Una
y otra vez e iniciado algún que otro texto en este periodo de tiempo
en el que no escribo en el blog… No entro. Ni prácticamente leo
nada de nadie. Ocupado desde hace un tiempo en temas familiares de
documentos, administración, notarías, Haciendas, etc., que ya
finalizan, descubro que, si bien ocupado y entretenido, no he echado
en falta ese tipo de comunicación. He utilizado con algunos de
vosotros el mail y el teléfono, la conversación personal y puntual.
El tema concreto del momento. Lo real!
No
es que me haya mantenido en silencio, no, de hecho no he callado,
es más bien que ese periodo de contar cuentos, historias, reales o
imaginarias, en el que llevo tiempo compartiendo con vosotros, creo
que ha llegado a su final… ¿Qué historia romántica podría
contar, como me pedía una amiga mía hace unos días, a partir de
ahora?
Lo
romántico, como cualquier otro adjetivo sobre algo, no sería más
que un barniz añadido que le damos a algo real para, en el
caso de «romántico», tratar de embellecerlo. En otros casos, como
«bueno» o «menos bueno», definirlo. Pero…
...¿Desde
qué posición real podríamos, muchos de nosotros, tratar de
definir algo que solo percibimos desde nuestro propio punto de vista…
personal, parcial y subjetivo?
(Una
vez más dudo de la conveniencia de publicar esto que escribo…
Reflexiones sin mucho sentido más allá de tratar de decir algo…,
que sé que ni es necesario ni tiene mayor relevancia. Y es que
empiezo a no encontrarle la gracia a esta forma de compartir.
Lo que no quiere decir que no sigamos siendo amigos, en contacto,
compartiendo, escribiendo en el blog o leyendo, etc., ¡claro que
no!, pero esta «cierta insustancialidad» que empiezo a notar en mis
propios escritos, no los vuestros, no entro a valorarlos, marcará,
¡marca ya!, otra historia.)
El
cierre de los pétalos de una (iba a decir sencilla pero ¡a qué
adjetivar lo natural!) margarita del campo al atardecer o su apertura
cuando ya el sol lo ilumina casi todo, me dice hoy mucho más
que todo el conocimiento adquirido en libros, tratados, cursos,
charlas o reflexiones que he podido practicar a lo largo de mi vida…
Conocimiento del que en ocasiones me he sentido experto,
cuando no maestro!
─¡Oiga!,
¿se está despidiendo?…
─¡En
absoluto!… Es solo que el lugar de encuentro cambia de
escenario. El personaje con mochila al hombro, caramillo o flauta,
paseando por las plazas viejas o bajo los entrañables pórticos de
cualquier pueblo antiguo, al que invitaban a comer o a cenar y
acababa casándose con la “protagonista” de la historia…
“romántica”, da paso a lo que ya viene pujando con fuerza…
¡¡La realidad!!
─¡Ahí
nos encontraremos!
Hola Ernesto! Acá estoy escuchando una nueva música, algo plañidera es verdad, pero música al fin, y está bien que te cuestiones de vez en cuando, sino serías perfectamente no humano! Pero acá estamos los que te leemos con interés, escribas lo que escribas, o te tomes un descanso, te esperaremos, un abrazo!
ResponderEliminarPues sí, suena a despedida, a cansancio de escribir para contar… hacer reflexiones que al final no van a ningún lugar, o quizás sí. De leer y comentar, y es que de todo se cansa uno cuando se lleva un tiempo. Lo cierto que si se lee algo interesante y bien escrito, con buena retórica como lo haces tú, pues algo aprendemos los que lo hacemos peor… :))).
ResponderEliminarY como es lógico, cada cual hace lo que más le guste en el momento que se encuentre.
Creí al ver la imagen, que ibas escribir sobre el juego de "dola", cuando eras niño.
Espero leerte pronto otra vez, mientras tanto, un abrazo, :))).
Si ha llegado tu hora, que la suerte te acompañe amigo. Pero si decides regresar lo mismo por aquí seguiremos unos cuantos. Un abrazo.
ResponderEliminarEn los periodos de mucha ocupación dejamos abandonado el blog, sin notar lo importante que es para nosotros y ni lo echamos de menos pero cuando todo empieza el cauce normal volvemos a él.
ResponderEliminarEspero que no sea un despedida final.
Un abrazo.
Hola Ernesto: Cuando te veo entrar en mi blog no sabes la alegría que me da, aunque no nos vemos no dejo de recordarte de vez en cuando pero me he vuelto algo perezosa y además Ernesto los blogs ya no es lo mismo ahora todo lo mueven las nuevas Redes a su manera y la gente los blogs los abandonan ...yo no tardaré ya que como yo no hago mas visitas que las que me hacen antes a mí pues esto se acaba .
ResponderEliminarHe leído todo tu relato y es muy bonito ,lo estás leyendo y es vivirlo.
No me olvides amigo sabes que yo te tengo un gran cariño y mucha confianza siempre ...y tengo muchas fotos de tu familia pequeña y ya no tanto ahora.
BESOS Y NO ME OLVIDES.
Es un hecho, que cada persona, de acuerdo con cada etapa de la propia vida, encuentra las respuestas en caminos distintos que recorre de manera personal...
ResponderEliminarNo sé cómo decirte que lo entiendo...
Y sí, nos encontraremos!!
Un fuerte abrazo Ernesto.
ahí
ResponderEliminarHola Ernesto si es la opción que más te apetece pues bienvenida sea, en esto de escribir se debería escoger siempre aquello que más nos guste, obligaciones ya tenemos muchas.
ResponderEliminarSea la que sea tu decisión, un placer haberte encontrado un tiempo y disfrutado con tus historias o reflexiones.
Un abrazo
Te deseo mucha suerte.
ResponderEliminarQue todo vaya muy bien.
Un abrazo.
ResponderEliminarPues que venga esa realidad.
Tienes una ciudad o pueblo de la que hablar y escribir, un país que da motivos de escritura continuamente y una vida; la tuya que puede ser motivo de buenas historias.
Hasta prontito.
mariarosa
Hola Ernesto, no sé si tu texto es ficticio o real. En caso de ser real, solo puedo decirte que muchísima suerte amigo mío en tu nuevo caminar, y que bueno, todas las vidas tienen etapas, y a veces, hay que dejar una aparcada para continuar con otras. Yo, desde luego, te echaré de menos.
ResponderEliminarSi es un relato ficticio... ¡pues hasta la siguiente entrada, ja ja!
Muchos besos :D
Hace poco que entré a tu blog, Ernesto. Si es el tuyo un adiós momentáneo o definitivo, lo lamento igual. La llamada "blogósfera" pierde una eminencia.
ResponderEliminarAbrazo chileno.
Hola Ernesto, no sera despedida sino un paréntesis o un intervalo donde esperar a que la creatividad asome por sí misma, sin buscarla ni ni forzarla.
ResponderEliminarNo debemos sentirnos forzados a escribir, debe ser un momento divertido y relajante.
Así que, a tu ritmo y no nos olvides.
Un abrazo!
Hombre Ernesto, ahora que vuelvo te vas...
ResponderEliminar:D
Tienes todita la razón. Esto a veces es ...bueno, eso. Yo también necesito mis respiros. La realidad es otra bien distinta.
Lo que ocurre en mi caso es que no quiero cerrar puertas, al menos de momento, al menos no trancadas...la vida es sueño;)
Espero verte por ahí, con tu mochila, en la realidad. Y por aquí algún día también...no te voy a decir lo contrario. Siempre me ha gustado tu singularidad. Y tu sinceridad.
Un fuerte abrazo, amigo
Ay, Ernesto, que penita me da...
ResponderEliminarBueno, date un tiempo y regresa cuando quieras.
La realidad, es la realidad...pero de vez en cuando hay que vivir de fantasía.
Un fuerte abrazo y hasta cuando quieras amigo.
Seguro que viajando por las tierras Gallegas ...yo recordándote te deseo un feliz fin de semana ...Mi cordial abrazo
ResponderEliminarMe ha fascinado ese giro que le has dado a tu vida, Ernesto.
ResponderEliminarEscribir sobre asuntos reales a veces nos trae problemas; es fácil divagar y convertir un sueño en una balada romántica. Pero adentrarnos en aquello que nos rodee o en la realidad que percibimos a diario es más complicado, incluso puede traernos pequeños inconvenientes con algunos lectores.
Cordiales saludos
Mis queridos amigos de todos los tiempos, pareceres, lugares, culturas... y apegos.
ResponderEliminar¿He vuelto? ¡No, claro que no! Para ello tendría que haberme ido antes jajjajjajaja... ¡Y no es el caso! ¿Algo distanciado?... ¡Puede! Pero ya expliqué, o lo intenté, las razones.
Y sin embargo la mayoría habéis sacado vuestros pañuelos de despedida ondeando al viento...
Bueno, lo dejaremos ahí.
Agradezco, eso sí, vuestras palabras siempre. Leídas según llegaban no pude responderlas al momento. Retomemos, pues, la charla tras el humeante café de nuestra tertulia de media tarde.
Fuerte abrazo a todas todos.
Cristina.
ResponderEliminarGracias siempre por esa naturalidad con la que encaras la vida y sus circunstancias. Entre ellas ese espacio de encuentro que suponen los blogs.
Fuerte abrazo.
Mi querida Elda... Natural de sabe Dios dónde...¿ Lago?...
ResponderEliminarDe cansancio en escribir nada de nada! La entrada va en el sentido de que el contador de historias ¿reales, imaginadas? deja paso a otra realidad... Más sencilla, más natural, más fácil de vivirla. Tanto que para algunos puede rozar la "simpleza"...
Pero dejemos que el tiempo, lo expresado y cada uno nos situemos.
Gran abrazo.
De nuevo en la palestra sin haberme ido, José, jajajjajaaja... ¡Un misterio!
ResponderEliminarAbrazos.
MariPi.
ResponderEliminarNo, no era una despedida. ¡Buena percepción!
Abrazos.
Hola Marina.
ResponderEliminarSiempre un placer verte aparecer por este espacio, bien sea en comentarios o es tus poemas.
De las nuevas redes nada sé... Pero sí sé que estos lugares de encuentro, los blogs, no desaparecen. Puede que ganen en calidad al haberse aventado la paja...
Fuerte abrazo amiga.
Hola Ángela.
ResponderEliminarNo es difícil comprender que lo tienes todo muy claro...
Ya estamos en ello. Es todo muy simple como bien sabes.
Gran abrazo amiga. (Unas habas excelentes) jajjajajaja...
Hola Conxita.
ResponderEliminarPlacer compartido siempre amiga. Tus reflexiones y escritos una guía a tener en cuenta.
Abrazo Conxi.
Hola Amalia.
ResponderEliminarTodo va siempre muy bien amiga... Dejando la "suerte" a un lado :)))))
Fuerte abrazo.
Hola Mariarosa...
ResponderEliminarTan prontito que ya estoy aquí sin haberme ido jajjajajaja... ¡Hablaremos amiga!
Fuerte abrazo.
Hola Margarita.
ResponderEliminar¿Qué es real y qué ficticio mi querida escritora? jajajjaajja...
Más que dejar aparcada una etapa de la vida, si es que la vida tiene etapas y no es todo una constante línea, hay que trascender-las. Dejarlas atrás, avanzar. Pues ellas no volverán jamás. Y nosotros no sabríamos qué hacer con ellas.
¿Qué haría yo hoy con la "etapa" del guego de las canicas o el salto de la fotografía?
Gran abrazo amiga. Con ganas de leerte...
Hola Esteban.
ResponderEliminarLo dicho, ni ido ni vuelto... Algo distanciado por las causas descritas.
Seguimos en contacto.
Gran abrazo.
Hola Rosa B.G.
ResponderEliminar¿Cómo olvidaros amiga?
Fuerte abrazo.
Hola Moni.
ResponderEliminarSinceridad y "singularidad" compartid amiga de tierras conocidas... jajjajajajaja...
Con mochila no creo que nos veamos, por lo menos yo... El charol de mis zapatos me impide andar por esos polvorientos caminos de Dios jajajjajajajaja...
Pero unas risas y unas tapas por el Húmedo, cualquier día!!
Gran abrazo.
Maripaz.
ResponderEliminarTendrás que invitarme a un "Navarro" en tu nueva tierra de acogida para mitigar esa "penita" que te embarga... sin razón!
Gran abrazo.
Mi apreciada y fascinada Rud... jajjajaajjaja...
ResponderEliminarPercibir y dentrarnos en la «realidad» que nos rodea, más allá de la apariencia de las cosas, el sueño o a lo que todavía no hemos despertado, es sencillo pero no fácil!
Como sencillo es llamar a las puertas... toc-toc, pero no es fácil hacerlo a cualquiera.
Siempre tan aguda amiga.
Gran abrazo.
Pues me alegra no haber visto antes esta entrada, ya que habría pensado que te despedías (al menos momentáneamente) y me gusta que estés. Así que me alegro de leerte hoy.
ResponderEliminarUn abrazo con o sin caramillo o flauta :))
Hola Ernesto!! Como llevo tiempo sin entrar y me lei tu post luego de este NO te despido!! Pero si entendí un poco. Tanto que no se que comentarte jajja. Lo real de lo subjetivo son las amistades que puedes tener el milagro de encontrar en estos ramilletes de letras. Es lo fundamental. Un abrazo ( me voy algo confuso jajaj)
ResponderEliminarEstá claro, Ernesto que te despides de una etapa, y que la nueva parada será la realidad.
ResponderEliminarPero qué es "la realidad", uf en mi mente alocada e imaginativa se mezcla como en cóctel bien agitado lo que veo, lo que creo que veo lo que siento, lo que creo que siento...
Entiendo ese paso adelante, Ernesto, pues me encuentro en la misma meta, estoy en otra etapa de mi vida y no solo porque ya me he jubilado y en estos últimos dos años he pasado por un montón de experiencias intensas... Siento una necesidad de minimizar mi existencia, de hacerla más simple y auténtica.
Un abrazo,
Querido amigo Ernesto, a mí me está pasando más o menos lo mismo, como que se me han secado las ideas para exponer en el blog, entre otros quehaceres y la lectura me voy despistando y pasan días y meses y nada, pero no olvido a los blogueros más cercanos, eso no creo que pase, así que de vez en cuando es muy agradable pasar por los blogs amigos. Un abrazo.
ResponderEliminarEn alguna parte he leído que escribimos para nosotros mismos más que nada por la necesidad de expresar lo que llevamos dentro y que los demás,al leernos e identificarse con lo escrito,nos comparten sus impresiones y es entonces cuando encontramos el verdadero sentido al hecho de escribir.Así que,cuando no sentimos esa necesidad de contar,es comprensible que dejemos de escribir sobre un asunto en concreto o sobre todos los asuntos.Te entiendo.
ResponderEliminarAbrazo
(Una vez más dudo de la conveniencia de publicar esto que escribo… Reflexiones sin mucho sentido más allá de tratar de decir algo…, que sé que ni es necesario ni tiene mayor relevancia. Y es que empiezo a no encontrarle la gracia a esta forma de compartir. Lo que no quiere decir que no sigamos siendo amigos, en contacto, compartiendo, escribiendo en el blog o leyendo, etc., ¡claro que no!, pero esta «cierta insustancialidad» que empiezo a notar en mis propios escritos, no los vuestros, no entro a valorarlos, marcará, ¡marca ya!, otra historia.)
ResponderEliminarNuevamente hola Ernesto, he venido a ver la entrada anterior a la que te refieres y me doy cuenta que verdaderamente suena a despedida,y más aún en esta estrofa que he pegado al inicio.
No andes alarmando a los lectores por favor con despedidas porque en verdad harian mucha falta tus relatos y excelentes historias.
Saludos y un fuerte abrazo.