viernes, 20 de octubre de 2023

Y aledaños.

 


El otoño es para muchos una época dorada. Especial, entrañable. Razones mil. Cada quien tiene las suyas… También yo, ¡cómo no! Y entre ellas está, dentro de la naturalidad, cuando no sencillez, cuando no simpleza, con la que observo/vivo la vida, en mi propio otoño, recién entrado, eso sí... :))))))

─¿Quiere decir que se encuentra en momento de vida contemplativa?

─Si por contemplativa entiende usted paseo va paseo viene tipo monje recorriendo el claustro del monasterio, ¡ya le digo yo que no!

Me gusta el día a día, colorido, barullo, actividad, de la ciudad donde habito. Y aledaños. Me gustan los mil detalles que, en el ambiente familiar, nos brindamos entre nosotros… Una nieta de 19 años y otra de 12 son, aparte de regalos del cielo, motor que mantiene la vida activa.

Hoy por hoy no puedo concebir la vida sino cómo la vivida años atrás… Jubilado por un lado pero a la vez con licencia administrativa como intermediario mercantil. Lo que me permite como ayer haber vendido un piso de una persona a otra. ¡Comisión mediante!

Y puedo asegurar que, si bien bienvenida ésta, la esencia del detalle está en estar activo en lo mío de toda la vida, vender, a día de hoy.

─¿Cuál diría usted que es el detalle, o por lo menos uno de ellos, que más le agrada del otoño?

─¡Simple! El canto otoñal de los petirrojos… Sólo en esta época se oye. Es entrañable!