viernes, 21 de octubre de 2022

...eres el sol que amanece cada día.

 

El tiempo de la siega ha finalizado. La cosecha está recogida.

Querer hacer algo en la vida está bien. Marcarse un objetivo puede ser mejor.

No es lo mismo querer hacer algo que hacerlo. Marcarse un objetivo que lograrlo.

Un estudiante, joven, estudia para ser o conseguir algo en la vida.

El comercial de una empresa, se marca objetivos de venta de sus productos.

En la vida nuestra, la de la mayoría de quienes actuamos por estos espacios de blogs, instalados en la estación otoñal, los más (no se vayan a mosquear los que todavía transitan el verano de sus vidas), liberados ya, o casi, de alcanzar algo, no sería de recibo embarcarnos en objetivos fuera de nuestro alcance…

Despertar cada mañana con algo por hacer, es más que necesario, y si ello es gratificante, ¡miel sobre hojuelas!

Pero hacer de ese algo natural, acorde con nuestras realidades del momento, en todos sus aspectos, un objetivo o meta inalcanzable, es/sería, una incomodidad.

Estamos aquí! Pero nuestra vida, nuestra realidad, no es la de los 15 años o 35. ¡Ni la quiero!

El sol que veo salir cada mañana, el canto del colirrojo que oigo cada amanecer, las hojas que el viento mece en este instante en el árbol frente a mi ventana, ¡son reales!

Y la realidad es, debiera ser, lo único con lo que contar hoy. ¡El hoy de cada uno es/somos cada uno!

22 comentarios:

Alfred dijo...

Vivimos en el hoy con más intensidad que cuando buscábamos ese mañana tan fantástico.

Un abrazo.

maría cristina dijo...

Pero si recién contesté a esto en el blog de Sara! Gran coincidencia! El planear en pequeño está bien, pero disfrutar de cada momento, inigualable! Un abrazo Ernesto!

Margarita HP dijo...

Mi querido amigo Ernesto, supongo que con cada momento de nuestra vida y de forma lógica cambian los proyectos y metas. Mi meta de ahora es preciosa. Estoy deseando que mi nieta hable para escucharla, deseando que mi nieto nazca para verle, deseando que en esta amistad que tenemos por estos lares sigamos estando, y bueno, me encantaría viajar y también que un día publicase un libro en el que al ver mi nombre dijeran... ¡Anda, si es la loca andaluza esa del blog. Pues vamos a por el libro! jajaja.

Lo cierto es que ahora mi meta principal es seguir teniendo metas y no dejarme llevar por el cansancio que suponen algunos días.
Muchos besos amigo mio :D

Ana dijo...

Me gusta esa idea de que amanecemos cada día como el sol.

Besos Ernesto

- R y k @ r d o - dijo...

Foto/imagem deslumbrante que me fez viajar no tempo até à juventude dos meus pais, quando ceifavam trigo e aveia em herdades do Ribatejo
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Feliz fim de semana.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Catalin dijo...

A wonderful text! The goals are good. It motivates us and determines us to be active. But, yes, we no longer do something today as we did 15 years ago, e.g.

Carmela dijo...

Y ahí radica la verdadera felicidad de la estación otoñal :))
Y entre tú y yo, la ausencia de retos y exigencias primaverales, permite vivir la vida intensamente. O no?
De nuevo, poco a poco, volviendo a visitar a los amigos.
Un abrazo, Ernesto.

mariarosa dijo...

Cada uno vive su vida como puede. El canto de los pájaros madrugadores son motivadores de sonrisas y si miramos a nuestro alrededor, siempre encontramos algo que nos motive a crear y sonreir.

mariarosa

Paty Carvajal dijo...

Eres un genio de tus pensamientos amigo, me brinda armonía y paz leerte. En esta etapa de la vida, podemos disfrutar de ciertos aspectos básicos: la madurez, la libertad, la creatividad, la auto valencia (aun) y claro... de lo real... entendiéndose por realidad, aquello que se nos presenta dado y todo lo que podemos promover nosotros mismos.

Lo lindo -esperemos así sea- es que aun nos resta una larga estadía para transitar así, sin mayores apuros ni grandes preocupaciones. Podemos contemplar, escribir, pasear, enamorarnos (de la misma persona o de nuevas), viajar y dedicarnos a lo que más nos hace felices, de verdad. Pero, como bien dices, hay que tomar claras decisiones y no quedarse en puras intenciones.

Yo llevo un proceso desde el 2020, de muchos cambios efectivos y aún continúo... Soy muy agradecida de vivir así, después de muchos años de sacrificio (no es queja ni lamento, lo hice con pasión y mucho amor) para financiar el día a día de la vida, proyectar y solventar proyectos, crianza, formación y educación de mis hijos, y para todo eso, la mayoría del tiempo, trabajar de sol a sol. Aún trabajo... pero mi ritmo ha cambiado rotundamente. No tengo mayores presiones y hoy hago mucho más de lo que me brinda un deleite real, como lo es escribir, entre otros. Bendita etapa de cosechar y recibir, con los brazos y el corazón abiertos, este sinfín de regalos.

Me ha encantado tu “miel sobre hojuelas”... es bueno saborear la vida de esa manera. Un pegajoso abrazo querido amigo. Que nunca fallen a su cita contigo los colirrojos del alba. Paty

Mujer de Negro dijo...

Me gusta visitarte, me gusta leerte y más, si es de noche, casi a punto de ir a cama, porque me dejas con una reflexión profunda y gratificante.
Un abrazo, Ernesto, sé que tu fin de semana será hermoso

lunaroja dijo...

El grato trabajo de vivir el hoy, esto,ahora,ya...
Un abrazo.

Loles Miva dijo...

Un tiempo para cada cosa, para cada edad, distintas urgencias tal vez. Es sabio saborear lo que se tiene al alcance.
Feliz domingo, Ernesto

AMALIA dijo...

El hoy es realmente lo que importa.

Un abrazo.
Feliz semana.

Juan Carlos dijo...

La vida tiene etapas que se queman con el tiempo y en cada una enfrentamos momentos buenos, malos, venturas, desventuras, retos, sacrificios, triunfos y derrotas que supimos (o no) valorar y que finalmente le dieron (y le dan) forma y sabor a nuestra existencia.
Somos fruto, consecuencia o resaca de nuestro actuar en el pasado, pero siempre el “hoy” ha de ser lo más importante, pues nos permite corregir, mantener o enriquecer lo hasta aquí vivido.
Con el pasar del tiempo ya no seremos los mismos, pero el sol que nos ilumina seguirá siendo el de siempre, otorgándonos una cotidiana oportunidad de reescribir una nueva historia o quizás enmendarla hasta darle un final feliz.
Y si acaso sentimos que ya no tenemos esa necesidad de pilotear a toda máquina buscando la meta ¡Que así sea!... pero continuemos avanzando, esta vez a nuestro “nuevo ritmo”, disfrutando de la ruta y del paisaje, porque solo con los años se llega a comprender que, la “carrera de la vida” no la gana quien llega más lejos, si no quien supo disfrutar mejor del camino.
Saludos Ernesto, admiro y gradezco tu talento para saber colocar sobre el tapete estos temas tan enriquecedores.
Amigo, eres un Sol.

Ildefonso Robledo dijo...

Cada día es un don que recibimos cuando ya superamos aquellos tiempos en que pensabamos, ingenuos, que eramos inmortales...

Un abrazo, amigo

Teo Revilla Bravo dijo...


Escribes con la fortaleza mental de quien ha pasado por las distintas etapas de la vida, con la naturalidad de quien ha sabido dirigir el barco de la vida pese a tormentas de altos oleajes y tras la calma seguir en fecundo viaje.

Maravilla esa sencillez poética que trasladas a tus letras para reconfortarnos.

Soy aprendiz de todo ello, amigo. Sobre todo de esa hermosa última frase con la que cierras el escrito.

Gracias y un gran abrazo.

Tesa Medina dijo...

Ay, madre mía, Ernesto, es que a mí me ocurre desde siempre que tengo más pensamientos y "proyectos" que horas, se me pasa la vida volando y como dice mi marido, ando como en Canarias, siempre creo que es menos de la hora que marcan los relojes de casa.

Trato de acomodar mis ímpetus e ideas a mi edad, pero mi cabeza y deseo va por un lado y mi cuerpo ya no aguanta tanto trajín, así que voy a ver si alíneo las dos cosas y me hallo de una vez y consigo ser yo cada día sin más.

Siempre me haces pensar y reflexionar, Ernesto.

Un abrazo,

http://azulgenia.blogspot.mx/ dijo...

No es lo mismo querer hacer algo que hacerlo. Marcarse un objetivo que lograrlo.

Abrir los ojos y poder ver el nuevo día ya es algo logrado ya desde ahí depende del animo y las ganas que le echemos a nuestros objetivos.
Me gustan mucho tus textos siempre me dejan pensando en lo que yo que estoy haciendo respecto a lo que compartes, siempre me dejas reflexionando.

Saludos, con mi abrazo.

Maripaz dijo...

La realidad de mi vida, es que me faltan tres meses y medio para cumplir los 75 años, y eso son palabras mayores...jejeje.
Lo importante es que trato de vivir intensamente cada instante y me falta tiempo.
Tampoco me propongo grandes cosas, ni metas diarias.
Vivo simplemente y tomo lo que la vida me ofrece.
La vida es hermosa.
Un saludo querido Ernesto.

Amapola Azzul dijo...

Hay que saber saborear el presente.

Besos.

Manuela Fernández dijo...

Estoy de acuerdo con que siempre debemos tener los pies en el suelo y nunca marcarnos objetivos fuera de nuestro alcance. Pero a todas las edades. No por tener 15 años se puede conseguir lo que te propongas, eso es cuento, siempre hay límites y no solo vienen dados por la edad. Precisamente según se va ganando edad, se van teniendo las cosas más claras y pones más entusiasmo, más dedicación a lo que te propongas. Hay personas que han comenzado estudios universitarios a los 70, otras que a los 80 han ganado concursos de alterofilia, de bailes...
Va mucho, pienso, con nuestra forma de ser, nuestro ánimo y con lo que a cada uno le resulte placentero.
SAludos.

Conchi dijo...

El presente importa mucho cuando hace tiempo que estoy en la estación otoñal. Un abrazo.