miércoles, 24 de abril de 2024

Voy a dar las gracias...

 

Por la lección recibida que la Vida me brinda. No hay mérito alguno en ello. Y menos lección para nadie. Pero como hace unos días he compartido un texto de Sabiduría en el blog, mi lección, aprendida y trascendida por lo que sigue, es su consecuencia. ¡Simple!

Texto:

No busques la Verdad; simplemente deja de atesorar opiniones… Si quieres conocer la Verdad, entonces no sostengas opiniones ni a favor ni en contra de nada. Establecer lo que te gusta frente a lo que no te gusta es la enfermedad de la mente”.

Seng- Ts’AN

¡Lección!:

Hace tres días estábamos en un piso con unos nuevos inquilinos que lo alquilan cuando llamaron a la puerta. Un funcionario de Correos. Preguntó por David Costa, traía un aviso de carta certificada para él… Y provenía, el aviso, de una dirección de unos 200 kms de donde estábamos. Hace más de 4 años que dejaron libre este piso… ¡No se portaron bien! No hubo pérdidas económicas porque teníamos 3 meses de fianza que cubrieron los daños. No volvimos a saber de ellos en ese tiempo aunque viven en la zona. Pero parece que no nos han olvidado.

Sin caer en cuenta, aunque el nombre nos resonó, le dijimos al cartero que ahí no era. Que no vivía.

Hoy, tomando el segundo té, he buscado ese nombre en mis contactos del móvil… ¡Bingo! Era él. Nuestro inquilino de entonces.

El mismo «él» que ese día que habíamos quedado con los nuevos inquilinos. ¿cabría añadir que algo «descerebrado» también?, y habiendo mirado mi esposa desde la calle hacia un 4º piso enfrente, por observar que alguien la “saludaba” agitando el brazo, dijo, creo que es «él», miré yo también durante unos segundos… ¡Y el saludo se repitió!

Como digo, al comprobar que era el mismo de entonces, y sus circunstancias, el primer pensamiento (de este humano que sigue hollando las callejuelas de Cafarnaúm) fue:

- Llamo a Correos de esa plaza y les pongo en conocimiento de este personaje. Móviles de su mujer y él. Correo electrónico. Empresa en la que trabaja. Su dirección actual…

Pero a los pocos segundos se hizo presente la lección de “...entonces no sostengas opiniones ni a favor ni en contra de nada. Establecer lo que te gusta frente a lo que no te gusta es la enfermedad de la mente”.

¡Simple! ¡Gracias!

11 comentarios:

Enrique TF dijo...

Sabía conclusión, amigo Ernesto, muy sabia y consecuente.
Feliz miércoles.

Soñadora dijo...

Sabiduría pura querido amigo. Un fuerte abrazo!

Joaquín Galán dijo...

Es digna de admirar tu decisión final porque no es fácil de tomarla tal cual. No obstante, creo que hiciste lo correcto.

Abrazo, Ernesto.

Juan L. Trujillo dijo...

Me parece que hiciste lo que debías.
Un abrazo.

Ildefonso Robledo dijo...

Hay que intentar no tropezar dos veces con la misma piedra, aunque a veces cueste...

Un abrazo, amigo

Alfred dijo...

Me he perdido un poco, pero parece que no ibas a ganar nada poniéndolo en un posible aprieto.

Un abrazo, Ernesto.

mariarosa dijo...

Personajes que todos cruzamos en la vida, de vez en cuando y de cuando en vez. Saludos Ernesto.

Catalin dijo...

It's not there. A little carelessness.

Loles Miva dijo...

El padre de una de mis mejores amigas, si hubiera estado en la piel del buscado, hubiera dicho: "Buena suerte? Mala suerte? Nadie lo sabe hasta el final"
En cuanto a la opción que tomaste: es tuya!
Un abrazo Ernesto!

Dyhego dijo...

Agua que no has de beber...
Salu2, Ernesto.

maría cristina dijo...

Muy bien hecho, Ernesto, la vida se encarga, un abrazo!