Ayer pedí en el banco unos “plásticos” en los que introducir las monedas de toda cuantía que hemos ido apartando en dos cestillos de la “calderilla” sobrante de los gastos del día. Y que una vez completados, ingresarlos.
Hay que reconocer que, moneda a moneda, se hace caja. Y a la vez, enseñamos a las nietas a ahorrar!
Más que a ahorrar, que también, la enseñanza del gasto es utilizarlo de manera responsable. Gastar por gastar, por inercia, “modernidad”, on line, etc., no es de recibo.
Nuestras dos nietas, 14 y 21 años, lo tienen bastante claro. La primera tiene guardado en su casa, en una caja, billetes y monedas mil. Sumando unos 600€ más o menos…
─¡Vaya!… ¿Esto es todo lo que piensa compartir hoy?
─¿Y qué esperaba? ¿Algo especial? ¿Tiene algo que preguntar?
─Bueno, tampoco es eso… Pero sus publicaciones, generalmente, suelen tener algo más de contenido… Algo más que la “calderilla” de la vida.
─¿Calderilla, dice usted? Permítame una reflexión mía de hace pocos días.
En nuestra calle, tres portales más allá del nuestro, se halla una fontanería. Tiene un amplio escaparte en el que expone sus artículos. Y la vez, y desde siempre, varios tiestos con orquídeas en flor!
Si las orquídeas en sí son flores espectaculares por su belleza, ¡ni le cuento éstas!
Ayer le enseñaba a mi esposa una humilde y pequeña planta que, hace ya un tiempo se ha afianzado en el suelo junto a nuestro portal y al canalón que baja desde el tejado.
Y que había florecido! Unas pequeñas e insignificantes flores.
Y le dije a mí esposa. ¿Quién cataloga de espectaculares aquellas orquídeas o hierbajos a estas pequeñas flores? ¡La Naturaleza desde luego no!
¡El ser humano! ¡Y su errónea y limitada escala de valores!!
(Acabamos de contar: 263€)

Esa costumbre la tienen mi hijo del medio y mi nuera. El contenido a fin de año ayuda a salir de vacaciones! Un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarCristina! La mujer del premio...
EliminarPuesto que suele ser de las primeras en comentar, se lleva un premio! :)))))
¡Ya veremos qué!
Abrazos, amiga de Argentina.
¡Buenos son, menos da un piedra!... siempre que lo que tienes, te dé para ahorrar... ;-)
ResponderEliminarEn cuanto a los valores (cada uno los suyos), soy persona sin lujos, más bien práctica y me gustan las cosas como más sencillas mejor. Seguramente disfrutaría más de ver esa diminuta flor con su capacidad de lucha y resistencia, que de las hermosas orquídeas bien cuidadas de tu vecino. Como has dicho, cuestión de valores o de gustos o de caprichos. :-)))
Y por no tener, no tengo ni perrito que me ladre.
Aferradetes i bon dissabte, Ernest.
Sabia explicación del buen hacer, enseñar, educar y acompañar, maestro Ernesto. Hablando de orquídeas por conocer y/o reconocer, me quedo con tu última línea: ¡El ser humano! ¡Y su errónea y limitada escala de valores!"
ResponderEliminarFeliz sábado
Tienes mucha razón, en las monedas y en las flores. Un beso
ResponderEliminarHola Ernesto, un hermoso ejemplo de cómo en los gestos más simples como reunir monedas o admirar una flor silvestre, también se esconde una lección profunda. En como esa “calderilla” en moneda se puede equiparar a la de la vida. Porque no tiene que ver con su valor material, sino con esa conciencia de apreciar lo que parece mínimo. Ahorrar, cuidar, observar… todo eso también es riqueza. Hemos medido el mundo con una escala artificial de valores que a menudo olvida la esencia. Un abrazo
ResponderEliminarLlegará la hora de gastarlo cuando tenga algo importante que comprar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bien por la flor, agarrada a la vida, en un simple caño.
ResponderEliminarLo de contar moneditas, mientras no sea en plan del viejo Scrooge, ya me parece bien, se aprende las ventajas del ahorro para poder conseguirse algo, está bien.
No hay tema menor, todos son dignos de ser puestos a la palestra.
Un abrazo.
Tan acostumbrados y sometidos a etiquetar...
ResponderEliminarLa naturaleza no perderá tiempo en eso,sin duda.
Nos queda aún mucho camino!
Un abrazo!
Buena pregunta la del final. Mi flor preferida es la amapola y es silvestre.
ResponderEliminar