Tribulación.*
“Las calamidades pueden ser causa de
crecimiento y de iluminación”, dijo el Maestro.
Y lo explicó del siguiente modo:
“Había un pájaro que se refugiaba a
diario en las ramas secas de un árbol que se alzaba en medio de una
inmensa llanura desértica. Un día, una ráfaga de viento arrancó
de raíz el árbol, obligando al pobre pájaro a volar cien millas en
busca de un nuevo refugio... hasta que, al fin, llegó a un bosque de
árboles cargados de frutas”.
Y concluyó el Maestro: “Si el árbol
seco se hubiera mantenido en pie, nada hubiera inducido al pájaro a
renunciar a su seguridad y echarse a volar”.
(*) Quién puede hacer que amanezca. Anthony de Mello. Edt: Sal Terrae.
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“Pueden ser causa...”. No que
necesariamente lo sean! Esto siempre estará sujeto a la persona en
sí. Si algo sucede en tu vida, el árbol se cae, tiene su
razón de ser. Y sólo a ti atañe. ¡Individualmente! No en
conjunto. No en familia, pueblos o naciones.
Y si se quisiese extrapolar esta
situación, individual, a grupos, piénsese que éstos son
sencillamente suma de individuos. Suma de individualidades.
La enseñanza de este otro Maestro,
Jesús, cobra aquí toda su relevancia, aunque aparentemente en
sentido inverso, no hay calamidad en ti.
“Caerán mil a tu lado y diez mil a
tu diestra pero a ti
no han de tocarte”.
Ese a ti, que eres tú,
también es los mil y
los diez mil...
Ernesto Hermosas letras siempre es un placer pasar por aquí. Saludos
ResponderEliminarhttp://creatividadeimaginacinfotosdejosramn.blogspot.com.es/
Muchas veces creemos que estamos sobre el buen árbol sin darnos cuenta que el árbol que nos va dar sus buenos frutos lo tenemos en otro lugar al que hay que buscar.
ResponderEliminarUna buena reflexión con un abrazo.
Buscar un nuevo lugar, atreverse a seguir más allá de lo seguro, de lo conocido... a veces nos cuesta tanto. Nos aferramos a lo que conocemos y al lugar donde nos sentimos protegidos. Y queda tanto, más allá.
ResponderEliminarLa música que suena de fondo es preciosa, Ernesto, el segundo tema, en especial, es maravilloso.
Buscar, avanzar, arriesgarnos cada día un poquito... y con ello movemos pieza y eso, no solo nos afecta a nosotros, Ese movimiento ese avance, repercute en aquellos a quienes queremos. Yo al menos, lo veo así.
Un gran abrazo, Ernesto.
Hola Ernesto, a veces nos sentimos perdidos cuando perdemos nuestro cobijo. Si llegar alcanzar, que el siguiente puede que sea mejor. Una historia muy tierna.
ResponderEliminarUn grande abrazo.
Un texto ejemplificador muy bonito.
ResponderEliminarEn la práctica, cuando ya tienes mucho camino andado es difícil hacer cambios , cuesta mucho. aunque sepas que seguramente te beneficiarán. Se trata de ser valiente y muchas veces ya estamos cansados.
Un abrazo gigante.
¡Feliz domingo !.
Magnífica reflexión, Ernesto.
ResponderEliminarSi la rama donde solemos posarnos se seca y cae, volemos. Dios, con su infinita misericordia, irá sembrando nuevos, flexibles y fondosos árboles: su aliento, donde siempre encontaremos cobijo.
Me encanta la música de tu blog, amigo.
Buena tarde de domingo y besos
Que bellas enseñanzas nos dejó Anthony de Mello.
ResponderEliminarCariños.
Puede ser un árbol, una simple rama, o..."nada", lo que nos genere seguridad.
ResponderEliminarEstirar nuestros límites y acostumbrar a la mente a romper obstáculos...¡Esperan tantos "bosques de árboles cargados de frutas"...!
Ernesto, un regalo escuchar música tan selecta. Gracias.
creo que cuando es de uno la responsabilidad de que le ocurra algo así...
ResponderEliminarasume lo que le toca como se dice no?
lo tremendo es que te acontezca algo nefasto pro la maldad o la irracionalidad de otros
por sus ideas de las que sean y diezman a mansalva...
el árbol se cae , por la loquera de muchos y d elas armas...atroz!
saludos!
¡Hermoso Ernesto!!
ResponderEliminarMuchas veces, somos cómodos, no nos movemos de nuestra seguridad y sin embargo es necesario volar para elevarse.
mariarosa
placer es
ResponderEliminarLeerte
Así es, todo es adecuado, todo sucede con un fin, aunque nos cueste aceptarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Magnífica reflexión Ernesto.
ResponderEliminarHay acontecimientos en la vida que nos sacan de la comodidad y nos llevan de un árbol a otro. Al final todo forma parte de un plan divino para nuestras almas.
Un abrazo.
Una gran reflexión Ernesto, también soy de la opinión de que la suma de individualidades puede cambiarlo todo, sin que por ello, deba afectarnos de forma personal, ya que cada uno vive su propia historia.
ResponderEliminarVer, sentir, decidir... por vivir.
Un gran abrazo Ernesto!!!
Hermosa lectura llena de enseñanza, y con tu apreciación tan precisa, aún más fácil para meditar esos momentos en el que se nos presentan cambios en la vida para crecer.
ResponderEliminarSaludos Ernesto.
Hola mi buen amigo Ernesto.
ResponderEliminarAndo perdida en esta tecnología que no me deja ver vuestras publicaciones ni comentar como y cuando quiero.
Preciosas, profundas y llenas de una gran verdad, son todas esas moralejas que compartes con nosotros.
Te he respondido a tu comprensivo y amable correo, no sabes como lo siento que en este mundo nos toque encontrar personas con tan poco sentido de la responsabilidad y respeto, pero la vida es así.
Espero te haya llegado el correo, no publicaré por un tiempo, pero siempre que me sea posible os visitaré.
Un abrazo.
Ambar