Plegaria
indígena
Soy
como mil vientos soplando.
Soy
como un diamante en la nieve brillando.
Soy
la luz del sol sobre el grano dorado.
Soy
la lluvia gentil del otoño esperado
cuando
despiertas en la tranquila mañana.
Soy
la bandada de pájaros que trina.
Soy
también las estrellas que titilan,
mientras
cae la noche en tu ventana.
Por
eso, no te acerques a mi tumba sollozando.
No
estoy allí. Yo no morí.
Dicen
que esta plegaria es indígena, pero en realidad la autora es Mary
Elizabeth Frye, una ama de casa de Baltimore, escrita en 1932.
Que bonito, no estoy allí, yo no morí.
ResponderEliminarEs un canto emotivo y profundo..el arraigo del alma,del ser..
ResponderEliminarPrecioso!
Ya sé que no eres mucho de cementerios, yo en cambio me gusta ir cuando voy a mi pueblo, es como encontrarlos de nuevo, pero es cierto que ellos están en donde nosotros los esperamos, la presencia de ellos viven en nosotros.
ResponderEliminarGracias por compartir tan bellas palabras.
Un abrazo.
Es una plegaria preciosa, te demuestra que el alma nunca muere y que existimos en el mundo del espíritu, más allá del tiempo y el espacio.
ResponderEliminarErnesto, un grande abrazo!
Es un poema precioso y la foto con la que la acompañas me encanta.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto.
Muy bonita Ernesto.....gracias por compartirla!
ResponderEliminarTe deseo una buena semana.....un abrazo!
Realmente bella.
ResponderEliminarFeliz semana y un fuerte abrazo.
PRECIOSO POEMA Y PRECIOSO SENTIR DE LA VIDA QUE ES ETERNA...QUIZAS ALLI NOS VOLVAMOS A ENCONTRAR.
ResponderEliminarAbrazos amigo...
Marina
Es que ya no estan ahí, Ernesto, y sí en todos los otros lugares cerca de los que quedan dando pasos hasta el último día, así siento a los míos que se fueron pero están, un abrazo solidario!
ResponderEliminarHabía escuchado antes esas palabras. Soy una creyente de aquello que transmiten y, aunque me encanten los cementerios (gusto algo extraño) nunca visito a mis familiares que han partido... sé que están ahí; en el brillo del sol, en el reconfortante recuerdo...
ResponderEliminarAunque a veces sea necesario el hablar simbólico con quien ha partido para curar heridas aún abiertas.
Gracias por tu visita a mi blog =)
Espero seguir visitando el tuyo
Saludos
Es verdad... una vez dejemos esta hermosa túnica de carne que nos ha dado Dios seguiremos viviendo...
ResponderEliminarPaz y Amor
Isaac
ResponderEliminarEs una hermosa plegaria, es la verdad, en la tumba sólo queda la cascara que fue nuestro cuerpo.
Me emocionó.
mariarosa
Esta plegaría tan sencilla y bellamente escrita, llena el alma de una sensación de paz y amor, de certeza.
ResponderEliminarGracias por compartirla.
Un abrazo.
Qué bonita. Así siento a las personas queridas que se marcharon... en uno, y en toda la naturaleza
ResponderEliminarGracias, un abrazo
Querido Ernesto, no imaginas lo mucho que me ayudó leer esta plegaria en el momento oportuno, es bueno recordar su mensaje.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo!
ResponderEliminarSi no es una plegaria indígena lo parece. Reflejo su filosofía de espiritualidad y libertad.Va mucho con su alma. Es una plegaria preciosa, me la llevo.
Yo no voy nunca a los cementerios.Mis muertos están conmigo, allí donde esté.
Abrazolargo, Ernesto
No te acerques a mi tumba sollozando.
ResponderEliminarNo estoy allí. No duermo ahí.
Soy como mil vientos soplando...
Es una hermosa plegaria que a mi en lo persoal al leerla me a reconfortado.
Un placer visitar tu pagina querido amigo.
Un fuerte abrazo.
Solemos llorar ante lo que no tiene remedio, pero hoy al leerte recordé un tiempo atrás cuando todo me hacía daño, y el perdón no estaba en mis palabras diarias.
ResponderEliminarY como en este tiempo transcurrido ha aprendido a perdonar no a quien me hizo daño, si no a quien ya no puede hacérmelo, y sé que tus palabras son sabias, y que le gustaría venir a darme el ultimo adiós cuando ya no lo necesitare, porque ya ves lo que son los milagros… morí hace unos meses, pero ahora el creador me dio una nueva oportunidad para ser yo y hacerme más fuerte, aunque aun mis lagrimas humedezcan mi almohada.
Tus letras… siempre despiertan mis ayeres. Un abrazo.
Hola Ernesto:
ResponderEliminarAlgo sé de ti, por Ángela. He dado un vistazo a tu Blog. Me parece profundo. Dice algo.
Sobre esta plegaria,"no estoy allí", creo que es una verdad que la gente comparte. Yo también. Creo que la respuesta es el final, "no morí". Al salir del cuerpo, termina el paso visible por este camino, pero creo que entramos en otra dimensión donde seguimos viviendo, y espero que progresando.
Es sabia la enseñanza y bien traída. Gracias por acercarla con su publicación.
¡Ya atienes un seguidor más!
Un abrazo,
José Manuel
ResponderEliminarBello mensaje el de esta plegaría. La muerte es el comienzo de una nueva vida.
Rosa
Bellísimo mensaje que invita a ver la muerte como el comienzo de una nueva vida. No te vas del todo porque de alguna manera te permite estar presente, seguir siendo un ente cercano.
ResponderEliminarMe encanta esta esperanzadora plegaria a la que tus palabras le dan más fuerza y autenticidad.
Gracias, amigo por compartir tus sentires.
Abrazos.
Gran cambio, sin duda, Lola, el realizado. Lección aprendida. Y por ello no volverán a producirse situaciones en tu vida que conlleven esa necesidad. Y por ello dolor. Y si alguna llega, porque algo queda, será de baja intensidad y ya con el camino aprendido.
ResponderEliminarEl que te hizo y el que ya no puede hacértelo es el mismo. Y hay más, Lola. ¡Los tres sois el mismo! ¿Cómo sino existiría el uno sin el otro? Sin él tú no eres. Sin ti él no es. Dicho esto en clave espiritual, real. No en términos de parentesco humano.
Cuando perdonas a alguien te estás perdonando a ti misma. Y en lo más profundo de ti. Lo real. Lo que cuenta, más allá de apariencias, ilusiones o sinsabores.
Y en cuanto al abrazo, amiga mía, no te prives en dejar dártelo... Y en dárselo tú a él. Esa asignatura que todavía parece estar pendiente.
Llora lo que quieras. Es bueno liberar emociones. Con tal que no las tintes de algo inadecuado.
Un gran abrazo.
Precioso mensaje dirigido a todos nosotros, que un día partiremos pero seguiremos estando en la vida que emana en cualquier maravilla que contemplemos. Muy bonito.
ResponderEliminar