viernes, 11 de junio de 2021

 ¡No hay imágenes. No sabría que poner!


Los sucesos de Canarias, el desenlace de las dos pequeñas, ya en vías de aclarar qué fue lo que sucedió, terrible sin duda, no debería dar pie a “condenas emocionales” por parte del “público en masa”…

Lo sucedido, lo que quiera que sea que sucedió realmente, Olivia ya ha aparecido, hay que enmarcarlo en su contexto real. Y este es, parece ser, la muerte de las hijas por parte del padre. Y…, se supone, que también la de éste…

¿Quién ha hecho realmente esto? ¿Un monstruo, un asesino depravado, un enemigo social, un deshecho de la humanidad?…

¿O simplemente, dentro de la innegable dureza de la tragedia, la acción de una persona que perdió el juicio totalmente. La razón de pensar, sentir, actuar como un ser humano “normal”?

Y dentro de esa pérdida de la realidad, actuó desde lo más básico del ser humano. El sentimiento puro, sin procesar, sin barreras sociales, ética o humanidad. La reacción animal del “animal” que el ser humano es.

Ser conscientes de los hechos, reconocer el dolor provocado, principalmente a la madre y familia, también socialmente, no supone, no debería, provocar en cada uno de nosotros el grito de la “jauría humana”. Los instintos más bajos, emocionales y primarios de la gente que, no teniendo nada mejor que hacer, suelen oírse en las puertas de los juzgados y comisarias cuando el delincuente hace el paseillo…

¡Asesiiiinooooo!

¡Gritan desaforados! Después terminan de hacer la compra en el supermercado, que es para lo que salieron de casa…

Recuerdo el caso de dos adolescentes, chicas, que acabaron con la vida de otra compañera. ¡Tragedia sin duda! Cuando las llevaban al juzgado, la jauría sin cabeza y sin más sentido que sus propias miserias, aullaron a viva voz.

Fue tal la imagen deleznable vista en las noticias que hasta María Teresa Campos en su programa televisivo reprodujo las imágenes y denunció la falta de humanidad de las gente allí concentrada.

11 comentarios:

Juan L. Trujillo dijo...

Me he desayunado con la noticia y reconozco que a bote pronto me ha unido a lo que tu llamas "jauría Humana".
Por cierto los verdaderos animales que conforman esa jauría, defienden con uñas y dientes a sus vástagos, seguramente porque no saben de divorcios, separaciones y otros posibles motivos, para sus motivaciones.
Como no me encuentro autorizado, no desearé al muerte de ninguno de mis semejantes.
Pero hasta tanto me den unos plausibles razonamientos, (si pueden), de que al que hasta ayer era una persona normal y hoy un posible asesino, estaré conforme con la pena que la justicia le imponga.
A no ser que tambien haya acabado con su vida, en cuyo caso seguiré pensando igual, ya que podría acabar con la suya, pero dejar que la vivan dos hijas de su propia sangre que no tienen culpa de nada.
Dicho esto, me voy a comprar que se me han olvidado las galletas.
Un abrazo.

Alfred dijo...

Me quedo con el adagio flamenco.

Un abrazo.

Mari Carmen dijo...


NO SÉ QUÉ DECIR. ME HE QUEDADO SIN PALABRAS...

ABRAZOS.

Amapola Azzul dijo...

Cuesta aislarse de las noticias trágicas, y realmente es humano que nos afecten.

Un abrazo.

maría cristina dijo...

No sé si por la inmediatez de las noticias hoy en día hay más violencia intrafamiliar o siempre la hubo y no nos enterábamos. Y se contagia la indignación y sale lo peor de cada uno ante estas situaciones tan dolorosas e inexplicables para los que no saben de qué se trata. Un abrazo solidario para las familias que sufren la tragedia. Un abrazo Ernesto!

Matías dijo...

Seguramente nunca sabremos que pasa por la cabeza de estos individuos antes de cometer algo tan atroz. Seguramente tienes razón con la frase que citas en tu entrada. "La reacción animal del “animal” que el ser humano es".
Un abrazo.

Elda dijo...

Es muy difícil para una persona normal entender este suceso, con lo cual la indignación está servida porque "casi" todos nos consideramos muy allegados a las madres en estos casos, pero más cuando lo ha ejecutado el mismo padre por venganza hacia su ex; un caso que parece no fue por un arrebato sino con premeditación y todo bien planeado.
Machista, narcisista, inmaduro, etc. de tantos que hay desgraciadamente por el mundo. Llamarlo animal, es un insulto para los animales que defienden a sus cachorros con uñas y dientes.
Vaya temita!!...
Un abrazo Ernesto.

Carmela dijo...

Yo solo puedo pensar lo que esa madre debe estar pasando en estos momentos, es lo que realmente me tiene muy triste. Esas pobres angelitos ya no sufren, quiero pensarlo así, pero su madre, esa madre, debe de ser terrible.
No voy a juzgar la reacción humana ante este suceso, no me siento con derecho a ello, pero creo que poco bien hace todo el montaje de los medios de comunicación que llevan un mes aumentando su audencia con este suceso y diciendo tal sarta de barbaridades que a veces me averguezo de ser humana.
Solo espero y deseo que esa madre pueda conciliar un mínimo de paz para poder seguir viviendo.

Un abrazo, Ernesto.

lunaroja dijo...

Yo creo que hay un patrón en el carácter de esta persona, como de tantos agresores y maltratadores.
NO es un acto de locura momentánea.
NO puedo decir mucho más.
Es el horror de la violencia vicaria. Morir matando.

eli mendez dijo...

Lamentablemente todo lo que podamos expresar no alivianará en nada el terrible dolor por el que pasa la familia, principalmente la madre de las niñas.
Hechos en donde hablar de normalidad o anormalidad tampoco se ajustan..Es imposible racionalizar lo incomprensible y atroz.
Dificil tambien poder decir objetivamente cual sería la forma en esta caso de impartir justicia
Un abrazo Ernesto

Ángela dijo...


Con ser terrible el caso, es difícil opinar.
Juzgar y emitir palabras llenas de negatividad, no hacen más que llenar a uno mismo de esa negatividad.

Y estoy por la labor de no dar poder a emociones "desagradables". Es un misterio el "pape"l de cada uno...
Me solidarizo con la mamá y los familiares.
Un abrazo.