¿Para qué necesitáis un Maestro?, le
preguntó un visitante a uno de los discípulos.
Para calentar el agua hace falta un
recipiente que sirva de intermediario entre el agua y el fuego, fue
la respuesta.
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*Ceguera.
¿Puedo ser tu discípulo?
Tan sólo eres discípulo porque tus
ojos están cerrados. El día que los abras verás que no hay nada
que puedas aprender de mí ni de ningún otro.
Entonces, ¿para qué necesito un
Maestro?
Para hacerte ver la inutilidad de
tenerlo.
(*)
Anthony de Mello. Sacerdote Jesuíta. Sal Terrae.
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Anteayer
creyó, con la mejor intención, que podría indicar algo a alguien...
Y hasta diseñó la forma de hacerlo. Lo llamó seminarios, talleres,
cursos... ¡Y hasta les puso precio!
Ayer,
paseando por el malecón del pequeño puerto pesquero, observó como
el Océano se manifestaba a sí mismo de múltiples formas. ¡Olas!
¡Olas!
Miles de olas. Millones de olas apareciendo y desapareciendo... Vio como entre ellas se diferenciaban en cinco grandes grupos. Y
como éstos se dividían en naciones, pueblos, religiones, familias,
rellanos de escalera...
¡Y
dejó de sostener opiniones acerca de nada!
Hola Ernesto, interesante reflexión. Muchas veces es necesario cerrar los ojos, y abrir el alma para poder ver bien...
ResponderEliminarUn abrazo!!!
ResponderEliminarQue gran pensador fue Anthony de Mello. Cada libro es una entrada a la sabiduría.
mariarosa
Hola querido amigo Ernesto...buenas preguntas y acertadas respuestas...a veces uno se hace preguntas y por mas vueltas no encuentras respuestas,y sobre las olas si las hay ...miles de ellas todas diferentes que van y vienen se cruzan en los caminos se acarician y quizas nunca mas se encuentran.
ResponderEliminarErnesto es un placer tu visita ,,,siempre me traes y me dejas recuerdos buenos y cariño
Un gran abrazo
Marina
Relacionarse con "olas" positivas, evolucionadas, alegres, que te permita crecer, siempre es positivo...pero el camino sólo cada uno lo podemos recorrer. Y así llegar al paraíso interior. Ahí está el mejor Maestro...uno mismo.
ResponderEliminarCuanta belleza en tus palabras Ernesto. Cada ser vivo en su máxima expresión son una lección de vida y sabiduría en sí mismos. Sólo cuando nos convertimos en "no pensantes" podemos llegar a lo más profundo de nosotros mismos. Gracias por regalarnos este pedacito de ti.
ResponderEliminar¡¡¡Un abrazo inmenso!!!
ya vemos, todo está en uno mismo...en conexión con todo lo que tiene...
ResponderEliminarBrillante reflexión.
ResponderEliminarLa imagen es preciosa.
Un abrazo
Interesante reflexión Ernesto.En muchas ocasiones, en nuestro fuero interno, sabemos que estamos huyendo, que hay una incoherencia de fondo, y que habría que dar una respuesta desde uno mismo. Buscamos soluciones externas cuando tenemos que encontrarlas dentro de nosotros mismos.
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Hola Ernesto.
ResponderEliminarDesde mi ausencia paso a meditar en tus letras, en la nada y en el todo de estas revueltas olas de vida.
Mientras absorbo la belleza de la música, me encanta Ennio, esta canción en particular en la voz de Dulce Pontes, es maravillosa.
Un abrazo.
Ambar
Hola mi estimado amigo...da alegria verte aparecer en mi chica casa ...gracias por tus letras con cariño a la tierra Asturiana sangre de mis hijos...homenaje a mi marido que el dia 12 cumplian 8 años de su fallecimiento,epd.
ResponderEliminarYlas reflexiones siempre son buenas .
Te deseo un feliz fin de semana .
Con todo mi cariño un abrazo y gracias por no olvidarme.
Marina
Un gran pensador Anthony de Mello.
ResponderEliminarAdmirado y criticado como todas las personas que entienden las cosas importantes desde otra perspectiva.
Muy buenas reflexiones.
Un abrazo y buen fin de semana.
Hola Ernesto. Buena reflexión. En la meditación se encuentra nuestro yo, nuestro propio maestro...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Excelentes las enseñanzas de A. de Mello y tu reflexión final, muy apropiada.
ResponderEliminarSaludos.
Anoche leía esta reflexión, siempre me gusta regresar y leerla varias veces, siempre es diferente mi reacción ante ellas. Me ha gustado mucho, creo que la vida es eso… olas, que vienen y van, en diferentes tamaños, fuerza, manifestándose en múltiples formas. Esa manera de ser, cada vez tan diferente de sí misma, nos enamora, embelese ante la vida.
ResponderEliminarEsta reflexión me ha recordado “No podemos enseñar a la gente nada; solo podemos ayudarlos a que descubran lo que hay en su interior.”
Estas olas manifestadas en múltiples formas (tu texto y melodía), dejan al descubierto mi interior… es bello, se siente bien.
Gracias, un abrazo Ernesto.
Hermosa melodía he escuchado mientras leía “Toscania” Andre Rieu.
Sostener opiniones sobre otros es complicado cuando a veces no somos ni capaces de hacerlo sobre nosotros mismos...
ResponderEliminarMe encanta pasar por aquí leer y relajarme con la música de fondo, después de una guardia de 14 horas bastante dura.
Un abrazo
Una buena conversación... Pregunta y respuesta... Un saludo desde Murcia...
ResponderEliminarY es que el mundo es un mar incansable...
ResponderEliminarAbrazos.