domingo, 29 de marzo de 2020

...aviones!


Podéis rellenar este espacio en blanco, vacío, con lo que gustéis… Yo no he sido capaz.

Nada que decir, nada que aportar, nada que compartir… Simple silencio.

Lo que no quiere decir que haya aquí un solo punto de resignación, nada que lamentar o temer. Solo silencio.

Estoy en casa, como todos. No me pesa en absoluto, no me aburro. Abro el ordenador por la mañana y ya estoy conectado con el mundo. Correos, comentarios, blogs de amigos, escribir, llamadas, etc.

No salgo a la calle. Pero si lo hiciese y recorriese el valle donde habito me encontraría con las campas plagadas de margaritas, las yemas de los árboles bullendo por florecer, los mirlos y petirrojos, y alguna malviz, rompiendo el silencio de la mañana… Y ya al final del día, cuando el sol de última hora acompañase nuestro regreso a casa, oiríamos el ulular de las lechuzas del cercano campanario.

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Texto escrito ayer por la mañana. Cuando lucía el sol. Hoy nieve, frío, lluvia. Y...

 Toneladas de material sanitario que llegan en aviones desde diferentes países del mundo. ¡Muchas gracias!
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16 comentarios:

Loles Miva dijo...

Precioso tu paseo imaginario por el valle, Ernesto. Refrescante. Yo acabo de volver del parque de sacar a Mica, mi perrilla. Sólo añadiría el penetrante olor de las celindas y de la primavera entera.
De los aviones hoy llenos de ayuda sanitaria...chapeau.
Un abrazo fuerte

AlmaBaires dijo...

Shhhhhh... en realidad no hay silencio, está la música.
Disfrutemos de ella... cerremos los ojos y bailemos...
No importan las distancias, la música como los latidos, no saben de ellas.

Un beso.

Alfred dijo...

Buen lugar para pasear, ni que sea con la imaginación.
Un abrazo confinado.

AMALIA dijo...

Volverás a disfrutar de ese lindo paseo.
Y volveremos a respirar más tranquilos.
Un abrazo, Ernesto.

Carmela dijo...

Un paseo precioso.
Gracias, también me uno a las tuyas, a esos aviones.

Yo pondría en ese recuadro en blanco una gran ola repleta de vida, sal y espuma y en la esquina derecha, un beso.

Y aquí te dejo un abrazo.

Manuela Fernández dijo...

Ojalá salgamos de esto pronto, no necesitemos los aviones sino para viajar por placer, por trabajo, por estudios y podamos volver a pasear disfrutando de la naturaleza.
SAludos.

Ángela dijo...

Y la vida que no se detiene sigue ahora floreciendo.
Podemos abrirle la ventana para comprobarlo y que entre, que oxigene nuestro espacio, para no intentar entenderlo todo, solo vivirlo.
Y aceptar en silencio...es otra opción.

Un abrazo Ernesto.

dijo...

Me gusta tu estilo costumbrista escribiendo.Es como estar cerca de tu casa y ver todo lo que nos cuentas .Se percibe ,se escucha,se siente..
Bonito paseo nos has dado por tu tierra.ÉL hueco de la imagen en blanco tal vez no quiera ser escrito.Lo dejaremos así
Besucos

Sandra Figueroa dijo...

Aviones llenos de esperanza. Saludos amigo Ernesto.

Juan L. Trujillo dijo...

En ese recuadro blanco, a esta hora pondría lluvia, tristeza, persianas bajadas y en otra parte la esperanza verde de unas flores que intentan resistir en los balcones, el deseo azul de ese mar cercano que nos redime y la certeza firme de que ese maldito "bichito", no puede acabar con la alegría.
Un abrazo.

Amapola Azzul dijo...

La naturaleza florece ajena a los humanos que han intentado tantas veces hacerla perecer.

Un abrazo.

maria cristina dijo...

Acà estamos igual, a las 21 hs. de cada noche salen mis vecinos a los balcones y ventanas y aplauden y agradecen, no sabemos cuànto durarà el encierro, todo depende del virus infernal que vino a traer pánico en todo el mundo, aunque no debemos olvidar que también favoreció el acercamiento en el seno familiar, eso es lo bueno, un abrazo Ernesto!

mariarosa dijo...


En Buenos Aires, estamos igual, encerrados y disfrutando de la familia.
Mis hijos, se turnan, llegan con mercadería, la dejan en la puerta y se van.
Una forma diferente de vida, lejos pero unidos.

mariarosa

Recomenzar dijo...

Querido Ernesto

Ayer compré ravioles de queso con espinaca y pesto. Los prepararé hoy
¿Los preferís con tuco o salsa blanca bechamel?

Ernesto. dijo...

¡¡OJO! TIMO TIMO... NO ABRIR!!

Alís dijo...


Me encanta escuchar a las lechuzas.

Y leerte cuando no tienes nada que contar también me gusta

;)

Abrazo grande