ofreció su casa, vive en Mallorca, cuando quiera que fuésemos. Y ahí se inició una comunicación muy grata. Mails, whatsapp, móvil. Me puso al día de quién es quién en la familia ibicenca.

Cumpleaños, navidades, llamadas… Hasta que el año pasado me envió por estas fechas un vídeo de Eivissa. ¡Solo! Y además reenviado… Y además sin una sola palabra… Es decir, coges un vídeo, que te ha llegado por la red, y se lo envías a los “cien mil hijos de san Luis” que tienes en el listado de contactos. ¡No respondí!

¿Navidades de 2021?… Tal cual la misma historia. Reenviado, sin palabra personal alguna… ¡No he respondido!

sábado, 25 de diciembre de 2021

...en blanco!

 


Esta Nochebuena tan peculiar, peculiar toda la fiesta de Navidad en sí, “peculiar” uno mismo en relación a todo ello y, sin duda, algunas peculiaridades mas en la vida de algunos, presentes incluso aquí, y que cada quien sabrá ponerles nombre, a lo peculiar digo no al personaje, hace que la vida hoy transcurra tan distinta a las Navidades de los ayeres.  

"Ayer" se conmemoraba en estos días el recuerdo del niño aquel que, decían, nació por estas fechas… Belenes de musgo natural y ríos hechos de papel de plata sacados de las chocolatinas, pastores, corderos y gallinas, una cuadra por techo, buey y asno, oro, incienso y mirra traídos desde Oriente…, conformaban aquellas fiestas nuestras.

Nuestras, de los niños que éramos… Sin ser conscientes si los adultos de entonces, hoy nosotros, las vivían igual. Con aquella despreocupación y alegría infantil.

¿Tienen hoy, las niñas, niños y jóvenes, aquella alegría y despreocupación que nos embargaba? ¿Aquel día a día que, quiero creer, envolvía todo el ambiente navideño? ¡Y que no dejaría de ser un cierto reflejo del ambiente general que se vivía en este país!

Quiero creer en aquel ayer… Siendo consciente de que no todo tiempo pasado fue mejor.

Cambiando de tema. Aquí en el País Vasco existe el Olentzero. El “Carbonero”, figura mitológica que se desliza por las chimeneas en Nochebuena para traer juguetes a los niños y regalos al resto…

Este año me ha traído tres cuartillas en blanco… Espero rellenarlas y hacérselas llegar a sus destinatarias! ¡Espero!

lunes, 20 de diciembre de 2021

...des - peinar.

 


En cierta ocasión leí que si en un acuario de peces de colores le pones nombre a uno de ellos, “Juanito” por ejemplo, y posteriormente el “pez grande se come al chico”, habrás creado una desgracia.

Si dejásemos de poner etiquetas a todo lo que nos parece, sin más valor que la propia apreciación personal, y al margen de su realidad, así lo veo, así lo siento… así me afecta, permitiríamos que lo natural fluyese sin obstáculos, libre, tal como es!

¡Y las cosas que son, son. Y tienen un sentido de ser! Y cuando soplan los vientos de lo real, lo más que puede pasar es que nos despeinemos… Signifique este despeinar lo quiera que sea.

¡¡Las cosas que son, son!!

¡Y no por ello deben afectarnos!.. ¡O sentirnos afectados por ellas! Que parece lo mismo pero no lo es.

Mirad los campos llenos de espigas doradas al final del verano tintados de amapolas... ¿No es bello lo natural?

Creo que de, historias creadas, va más que servido el género humano. Y de las consecuencias de ellas, surge cierta amargura… Que él considera consustancial con el mundo, la vida, las cosas vienen así… Siente, dice… y piensa!

Hay quienes se lamentan del frío, del calor, de la lluvia, el viento, los lunes, del día siguiente de llegar de vacaciones: “ya nos queda menos para el año que viene”. El vecino del 5º, el alboroto de los niños, qué caro está todo…, etc., etc. ¡Que dirán los de Pérez!

Hace unos días oí en un parque lleno de árboles, setos, bancos y fuente, cómo dos personas hablaban… Una le decía a la otra. ¡Hay qué ver cómo está esto de sucio, lleno de hojarasca por todas partes!

Miré a mi alrededor y vi una entrañable estampa de otoño. El cielo lucía azul castellano. El sol calentaba tibiamente. De algunos árboles se desprendían hojas, ocres éstas, amarillentas aquellas. Dos mirlos dialogaban desde sendas ramas… Unos gorriones picoteaban en el suelo. Dos parejas iban de la mano. Y un grupo de niñas y niños saltaban a la comba cerca del palco de la música. Un señor con boina leía el periódico. Y...

La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano,

un sueño lejano mi canto presente?

Fue una tarde lenta del lento verano.

Respondí a la fuente:

No recuerdo, hermana,

mas sé que tu copla presente es lejana.”

Antonio Machado.

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Dicen que por estas fechas hay que desear Felices Navidades, Felices Fiestas o, simplemente, felices días de asueto, comer, beber y cantar villancicos. Que ya esto se haga en compañía de amigos y familiares, ¡miel sobre hojuelas!

Desprovistos pues estos días del espíritu "divino" de "ha nacido Jesús en el portal de Belén", levanto mi copa y brindo por y con cada uno de vosotros, amigos de tertulia. 

Y, cómo no, con ese otro ramillete de amigos que entran a leer pero nada dejan dicho.

Chin Chin. Fuerte y gran abrazo a todas/os vosotras. 

¡¡2022 será otra historia!!


sábado, 11 de diciembre de 2021

...ese mohín!

 


Estaba escuchando música aleatoria esta mañana cuando ha entrado la canción de Rocío Dúrcal, “La muerte del palomo.”

Canción que me gusta verla cantar por el mohín que hace justo cuando acaba de pronunciar el tercer “...en llorar en llorar en llorar...” ¡Justo ahí!

Y hablando de la cantante… ¡Permitidme!

Corría el año 1968, más o menos, cuando trabajando en El Corte Inglés de la calle Preciados, Madrid, el único existente, solíamos salir a desayunar fuera, no se habían “inventado” las cafeterías dentro. Accedo a la habitual de cada día y… ¿quién estaba allí con su edad temprana y su sonrisa?… ¡Rocío Dúrcal!

¿Realmente han pasado 53 años?

No le vi entonces el mohín de sus labios...

La fuerza y gestos que pone en esta canción, creo, resume quién es realmente Rocío.

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Si pinchas el cuadrado inferior de la dcha en el vídeo, junto a YouTube, a la dcha de la pantalla, lo observarás mejor.


viernes, 10 de diciembre de 2021

Minero...

 


Buscando una canción para acompañar un texto di con un vídeo que, algunas de sus imágenes han hecho que cambie texto, música y talante. Y la palabra “mina” se hizo presencia…

Y fue precisamente esa imagen, esas “minas” sugerentes… Ayer al alcance de la mano, las que han despertado cierta nostalgia. Tenue, muy tenue, pero nostalgia al fin y al cabo!

Y sin embargo reconozco no ser de nostalgias del pasado. ¡Lo que fue, fue! ¡Lo que no, no!

¡Lo que es, es! ¡Soy!

Lo demás… Recuerdos, sensaciones, pensamientos, palabras al viento…

domingo, 5 de diciembre de 2021

¡Regalo de cumpleaños!

 

Zapatos viejos. Vincent Van Gogh.

Sin acostarme todavía, me quedé dormido en el sofá hasta las tantas, y sin sueño en aquél momento, me preparé un té, que hace rato que tomé, y ahora ando comiendo frutos secos. Almendras, avellanas, pasas y dátiles…

Y trasteado por los blogs que han publicado.

He regalado, virtualmente, por su cumpleaños a una buena amiga el mejor regalo que la vida podía hacerle… Unos nuevos zapatos para hacer más fácil el camino que tiene por delante. Si bien ella, emocionada, cree que no acaba de merecerlos… Y por ello sopesa seguir con los viejos del viejo camino, ya trillado, que la han traído hasta donde hoy se encuentra. ¡Su encrucijada!

Encrucijada física y emocional, en lo que la conozco. Y que tendrá que discernir qué camino tomar.

Suele ser una decisión sencilla… ¡¡Pero nada fácil de tomar!! (Principalmente porque tiene que enfrentarse consigo misma...)

Oiga, ¿para ir a…, qué camino debo tomar?

¡Para ir a dónde realmente quiere ir, y necesita, ya!, el camino es éste…

¿Éste?… ¿Y dejar de ser quién soy. Con lo que me ha costado llegar hasta aquí? ¡Va a ser que no!

Bueno, tal vez no lo recuerde, pues los cambios que hizo en sus primeras etapas fueron naturales, sutiles, casi automáticos podría decirse. Pasó de infantil a niña, de niña a adolescente, de ésta a joven, mujer, etc. Después salió a la vida…

Experimentó cambios. Aprendió. Vivió. No siempre fue fácil, hubo errores, aplicó creencias sin más base que su propia creencia. La vida la fue moldeando… Y ahí es donde se encuentra ahora. ¡En su encrucijada!

¡Debe decidir por sí misma! ¡No hacerlo, por las causas que sean, solo traerá fricción. Y la fricción duele.

¡¡Y todo esto lo sabe ella!!