Ya lo he dicho alguna vez… En otoño los petirrojos cantan de una manera especial. Lento, suave, de pocas notas. Muy característico de la época. Apenas unos sonidos… Pero en ellos lo dicen todo.
“Aquí estoy. Inmerso en la naturaleza. Integrado. Uno con ella. ¡Uno con el todo! Fluyendo. Del ayer al hoy, del hoy al mañana. Tal cual como el río de la vida que cruza el valle. El que se desliza bajo las ramas del roble donde habito. ¡Siempre está! ¡Siempre es él! Y sin embargo, el agua que lo conforma nunca es la misma. ¡Todo un misterio… aparente!"
Aparente sí. Pues en realidad, lo real es concreto. Quien sabe mirar, ¡y ver!, sabe que no hay nada oculto.
Y tú sabes hacerlo y provocas la reflexión, Ernesto, lo cual es de agradecer
ResponderEliminarUn abrazo
Todo fluye, nosotros también.
ResponderEliminarUn abrazo Ernesto.
Estas bien acompañado Ernesto, la naturaleza nos brinda a diario su abrazo incondicional y los petirrojos son tan especiales... pueden permanecer a tu lado y mirarte de frente, de igual a igual. A veces me maravillo de todo lo que se puede observar si estas atento a esa belleza modesta que cada día se pone ante nuestros ojos.
ResponderEliminarUn gran abrazo amigo.
Excelente esa traducción pajaril con la que estoy totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarTambién con tu reflexión última: "Quien sabe mirar y ver, sabe que no hay nada oculto" Y es cierto.
Abrazo y feliz otoño, Ernesto.
O cantar das aves formam a música mais timbrada do mundo
ResponderEliminar.
Um domingo feliz.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Then... autumn is also special.
ResponderEliminar¿Puede ser que el petirrojo cante ahora lento y suave porque se pone melancólico en otoño?.
ResponderEliminarUn abrazo.
Da paz leerte y hacer que fluyamos con ese paisaje que disfrutas.
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ResponderEliminarInmerso, integrado, fluyendo... Me encanta, Ernesto.
Aquí la misma pero sin petirrojo-
Un abrazo.
Qué bonito ese petirrojo! Y qué bueno saber disfrutar de la naturaleza, Ernesto, un abrazo!
ResponderEliminarQue conexión más bonita con la naturaleza. A mí la verdad es que me cuesta...
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Ernesto.
ResponderEliminarUn buen amigo que te espera para ofrecerte sus cánticos bonitos y suaves. A mi me encantan toda clase de pájaros y si enciman cantan bonito mucho mejor, jajaja.
Un abrazo grande.
Leido tu relato!
ResponderEliminarAbrazo.
Qué lindo!!.
ResponderEliminarTambién tus palabras.
Un abrazo. Feliz semana.
Me encanta tu reflexión amigo mio. Sobre todo, amo como observas, como sacas cada detalle de la hermosura del día a día. Besos :D
ResponderEliminarEl lenguaje de la naturaleza -para quien aprende a aquietarse y contemplarla- es sabio, preciso e infinito. Dios habita en ese canto sutil, en ese roble, en esa agua que corre por el río y en tu corazón que siente, medita y trasciende lo tangible.
ResponderEliminarBella reflexión amigo, muy bella. Un abrazo para ti, ¡buena semana! Paty
Ernesto:
ResponderEliminar¡qué gusto da escuchar el canto de los pájaros!
Salu2.
¿Y tú qué cuentas, pajarillo?
ResponderEliminarUn abrazo.
Hubo un tiempo de leyenda en que algunas gentes conocían la lengua de los pájaros... La imagen es bellísima, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Bonita entrada llena de luz
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