domingo, 4 de mayo de 2025

El «asistente».

 


El «asistente».

Este es un término muy especial. ¡No es fácil definirlo! ¡Y por otro lado es simple! ¡Y real!

¿Paradojas de la vida? ¡Más bien las complejidades del ser humano al distanciarse de sí mismo!

En ocasiones anteriores he señalado que, ¡ojo que no es literal!, a nuestro alrededor, en nosotros mismos, hay como un «oído» que siempre oye. Es neutro. No califica. Y menos entiende si lo que decimos, lo hacemos en broma, por hacer una gracia entre amigos, o en serio.

Él siempre «oye». ¡Y actúa!

Si afirmas, o piensas y sientes con fuerza, que eres “tonto”, que eres “pobre”, que careces..., que la vida es una desgracia, etc., etc. ¡Ese «oído» oye! ¡Y da más de lo mismo! ¡Y a petición de la propia persona!

¿Por qué tiene la gente, inconsciente de este hecho, que denigrase, ella y su contexto, su vida, sus cosas, su día a día, su devenir?

¿Por conseguir unas risas de otros en las misma condiciones? ¿No va el mundo como va por esta inercia colectiva?

¡Sal cuanto antes de ese corralillo de limitación en el que todo gira y gira de esa manera… sin sentido!

El «asistente». ¡Una realidad! ¡Vendría a ser el «suceder». La actividad que sigue inexorablemente a lo que tú afirmas. ¡Y el «oído» oye!

16 comentarios:

  1. Es neutro, no califica pero ejecuta... menudo "asistente", mejor tenerlo como amigo... ;-)))
    Buen domingo, Ernesto.
    Aferradetes!

    ResponderEliminar
  2. Ay Ernesto! Justamente ayer, reunida con una amiga que ve todo negro en su vida, y hablaba
    de la suerte que tienen muchos, trataba de decirle que no todo lo del prójimo son rosas,
    es como cada uno ve lo que tiene y siente. Un abrazo!

    ResponderEliminar
  3. The assistant should be fired! :)

    ResponderEliminar
  4. Pues sí.
    Y por incidir en lo mismo…¿porqué no utilizamos ese dispositivo interior -que haberlo haylo- para detectar la queja, el victimismo crónico…etc?
    Alejarte favorece.

    Me gustan las amapolas, en una ocasión pinté un cuadro. Y como dice Izan, qué nombre más bonito tienen estas flores:))))
    Un abrazo Ernesto.

    ResponderEliminar
  5. Efectivamente oír, oye y creérselo también se lo cree. Incluso no atiende a las negaciones en las frases y todo lo entiende en sentido afirmativo. Del “no soy tonta” se queda únicamente con el “soy tonta, tonta, tonta” en un bucle infinito de tontura. Nos moldeamos a nosotros mismos con lo que invocamos sin saber. Un abrazo, Ernesto

    ResponderEliminar
  6. Hay que hablarse con buenas palabras, animarse como apoyaríamos a un amigo en horas bajas. Es cierto que conocemos cada detalle entre bambalinas y eso nos obligaría a autoengañarnos en muchas ocasiones pero, ¡qué diablos! Si no nos decimos, "¡guapo!", ante el espejo, no esperemos que nadie nos venga a adular los defectos.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. Magnífico, querido Ernesto, abro micrófonos para poder oír en la buena dirección. El problema será mantenerse ahí.
    Un fuerte abrazo, amigo.

    ResponderEliminar
  8. Es importante creer en uno mismo y así se supera mejor a los desafíos que presenta la vida.
    Me gusta respetar y a la vez ser respetada.
    Que tengas una buena semana.

    ResponderEliminar
  9. Todo está en el interior de nosotros... Bueno, eso dicen...
    Un abrazo, amigo

    ResponderEliminar
  10. Tenerlo al lado y en plan obediente.

    Abrazo!

    ResponderEliminar
  11. Muy bonita imagen para acompañar tus buenas letras.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Totalmente de acuerdo Ernesto, el incosciente se lo cree todo, por eso hemos de hablarle siempre en serio, sí, es sí y no, es no. Abrazote.

    ResponderEliminar
  13. Como no veo opción de comentar en la última entrada, la de la rana, lo hago aquí.
    Creo sinceramente que la mayoría nos queremos poco, tal vez por ese afán innato de perfección con el que nos hicieron crecer. Confundimos un simple error con una frustración nefasta que nos va minando la autoestima, algo que, a la larga, es perjudicial para nuestra salud mental.
    En cuanto a la rana y su canción, bueno, es pasarse de un extremo al otro. Creo que tan mala es la constante autocrítica como la constante frivolidad. En el término medio está la virtud, casi siempre.
    Un abrazo, Ernesto.

    ResponderEliminar
  14. Como Joaquín, al no poder comentar en tu entrada de la rana, lo hago aquí. Valga para las dos :)
    Pobre rana intrascendente… Con lo que ella hace por trascender croándole a la luna…
    Un abrazo, Ernesto.

    ResponderEliminar
  15. Nos vas dejando poco espacio para comentar. ;-)

    Referente al escrito de la rana:
    Los extremos son malísimos en todo, otra cosa es que a los comentarios le pongas un poquito de ironía. ;-)

    Feliz noche, Ernesto!

    ResponderEliminar