Hay, en la sabiduría perenne, una enseñanza que dice:
“Cuando el oído está preparado (para conocer la Verdad), aparecen los labios que se la transmiten.”
O la más conocida:
“Cuando el alumno está preparado, aparece el Maestro.”
¿Tiene esto sentido hoy? ¡Sin duda! ¡Hoy y siempre!
Que haya un casi interminable cacareo o cacofonía constante a tu alrededor, no es razón para que tengas que prestar oídos a ello.
¿Lo haces?
Si lo hicieses, por las razones que sean, observa si mantienes una actitud de templanza, comprensión, aceptación… (No confundir con resignación, limitación o carencia. ¡La vida, bien entendida, es otra historia!)
Si no fuese el caso, no culpes a nadie ni a nada. ¡Hagas lo que hagas acepta las consecuencias! (Pero no te cargues, encadenes, con prejuicios de terceros, generalmente sin sentido, que limiten tu vivir. Tu evolución libre.)
Tus consideraciones muestran una gran sabiduría, Ernesto.
ResponderEliminarNo podría (últimamente más, mucho más) estar más de acuerdo con ellas.
En cuento al cacareo, lo oigo, pero no lo escucho, mi tiempo para ello ya pasó, ahora es el tiempo de otros.
Feliz sábado, amigo.
A sapiência oferecida a quem o lê. O meu aplauso e elogio
ResponderEliminar.
Um Sábado feliz … Saudações poéticas.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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A veces, Ernesto, y la mecha apenas tiene energía para un arrebato, un minúsculo impulso que casi de inmediato desaparece, no es el tiempo de perder el l tiempo.
ResponderEliminarBesos
Un soplo de aire fresco tu blog.
ResponderEliminarBesos.
Si prestásemos oído a todos los cacareos que hay a nuestro alrededor en vez de acabar siendo un coro de gallinas acabaríamos como cabras ji,ji.
ResponderEliminarBesos!!
En una palabra, olvidemos el parloteo reinante y estemos atentos a la información veraz y contrastada.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarNo puedo estar más de acuerdo, amigo Ernesto, con tus sensatas palabras. Muy a tener en cuenta por cierto. Pues A veces es fácil dejarse embaucar por oradores de pacotilla, o por ruidos de voces que pudieran llevarnos a ninguna parte. Y ojo también con los correveidiles que abundan...
Está pleno de saludables consejos, amigo mío.
Un gran abrazo y buen y largo finde.
Hola Ernesto. Hoy día es tan importante distinguir el cacareo de la posible verdad
ResponderEliminarcomo lo ha sido siempre, pues siempre han existido voces y ecos, pero quizás ahora todo se ha desmadrado hasta hacer del bulo una especie de religión. Los que hemos leído a Antonio Machado, lo sabemos:
"Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una."
Un abrazo.
Me gustan las gallinas por sus huevos, pero cuando comienzan a cacarear y cacarear me alejo y las dejo que vivan sus vidas como les place. Metafóricamente estamos rodeados de gallinas, gallos, pollos y otras aves tan o más gritonas que ellas, sobre todo el mundo político, por esa razón observo y observo hasta encontrar el sentido y, escucho y apoyo solo al que tiene propuestas serias.
ResponderEliminarMuy interesante Ernesto
Abrazos
Absolutamente.
ResponderEliminarY más en estos tiempos en que el cacareo se ha hecho gigantesco!
Un abrazo.
jaja Hay cacareos, gorjeos, trinos y todo tipo de sonidos a nuestro al rededor ; ) Aprender a escuchar lo que merece la pena e incluso el silencio en medio del ruido es tan difícil como necesario, porque el ruido jamás cesa. A mi me gusta escuchar - hablo mucho - pero tb escucho y aunque a veces no merezca la pena, no me importa dedicarle tiempo a cosas, que otros consideran insustanciales, pesadas o sin valor. ¿ Qué es importante? depende para quien y en qué momento. Donde menos te lo esperas, como dices en tu entrada, aparece el Maestro. Y... si el maestro resulta ser un cretino o un plasta, cambiamos de cole y ¡listo! ; )
ResponderEliminarUn abrazo y buen finde, ERNESTO
EStoy de acuerdo con tu entrada de principio a fin.
ResponderEliminarOnly those who do not listen cannot hear other opinions. Or, who talks too much tires the audience. 🙂
ResponderEliminarA buen puerto llegaste, Ernesto, a veces quiero escuchar a la madre vecina retando a su hijo pero me llega lejos, y sólo por saber de qué se trata, un abrazo!
ResponderEliminarHay veces en que cuesta mucho trabajo mantener esa templanza cuando el cacareo contiene juicios ligeros u ofensas (a veces nos llega sin buscarlo) pero trato de no oírlo, tampoco el de los programas de actualidad o noticias, porque su contenido está manipulado para lograr un efecto del que ni siquiera nos damos cuenta.
ResponderEliminarMás que aceptar o no las consecuencias de nuestra buenas/malas acciones, creo que la vida está creada para madurar, distinguir, elegir y fluir, y una vez acumulada cierta sabiduría, casi siempre descubriremos una forma de enmendar lo mal decidido en nuestro pasado. Como bien dices, una maravillosa libre evolución, que nos llene de luz el camino y el corazón, permitiendo irnos en la mayor paz posible al más allá.
Gracias amigo por tus textos que invitan a mover los pensamientos en favor de una mejor vida. Mi abrazo para ti, con cariño.
Paty
Es difícil distinguir entre el "cacareo" y la "música celestial" porque nacemos ya en medio de un corral :)) y salir de él, es complejo. Se hace lo que se puede :))
ResponderEliminarSAludos.
Hola amigo mío. Llevas razón, entre tanto corocoroco no se escucha de la forma correcta. Por eso hay que concentrarse y centrarse en ello.
ResponderEliminarMuchos besos 😘😘
Cierto, amigo, vivimos tiempos en que todo es cacareo... Da miedo tanto cacareo, continuo, persistente...
ResponderEliminarLo que pasa es que uno, más clásico que un traje de pana, tampoco se fia ya mucho de los Maestros...
Creo que estoy perdido.
Un abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarInteresante y certero.
ResponderEliminarUn abrazo. Felices días.
Todos tienen derecho a hablar o cacarear como dices tú, somos nosotros los que tenemos derecho a no escuchar lo que no nos interesa. Saludos.
ResponderEliminarTambién hay "ratos", momentos, en que cesa el cacareo.
ResponderEliminarhttps://mail.google.com/mail/u/0/s/?view=att&th=184e31a25f3b59ec&attid=0.1&disp=attd&realattid=184e319cc09609d7a7e1&safe=1&zw
Un abrazo Ernesto.
"no te cargues, encadenes, con prejuicios de terceros" Me ha encantado. Es que luego da una rabia haber caído en eso...
ResponderEliminarMientras llegamos a lo de la templanza, es bueno escuchar lo que nos saca de nuestras casillas, revisarlo ayuda muchas veces a descubrir esos prejuicios.
Un abrazo Ernesto
Es difícil salir indemnes del cacareo que nos acosa por las esquinas y se mete mete en nuestras vidas como por ósmosis, pero se puede.
ResponderEliminarEstoy en una época de mi vida muy templada, fruto del paso de los años y no me dejo embaucar con cuentos.
Es cuestión de elegir y ser consecuente.
Saludos.
Very inspired text together with the metaphor of image!
ResponderEliminarIt is indeed a 'constant cacophony or cackling' in the background of our life.
But it seems to be somehow programmed, or at least part of it. And I say this because when the illogical replaces in such an amount the normality there is something strange behind the curtain. And we have to be very intuitive to discover the Truth or the Masters who share it.
Thank you for these ideas! Have a fine week ahead!
No me gusta ir a donde hay mucho cacareo, no lo soporto.
ResponderEliminarGracias, Ernesto, por tu consejo del blog, no había pensado en ello.
Te dejo un abrazo con cariño.