Entre tocar el caramillo en los altos riscos con Abenámar o tumbarme a la sombra junto a Ana y sus "mastines" (mis dos últimas entradas), y tras llevar ya alguna hora escribiendo varias cartas, temas administrativos, he hecho una breve parada para despertar a mi nieta Naia. Le toca trabajar esta mañana en el restaurante de su madre.
Llevo rato también pensando de qué escribir, qué compartir, en este "secarral" literario en el que se convierten estas fechas, veraniegas, vacacionales... De huida a otros paraísos de las insignes plumas, pinturas y fotografías que animan estas tertulias de los blogs... :))))))))
Ayer, dado el cúmulo de circunstancias adversas que embargan a este mundo, a una buena parte, ¡cierto que no a todos! Políticas, Venezuela, EEUU. Humanitarias, Gaza, Cisjordania, el pueblo palestino. Económicas, África, el llamado tercer mundo, etc., me venía a la mente un trabajo de Metafísica espiritual, algunos lo llamarían "oración" que, en esencia, es un decreto de protección que durante años realicé!
─¿Y funcionaba?
─¡Permítame!... Si riega usted las plantas adecuadamente, éstas crecerán, florecerán y se multiplicarán... ¡Simple!
_______________._______________
"¡Formo a mi alrededor el círculo (...) de protección (...) que me aísla de toda perturbación o injerencia que provenga de..."