-Quiero celebrar la
navidad de las ranas.
-¡Ah! ¿Pero las
ranas celebran la navidad?
-¡Claro, cómo todo
el mundo!
-¡Nunca lo había
oído! Y dígame ¿cómo lo hacen?
-¡Pues como todos,
como todo en estas fechas!
-Bueno, seguro que
está de broma. ¿Cómo van las ranas a celebrar la Nochebuena, la
Navidad, el espíritu navideño, la venida de Jesús?…
-¡Ah! ¿Se refería
a eso? ¡No no! Lo que yo quiero celebrar es el día 24, el 25, el 31
y el 1 del año que viene con la misma tranquilidad y realismo,
naturalidad, que lo hacen las ranas. Que por otro lado no se
distingue de ninguno de los otros días del año. Ni tan siquiera son
conscientes de ellos… Viven su esencia, su razón de ser sin más
preocupación, si alguna tienen, que la de croar en noches de luna
llena.
-Pues vaya visión
simplista que tiene usted de la vida. Y no digamos ya de cosas
entrañables como la celebración de aquel que nació en estas fechas
para redimir al mundo.
-Sino fuese por los
anuncios de “El Corte inglés” y las luces que se ponen por las
calles en estos días dudo mucho que nadie se acordase de aquel
hombre que nació para enseñar algo a la humanidad. ¿Sigue usted
alguna enseñanza de él?
-¡Hombre!…
Algunas sí. Lo intento… Como la mayoría, supongo. ¡Qué sería
de este mundo sin él!
-Lo que debería
preguntarse es qué es de este mundo
con él. Aunque en realidad él y
el mundo poco tienen en común. Ustedes celebran el nacimiento de
aquel niño en un día, mes y año que nada tiene que ver con su
realidad. Ni nació un 25, ni nació en Diciembre, ni nació en el
año cero. Tal vez unos seis años antes. Si bien es cierto que Jesús
nació, pero no de virgen alguna, y tiene su relevancia, así como
sus enseñanzas, la humanidad ha ido adaptando su imagen y mensaje a
su propia conveniencia durante siglos. No pretendo ser irrespetuoso,
¡no lo soy! Pero tal vez debería reflexionar si lo que celebran y a
lo que adoran no es más que una entelequia creada a golpe de olvidos,
creencias e intereses. Cuando no imposiciones a sangre y fuego.
-Bueno, he de
reconocer que tal como lo pinta, y sin que ello suponga que me
convenza de nada, tal vez tenga usted razón, y de paso las ranas, en
pasar estos días con otro talante. No en vano me hago una idea al
respecto… Entre el bullicio y el revuelo que el mundo crea, y
padece, no parece descabellado irse al estanque de las ranas donde el croar es más natural que el que se oye en el mundo de los
humanos.
Pocas palabras. De acuerdo con el croar de las ranas.
ResponderEliminarFelices días todos y feliz Navidad Ernesto.
Un fuerte abrazo.
Croac...croac... Muy buen 2016 Ernesto!
ResponderEliminarSupongo el entendimiento
ResponderEliminares saber distinguir de que vamos haciendo en estos días
que no hacemos en otros días del año
cuando al fin debería ser como siempre el repique de campanas en la bondad y el amor
debería ir amarrado por siempre en el vivir ...sobretodo del creyente y del que señala tener una fuerte concepción valórica de lo humano y divino...
Por mi parte te deseo que pases lindas fiestas!
Quizás ese señor haya sido una especie de hippie de la época, y no lo digo por el cabello largo, que seguramente enamoro mas de alguna, pero si hacerlo mas humano y diferente, como las ranas, hace que su croar siempre se recuerde y deje ese halo de magia alrededor de algunas mesas donde se intenta buscar la paz de la noche buena.
ResponderEliminarAbrazo
Buen dialogo, me ha gustado y a la vez me hace pensar.
ResponderEliminarLo cierto que uno se pregunta que es la navidad para cada individuo y en donde hay la verdadera esencia de ella.
Ya muy cerca estamos con lo cual aprovecho para dejarte mis mejores deseos de felicidad y paz en tu hogar.
Un abrazo.
Cuanta verdad amigo!! En estas fechas lo último en recordarse es a aquel magnífico hombre de Belén, todo es ruido, luces, gritos, licor, consumismo y de Aquel nada....Gracias por recordárnoslo...
ResponderEliminarRazón y Corazón
Isaac
Muy reflexivo tu escrito.
ResponderEliminarMuchas gracias por todo.
Te deseo una Navidad muy feliz.
Un abrazo fuerte.
Yo también me siento muy cercana al mundo de las ranas: me gusta vivir en el campo y siempre en contacto con la naturaleza que me inspira. Y sì, la Navidad solo està en los corazones de quien siente el calor familiar aunque esté en la distancia. Lo demàs son manipulaciones para algùn fin
ResponderEliminarMuy bonito el diàlogo de ranas que has construido Ernest y ya siento su croar en el agua...
feliz Navidad en buena y càlida compañía, un abrazo amigo
p.d: casi coincidimos en el tema :)
Yo, quiero celebrar contigo, con las ranas, con la sonrisa de los niños, con las estrellas latiendo en el cielo.
ResponderEliminarQue el mayor regalo sea, un abrazo, un beso, la unión familiar, la amistad y por sobre todo que reine el bien sobre el mal.
Mi cariño para ti y PARA TODOS SIN DEJAR NADIE AFUERA....FELIZZZZZZZZZZZZZZ NAVIDAD.
Besos
mar
Un texto muy reflexivo, y me ha gustado mucho el dialogo de las ranas. Ernesto, Feliz Navidad, que el amor de tu seres queridos sea tu mayor cobijo.
ResponderEliminarUn grande abrazo!
Preciosa entrada! Como siempre,no defraudas!
ResponderEliminarQuerido amigo
ResponderEliminar¿Me permites celebrar con las ranas ?...
Me encantó. Un relato pura ternura.
Palabras que hacen bien.
Gracias por compartirlas.
Un abrazote !
Eres increíble, no dejes de regalarnos estas maravillas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quede Fascinada!!!
ResponderEliminarpaso a saludarlo.
Que este 2015 haya sido lleno de buenos momentos, hermosas noticias y energía renovada, llegamos al final de un año que siempre nos indica un nuevo comienzo, nuevos sueños a realizar, nuevas personas para conocer, momentos hermosos que nos esperan, no hay nada mejor que un mensaje lleno de buenos deseos para esta navidad y mucha energía positiva para comenzar un Año Nuevo
Felicidades!!!
ResponderEliminarMe gusta tu mirada "irreverente" al tan cacareado espíritu navideño que inunda todos estos días, este mundo nuestro de tan buenas personas...
Abrazo, siempre, Ernesto
Muchas gracias por tu recuerdo.
ResponderEliminarFelicidad para tí y los tuyos.
Un fuerte abrazo.
Lo que si es verdad, que toda las personas agnósticas aprovechan muy bien estas vacaciones, lo mismo los jóvenes que los mayores, y lo mismo sucede con la semana santa. Encantados todos de tener días libres aunque el concepto para ellos no existe.
ResponderEliminarEncantada de leerte Ernesto, y de paso, TE DESEO LO MEJOR EN ESTOS DÍAS Y SIEMPRE.
Abrazos.
Jajaja, creo que me voy a ir a celebrar la navidad con las simpáticas ranitas...
ResponderEliminarLas prefiero a toda la parafernalia de estos días.
Abrazos, Ernesto.
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Para ti en esta Navidad y próximo año entrante
deseo que la felicidad se haga presente en tu casa
tengas juntos a los tuyos, mucha paz, amor y esperanza
¡¡Muchas felicidades!!
Meulen/2015
Esa es nuestra Navidad ciertamente, la de tus ranas, la de la autenticidad ya la integridad, la de no querer ser lomque no somos...un relato muy apropiado y directo a nuestra actual sociedad. Fuerte abrazo.
ResponderEliminarErnesto, vuelvo, te visito y te dejo mis mejores deseos de felicidad en estas próximas fiestas, es una gran alegria llegar a tu casa
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen
De acuerdo estoy con el defensor de las ranas.
ResponderEliminarSomos tan sumamente influenciables por todo; por las campañas de marketing de estos días, por la Iglesia, por tantos mitos y creencias ya inculcados... En fin, ¿cuándo nos daremos cuenta?
Y sin embargo, nunca tomamos la iniciativa de dejar de ser manipulados, ni la de por lo menos, hacer de ésta una época llena de sentimientos y libre de materialismos.
Me gustó mucho la reflexión, te sigo.
(Y esta navidad, brindemos por las ranas)