En cierta ocasión leí que si en un acuario de peces de colores le pones nombre a uno de ellos, “Juanito” por ejemplo, y posteriormente el “pez grande se come al chico”, habrás creado una desgracia.
Si dejásemos de poner etiquetas a todo lo que nos parece, sin más valor que la propia apreciación personal, y al margen de su realidad, así lo veo, así lo siento… así me afecta, permitiríamos que lo natural fluyese sin obstáculos, libre, tal como es!
¡Y las cosas que son, son. Y tienen un sentido de ser! Y cuando soplan los vientos de lo real, lo más que puede pasar es que nos despeinemos… Signifique este despeinar lo quiera que sea.
¡¡Las cosas que son, son!!
¡Y no por ello deben afectarnos!.. ¡O sentirnos afectados por ellas! Que parece lo mismo pero no lo es.
Mirad los campos llenos de espigas doradas al final del verano tintados de amapolas... ¿No es bello lo natural?
Creo que de, historias creadas, va más que servido el género humano. Y de las consecuencias de ellas, surge cierta amargura… Que él considera consustancial con el mundo, la vida, las cosas vienen así… Siente, dice… y piensa!
Hay quienes se lamentan del frío, del calor, de la lluvia, el viento, los lunes, del día siguiente de llegar de vacaciones: “ya nos queda menos para el año que viene”. El vecino del 5º, el alboroto de los niños, qué caro está todo…, etc., etc. ¡Que dirán los de Pérez!
Hace unos días oí en un parque lleno de árboles, setos, bancos y fuente, cómo dos personas hablaban… Una le decía a la otra. ¡Hay qué ver cómo está esto de sucio, lleno de hojarasca por todas partes!
Miré a mi alrededor y vi una entrañable estampa de otoño. El cielo lucía azul castellano. El sol calentaba tibiamente. De algunos árboles se desprendían hojas, ocres éstas, amarillentas aquellas. Dos mirlos dialogaban desde sendas ramas… Unos gorriones picoteaban en el suelo. Dos parejas iban de la mano. Y un grupo de niñas y niños saltaban a la comba cerca del palco de la música. Un señor con boina leía el periódico. Y...
“La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano,
un sueño lejano mi canto presente?
Fue una tarde lenta del lento verano.
Respondí a la fuente:
No recuerdo, hermana,
mas sé que tu copla presente es lejana.”
Antonio Machado.
_______________._______________
Dicen que por estas fechas hay que desear Felices Navidades, Felices Fiestas o, simplemente, felices días de asueto, comer, beber y cantar villancicos. Que ya esto se haga en compañía de amigos y familiares, ¡miel sobre hojuelas!
Desprovistos pues estos días del espíritu "divino" de "ha nacido Jesús en el portal de Belén", levanto mi copa y brindo por y con cada uno de vosotros, amigos de tertulia.
Y, cómo no, con ese otro ramillete de amigos que entran a leer pero nada dejan dicho.
Chin Chin. Fuerte y gran abrazo a todas/os vosotras.
¡¡2022 será otra historia!!
Hola puedo pasar?
ResponderEliminarTienes un blog muy interesante y bonito.
Yo también deseo que pases unas navidades a tu gusto y con quién más quieres.
Bss.
Mi nombre es María Gladys Estévez.
ResponderEliminarMe equivoqué y publiqué como anónimo.
Acá Papá Noel te está trayendo una nueva amiga, María Gladys, qué tal? Una muy Feliz Nochebuena y Navidad para vos y los tuyos, Ernesto, un abrazo!
ResponderEliminarPara que todo te resbale como yo entiendo más o menos lo que dices en esta entrada, aunque de una forma más bonita y reflexiva, hay que ser santo/a, o sante (acepciones de las que me río, porque alguien las ha inventado sin más).
ResponderEliminarEs muy difícil quedarse impasible ante aberraciones de la vida. ¿No se llevarían rabietas?, pues seguramente no, pero así es la vida, bueno y malo.
¿Lo bueno?, podernos cada año felicitar, ¿lo malo? no poder, señal de que no estamos aquí.
Mientras, FELIZ NAVIDAD, Ernesto, con un cálido abrazo.
Celebrar la vida, lo aparente pequeño, su fuerza, lo que nos une. Celebrar a los otros, los que nos cuidan, los que nos conocen y nos quieren. Los que nos provocan reacciones y nos permiten conocernos mejor. Por todo eso (tantas veces representado en un niño que nace) y lo que quieras añadir, chin-chin
ResponderEliminarMi querido amigo, te deseo la mejor de las Navidades; no porque sea la fecha en sí, tú ya me entiendes, sino porque ojalá tanto estos días como los anteriores y posteriores sean muy de tu agrado.
ResponderEliminarTienes razón con el tema de las quejas y de que "des-peinarnos" ayudaría mucho a nuestro yo interior, estoy segura. He aquí alguien que vive despeinada y que por suerte, hasta ahora, también suele ver antes el paisaje de otoño que otra cosa.
En casa, este año, al igual que el pasado, faltará alguien muy querido para mí en la mesa, que no en mi corazón. También tendremos a alguien nuevo, a mi nieta, esa que estoy deseando de que crezca para intentar que se despeine todo lo que pueda y más.
Muchos besos y felices fiestas amigo mio :D
¡¡¡Feliz Navidad Ernesto!!!
ResponderEliminarCómo quieras celebrarla.
Un abrazo.
Pues aquí está ya levantada mi copa para brindar contigo, chin chin!!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y mis mejores deseos.
Tienes razón, nos gusta ponerle etiquetas a todo. Por lo visto nuestro cerebro funciona así, las etiquetas le ayudan a manejar mejor la información. Si en lugar de se tan cerebrales le pusiésemos algo más de corazón a a vida, todo iría mejor. Esa perspectiva tuya del paisaje del parque en otoño es perfecta, la vida es así, llena de maravillas, si las quieres ver. Nos perdemos en programas automatizados que clasifican lo que es correcto y lo que no, y renunciamos a lo bueno de la vida, lo olvidamos, como dice Machado.
ResponderEliminarBrindo contigo por una navidad con más corazón, y te deseo unas bellas fiestas, llenas de todo lo que es importante. ¡Un abrazo!
Chin chin Ernesto!
ResponderEliminarProponernos el (difícil) o fácil arte de desaprender!
Abrazo grande!
Feliz Navidad, Ernesto.
ResponderEliminar¿Cómo se puede llamar basura a las hojas? Son engorrosas, pero es pura naturaleza.
También me llama la atención que aunque se siga diciendo Navidad, las figuras de la Virgen y compañía han desaparecido. Todos son estrellas y botas de papá Noel.
Salu2.
Mucha felicidad en estas fiestas y siempre.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto.
¡Chin-chin, Ernesto! a tu salud y a la de todos los amigos blogueros.
ResponderEliminarFelices Fiestas Ernesto. Te deseo lo mejor amigo. Saludos a la distancia.
ResponderEliminarY con esa dulce estampa que relatas llega la navidad a ésta nuestra casa.
ResponderEliminarUn abrazo grande y felices fiestas, siempre, por la celebración y por poder disfrutar en compañía.
A por esas nuevas historias del 2022!!
Tu sensibilidad, sinceridad y trasparencia, me abruma, Ernesto.
ResponderEliminarTe robo una frase que me pirra de tu texto de hoy: "Si dejásemos de poner etiquetas a todo lo que nos parece, sin más valor que la propia apreciación personal, y al margen de su realidad, así lo veo, así lo siento… así me afecta, permitiríamos que lo natural fluyese sin obstáculos, libre, tal como es!"
Feliz Navidad, Ernesto, la vida sigue, creo.
Hola Ernesto, un bello post para meditar y reflexionar. La Navidad es tiempo de añoranza y cada año se nota muchísimo más las ausencia, y aún así alzaremos nuestra copa y seguiremos brindando y dando gracias por poder hacerlo un año más, aunque nuestro corazón este lleno de tiritas...
ResponderEliminarBrindo por ti, Feliz Navidad!
Muchas felicidades y gracias porque este post me alegró un poquito el día
ResponderEliminar
ResponderEliminarNadie como tú, Ernesto, para contarnos tan maravillosamente lo evidente, lo natural -de donde solemos escaparnos con frecuencia-, de la poesía que compone día a día la naturaleza para que a través de ella sintamos la vida.
Y el amor al valor musical de las palabras.
Y tantas y tantas emociones que se recogen al leerte, despertándose sentidos.
No soy especialmente hombre de navidades ni de muchas fiestas, pero celebro que la gente se reúna si es para bien. Que sea así.
Un abrazo.
Teo
ResponderEliminarBrindo contigo por el espíritu Divino, Ernesto. Hasta el próximo Año. Sin lamentos. Para mí: "Madrecita que me quede como estoy". No se puede pedir más viendo lo que ocurre alrededor que cada uno lo sufre a su manera.
Achuchón navideño.
Felices fiestas para ti y para todos los que comparten este espacio.
ResponderEliminarUn abrazo Ernesto.
Es verdad, las cosas son como son, aunque no para todos represente lo mismo. Y es que siempre hubo y siempre habrá, los optimistas, los fatalistas, los alegres, los amargados, los analíticos, los indiferentes, los necios, los comprensivos, los creyentes, los incrédulos y un largo etc., donde cada uno se peina o despeina ante el mismo espejo, pero con su propio estilo.
ResponderEliminarLas cosas son como son, pero se valoran como los percibe su observador y esa percepción depende de cuan bien o cuan mal interprete o reaccione ante la palabra, el suceso o el evento en cuestión.
Para algunos, otoño es una época de hojas mustias y deprimentes cayendo de los árboles como lágrimas de pena. Pero para otros es una época de hojas multicolores “revoloteando” con el viento, rojizas, marrones, naranjas, ocres, amarillas, púrpuras, simbolizando una lluvia de confeti en la fiesta que celebra la naturaleza, anunciando el inicio de la renovación.
Punto y aparte, aprovecho la oportunidad Ernesto, para decirte gracias por el trabajo, dedicación, esfuerzo y sapiencia que durante todo el año pones en las páginas de tu blog, otorgando a través de tus variados temas: amistad, pensamientos, bromas, risas, emociones, experiencias, reflexiones y mucho más.
Amigo mío, siempre fue, es y será un placer el visitarte.
“Felicidad y larga vida para ti y los tuyos”
¡Salud!
Te deseo unas felices fiestas navideñas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta decir que la belleza está en la mirada de cada uno. Así como tú veías belleza en el parque, ellas solo veían fealdad. Es cuestión de percepción. Esto ocurre con frecuencia en la vida ordinaría, porque la mirada humana es muy compleja. No alcanza a ver la belleza de lo natural.
ResponderEliminarAbrazos querido amigo, Ernesto y felices fiestas.
Miré a mi alrededor y vi una entrañable estampa de otoño. El cielo lucía azul castellano. El sol calentaba tibiamente. De algunos árboles se desprendían hojas, ocres éstas, amarillentas aquellas. Dos mirlos dialogaban desde sendas ramas… Unos gorriones picoteaban en el suelo. Dos parejas iban de la mano. Y un grupo de niñas y niños saltaban a la comba cerca del palco de la música. Un señor con boina leía el periódico. Y...
ResponderEliminarAlguien dijo: “Nada es verdad o mentira, todo es según el cristal con qué se mira” tu cristal querido Ernesto sigue siendo diáfano y limpio como siempre, por eso ves lo que es y lo amas. Felice Fiestas.
Me encanta tu escrito Ernesto, porque es muy TUYO..
ResponderEliminarClaro que hay que dejar que la vida y las circunstancias "nos despeinen"...creo que vivir despeinado es estar vivo..aceptar las cosas como son...modificarlas o no segun nuestro criterio y/o posibilidad.. bailar al ritmo de la vida que algunas veces es lento y apacible, y otras frenetico.. adaptarnos es parte del juego.
Poner etiquetas. ufff ...somos especialistas!
si por un minuto pensaramos que eso mismo es lo que nos quita naturalidad y posibilidades de ser felices, seguro no lo hariamos.
Como siempre..(o casi jajajajaj) adhiero a tu pensamiento y me encantaaaa la forma e que lo has expresado!
y ahora...FELIZZZZZZ NAVIDAD .. y se que lo pasaras estupendo!!! Besosssssss miles. ]Liz.
¡Feliz noche Ernesto, qué disfrutes de buena compañía y agradables momentos!
ResponderEliminarHay que buscarle el lado bueno a cada cosa y toda las fechas tienen sus encantos.
ResponderEliminarYo me he pasado más de un año sin poderme hacer nada y ahora empiezo a mover la mano. seguro que no lo hago bien pero estoy aquí que es lo que cuenta. A sí que doy gracias a Dios por estar a qui con todos ustedes.
¡Felices fiestas 2021-2022!
Te dejo mis deseso de Feliz Navidad. Un abrazo
ResponderEliminar¡Gracias a todos por vuestros buenos deseos y felicitaciones! Y esos chin chin entre copas y abrazos que, de seguro, nos daríamos. Nos damos virtualmente.
ResponderEliminarQue paséis un buen día de Navidad. Ya para Noche Vieja, nuevo descorche, nuevos abrazos y, todos juntos, cantemos al nuevo día que se aproxima...
Ya lo de "Año Nuevo", será un ir viendo a lo largo de cada día.
Reíd reíd y abrazos! ¡Benditos de la vida!