Por
primera vez en tantos años…
Paseando
por la Avenida de los Olmos, el murmullo del viento en las hojas
trajo a mi memoria las tardes aquellas, que ya no me permito recordar, en las eras castellanas, las
orillas del río Tormes y la trasera de la pequeña iglesia al
anochecer, donde nos abrazábamos y con los dulces besos de tu boca y
tu mano en mi mejilla nos dejábamos marchar el uno al otro…
¿Recuerdas
amor?… ¿La umbría junto al pequeño riachuelo bordeado de
meruéndanos donde pasábamos las horas al arrullo de la canción del
verano que el agua cantaba en su devenir?…
¿Recuerdas
amor?… ¿Las tardes de domingo en la plaza del pueblo girando y
girando al son de la orquesta… separados, cada uno con su
pareja?...
¿Recuerdas
amor?… ¿Las miradas furtivas que nos dedicábamos al pasar uno
junto al otro entre los puestos de la plaza del mercado… Cada uno con su cesta,
su compra, su vida?…
¿Recuerdas
amor?… La mañana en que partió aquel tren… que te alejó de mí...
Nunca
nunca olvidaré aquel beso aquel adiós,
nunca
nunca olvidaré... tu amor.
Siempre
siempre llevaré junto a mi corazón,
siempre
siempre llevaré... tu calor.
Nunca
nunca olvidaré aquel beso aquella flor,
nunca
nunca olvidaré... tu sabor.
En
mi alma llevaré la huella del dolor…
en
mi alma lloraré por tu adiós.
Nunca
nunca olvidaré el pitido de aquel tren…
que
alejó 500 millas a mi amor...
(La canción no es la original... evidentemente)
Bueno, bueno, ¡cómo me gusta esta historia que nos cuentas!, nunca te había leído tan romántico y te queda genial. Genial la forma como lo expresa, encantadora y dulce, y ese amor digamos prohibido, que le pone un toque especial.
ResponderEliminarMe encanta el paisaje que has pintado en todo el relato.
Un placer la lectura Ernesto.
Un abrazo.
P.D. Preciosa la pintura
Yo estoy con Elda ...te veo muy romántico en el relato y los versos
ResponderEliminarAbrazos
Ah esos amores imposibles! Son ideales porque no tienen la costumbre de compartir a diario y verse los defectos, pero resultan inolvidables por su eterno romance en nuestros recuerdos, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarY fue la canción la que inspiró tu prosa o la prosa trajo la canción? De cualquier forma es belleza la que has traído hoy, recuerdos que todos seguramente guardamos en ese baúl que ya hemos cerrado. ¿O no? Fuerte abrazo Ernesto.
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ResponderEliminarEs un placer leer la expresión de tus vivencias, plasmadas de forma tan bella, tan natural y auténtica.
Muy bonita la pintura.
Un abrazo Ernesto.
Una mezcla de vivencias, sentimientos, adioses, a mi me gustan más los finales felices, pero la historia es preciosa
ResponderEliminarUN abrazo
Muy romántico. Dulce historia de amor. Y una pena su final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es extraño, pero en la literatura, siempre me han gustado más los finales tristes que felices. Lindo tu espacio Ernesto. ¡Saludos afectuosos!
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ResponderEliminarUna historia, tal vez real, no lo sé, pero muy romántica. Hermosa y escrita con las palabras justas.
Me gustó y me emocionó ir leyendo e imaginando ese amor trunco.
mariarosa
Hay amores imposibles, pero siguen siendo amores,y quizás, son los recordados no?
ResponderEliminarComo diría Serrat" no hay nada mas bello que lo que nunca he tenido".
Precioso,Ernesto!
Un fuerte abrazo!
Difícil controlar los recuerdos, permitirlos o no. La historia tan real como la vida misma.
ResponderEliminarLa forma de contarla me ha gustado mucho.
Un abrazo, Ernesto.
Bonitos esos amores que no han sido, chispas de vida en medio de otras vidas. Comparto con lunaroja ese No hay nada más bello que lo que nunca he tenido, son esos amores que nunca se gastan por la cotidianeidad y por las decepciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Y cómo olvidarlo, Ernesto...Imposible
ResponderEliminarHermoso, que hermoso...
Un abrazo
Has estado hoy romántico y poeta, Ernesto.
ResponderEliminarImposible de olvidar ese amor tal y como lo cuentas. Y es que se quedan amores prendidos en nuestra alma y corazón para siempre en el camino de la vida.
Abrazos
Es como recordar el amor que se lleva al amado en el día de San Jorge, tan solo te falta entregar la rosa.
ResponderEliminarUna buena semana.
n o s t a l g i a s....quien no ha vivido esos momentos sobre todo en la juventud cuando se siente que se rompe el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
mar
ResponderEliminarAmor que nunca fue?... No importa, son los mejores, los mas perfectos... Eso dicen.
El abrazo de siempre, Ernesto
! Hay esos amores románticos! Que te llenan de nostalgia pero siempre viven en el corazón.
ResponderEliminarErnesto, está genial el relato.
Un cálido abrazo
Gracias Ernesto por tus palabras ...el amor verdadero jamás se olvida.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Que romático el relato, Ernesto, y el poema parece la letra de una nostálgica y hermosa canción country, que a mí me encantan, ya ves.
ResponderEliminarLos amores furtivos tienen una magia especial, quizá porque intuimos o sabemos que son intensos porque son efímeros, pero que en muchos casos serán imborrables.
Pronunciar de nuevo ese nombre... la llave que abre el recuerdo. Pura magia.
Ah, Ernesto, ya he llegado a la fase de "estoy bien de nuevo" Y es que a mí el humor me salva siempre. Aunque esta vez no estaba tan segura.
Muchos besos,
Vaya Ernesto, regreso y te encuentro todo un romanticón, de pies a cabeza. Eso es bueno para la piel, dicen los dermatólogos!
ResponderEliminarHay amores furtivos, o imposibles, que dejan mucho más que esos amores monótonos. Aunque a decir verdad, no sé si hay amores, para mí son simples espejismos. Algo así como una expresión de deseo disfrazada de color rosa (como la pantera)
Una vez me enamoré, por veinte minutos, y fue tan especial que nunca me olvido de ese hombre. Estaba en un corte de rutas, de esos que te hacen esperar un rato. Se bajó del auto y yo estaba detrás. Creo que con él me habría casado jaja, sí, yo que soy alergica al matrimonio. Era tan especial, feo a cagarse, pero interesante. Mira tú lo que te cuento, pero es cierto.
Me alegra verte inspirado, al mundo le hace falta ternura.
Besos
Espero estés bien!
Mi buena y desaparecida amiga Vivian, ¿cuánto tiempo? Y ya veo que no ha habido cambios en la expresión desenfadada y con sentido. Con ese sentido de la vida que cargas y te entretienes... y de paso nos distraes a los demás de las vicisitudes del mundo jajjajajjajaja...
ResponderEliminarUno es lo que es, tal cual Vivian al natural, pero uno no es Vivian siempre. Según momentos, circunstancias, quereres, etc., uno/todos vamos recorriendo distintas etapas del camino. Hoy romántico, mañana peleón, ayer piloto de aviones, pasado mañana cocinero. ¡Qué voy a decirte a ti que no sepas ya?
Los amores, furtivos o a la vista, son eso, amores. De más o menos duración, intensidad o intereses, esto último va con las canas, siguen siendo amores. Aspecto del ser humano a experimentar. Tú misma con ese desconocido de los "20 minutos"... (Tiempo suficiente para llegar a las puertas de San Pedro y volver a tocar suelo jajjajajajajaja)
A mí me alegra verte por estos lares de la escritura, las confesiones, el compartir, las risas y el buen hacer. Siempre fuiste/eres un referente de todo ello... Y más, seguro, pero ello nos lo irá marcando el tiempo.
Comparto lo de la falta de ternura... Podríamos, si a ti te parece bien, cogernos de la mano (se podría invitar a Tesa) e ir espolvoreándola por allá donde pasemos. Estoy seguro que la vida de muchos nos lo agradecería. Y nosotros disfrutaríamos con ello :))))
Y sí, estoy bien, como siempre. ¡Bien!
Besos, Vivian. No te vayas muy lejos. El mundo, aparte de ternura, también necesita risas, desenfado y alguna que otra visión de sí mismo algo diferente. ¡Y ahí sí estás tú!
Ernesto.
PD: ¡Feliz Navidad 2015!
Eh, me apunto, sin dudarlo, Ernesto, vaya trío. Risas no nos faltarían y buen humor y tomarnos la vida como viene, no nos queda otra.
ResponderEliminarNo tengo dinero, estoy algo escacharrada y chiflada, pero de ternura y humor voy servida.
Yo también soy enamoradiza como Vivian.
Un día me enamoré en un minuto de un hombre diseñado para la lujuria que me miró y me sonrió de una manera que me dejó clavada en el sitio, luego me preguntó por una calle y me pareció que era gay, lo era sin duda, pero ¿quien me quita ese minuto?
Gracias, Ernesto, por incluirme en este buen plan.
Un montón de besos para los dos.
Claro que sí, para paseos y algarabías siempre estoy dispuesta (Para planchar y cocinar, ni se te ocurra)
ResponderEliminarEso sí, prepara la billetera porque estoy como Tesa, escacharrada. Es decir, somos dos locas alegres, pero pobretonas. Usted pague que vamos al fin del mundo, regalando ternura, por esos hoteles cinco estrellas, en esos yates de tres pisos, en limusinas blancas (la ternura en bicicleta es un poco jodida) Ah, ¿Qué pensaste? No te va a salir barato el sueño jajaja.
Es cierto que me gustan las hormigas, las vacas, y esas cosas sencillas de los campos, pero tampoco me negaría a tu costoso viaje. Si no cumples los requisitos, pues que los demás se busquen su propia ternura, yo no voy a salir a pasar trabajo por el solo hecho de complacer a la humanidad!
¿Cuándo partimos?
Besos a los dos!
Ven Tesa, agarremos a Ernesto de las manos!
Esos hoteles que rozan las cinco estrellas del firmamento me producen vértigo. Los yates me marean. Y las limusinas blancas no hacen juego con los colores con los que me visto... Veo que el mundo se va a quedar sin la "ternura" de Vvian!
ResponderEliminarCreo que Tesa sí sabe montar en bicicleta, igual que yo, y le encanta viajar de mochila y bocadillo. Sin despreciar, eso sí y cuando surja, una buena comida y compañía en casa de algún agradecido por la ternura compartida...
Chao Vivian, con el desenfado de siempre! :))))
Recordar es volver a vivir, Ernesto.
ResponderEliminarImposible olvidar cuando se ama de verdad. Vendrán tiempos mejores y quien sabe si en el próximo tren vendrá un nuevo amor. La canción es preciosa de Lorenna McKennit
ay aquellos trenes, con su pitido se alejaban rompiendo corazones, yo recuerdo de pequeña en la estación de Santiago las despedidas de lágrimas y abrazos apretados de los que estaban en el andén, miradas enlazadas hasta el chuc chuc del tren...ahora es un rápido saludo y de nuevo cogiendo el móvil que suena...
ResponderEliminarun abrazo!
ResponderEliminarTe debo tantas disculpas (a ti y a todos por el montón de tiempo sin pasarme por los blogs que ahora al ver todo lo que habéis escrito lo noto)
Y he subido desde la Soria de Machado que permanece aun cambiando a cada instante, porque es verdad que la percepción que tenemos de las cosas desde nuestros ojos de hormiguitas no nos deja sentir la inmensidad de todo y lo nada que somos en medio del universo…
He seguido trepando por tus letras y me he sentado al lado de esa niña con la que has sido cómplice por un instante y también yo he meneado la cabeza a duo con ella y he sonreído con vosotros porque … si dejamos de ser niños nos hacemos viejos por dentro que es la única vejez peligrosa ; ) … y sigo trepando xD! Que manera de trabajar has tenido en mi ausencia y aquí ya me siento en le suelo y te leo con cara de boba …
Mmmmm
… el amor… qué maravillosa sensación cuando las hormigas nos recorren desde los pies al cerebro … y no importa si fue y ya no es si ha sido… decir su nombre es volver a sentirlo…
(bueno casi, casi ; )
Y desde esta rama me subo a la jaula de grillos que leo en la copa de este árbol de blog tuyo que hoy me he empeñado en trepar jaja
Muchos besos mientras tomo aire para seguir en mi ascensión a la cima ; )