Creo que esto ya lo he comentado hace tiempo… Pero el texto de Mariarosa
htmlhttps://mariarosag.blogspot.com.es/2017/08/la-planta.html
me
lo ha vuelto a recordar.
Hace
ya muchos años mi hija trajo a casa una semilla de color negro,
dura, seca, rugosa y parecida a una ciruela pasa. Llevaba tiempo en
la estantería del bar donde trabajaba. Se la regalaron!
Me
la dio. Rara y algo inquietante
sí
era. Dijo que se la conocía por “la semilla del diablo”. Vino de
México!
La
planté en un tiesto dentro de casa. Cuando salieron los primeros
brotes era como una planta cualquiera… A los pocos días empezó a
salirle una especie de zarcillo o apéndice de unos 15cm y muy
delgado (un
zarcillo es un tallo, hoja o pecíolo especializado del que se sirven
ciertas plantas trepadoras, viñas entre otras, para sujetarse a una
superficie o a otras plantas).
Empecé
a notar al levantarme por las mañanas o al regresar a casa que
aquella cosa larga y tiesa no siempre apuntaba en la misma dirección…
¿Es que se movía? Había cerca de ese tiesto otro con una
exuberante begonia, y esa parecía ser el destino de aquel apéndice,
si bien cada día buscaba
en
distintas direcciones. Al cabo de dos semanas y tras confirmar que
aquello se movía, y algo más que curiosidad empezó a instalarse en
casa, cogí un lápiz y lo acerqué. Fue tocarlo y “aquello”
inició un movimiento envolvente alrededor del lápiz… Creo que
hasta se me erizó el vello de los brazos jajjajajaaja…
Trasladé
la planta a un rincón del salón y con alfileres e hilo hice un
pequeño entramado en la pared. Cuando el zarcillo tocó el hilo lo
vi enredarse en él. Inició un movimiento envolvente hacia arriba,
de centímetro y medio. Cuando volvimos a casa, la parte que no se
había enrollado en un principio había vuelto hacia atrás
enrollándose sobre sí misma y acabando enrollada en el propio
zarcillo. Ni los marineros hubieran hecho semejante nudo.
Con
el paso de los días la planta fue creciendo proporcionalmente a
nuestra “inquietud”. Una mañana observé que otro zarcillo había
alcanzado uno de los alfileres… Se había enrollado igual que
antes. Envolvente hacia adelante, vuelta atrás y finalizando en si
misma. Y todo ello muy apretado. Hasta parecía que hubiese hecho
nudo! No puede decirse que perdiese el sueño por aquello…, pero
tampoco podría negarse cierta preocupación por dónde acabaría
aquella experiencia. La planta parecía tener “objetivos” muy
concretos y determinados.
¿Cuáles
serían? ¡A saber!
Además,
todo su crecimiento iba solo en una dirección. No le salieron más
tallos. Solo el primero y sus interminables zarcillos engarzados en
hilo y alfileres. De haberla dejado seguir hubiese enmarañado todo
el salón, las habitaciones, cocina, baños, etc. Y, tal vez,
hubiésemos acabado como el don Carlos de la historia de Mariarosa:
¡de color verde!
Pero
no fue así, ¡acabó en la basura! Y se acabó la historia. (en este
caso real)
Hola Ernesto.
ResponderEliminarLeí el cuento de María Rosa, y no me extraña que te recordara tu planta, mejor quitarla del medio...¡qué inquietante!.
Una versión del currucucú muy lenta, casi me duermo :))), pero está muy bien.
Un abrazo.
Para que no te inquietes demasiado, en casa de mi hija hay un jazmín del país, o corona de novia, una flor chiquita con un aroma especial que se extiende en largas ramas. Un día nos trajeron una planta con un palo tutor y la puse muy cerca, al cabo de un tiempo las ramas del jazmín estaban enrolladas en el palo y ahogaban el crecimiento de la otra planta, tuve que correrla. Toda especie enredadera hace lo mismo, creo, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarErnesto! Devoré tu texto,esperando algo así como una peli de Stephen King, pero...no!
ResponderEliminarGanó el raciocinio ( aunque no ecento de cierto temor o incomodidad...)
Muy bueno, de verdad que me encantó! (yo hubiera escrito un final de esos,como los de mis poemas! ajajajj) Un abrazo!
Perdón,me equivoqué en una palabra donde digo ecento,quise decir exento... :)
ResponderEliminarUn poquito de angustia me iba creciendo jajajaja digo cómo acabaría esto y zas!! en la basura jajajaja. Te imagino mirando fijamente ese tallito :))
ResponderEliminarVoy a ver el enlace que dejas
Un abrazo
Hola Ernesto,
ResponderEliminarAcabo de mirar una foto en Internet de la planta que mencionas.Recuerdo haberla visto antes cuando vivía en México, lo único que sé es que es muy toxica.
Un saludo.
ResponderEliminarAy Ernesto,quiere decir que mis cuentos a veces suelen parecerse a la realidad. Sinceramente existen tantas variedades de plantas que nos dejarían con la boca abierta. En un viaje que hice al sur de mi país, recorrimos un extraño bosque, lo dividía una calle de tierra, de un lado era un vergel hermoso y del otro plantas espinosas y según nos contó el guía, nacían plantas carnívoras que no dejaban avanzar a los buenos arbustos. ¿Por qué un lado bueno y el otro salvaje? No lo sé.Cosas de la naturaleza.
Me alegró que mi cuento te haya recordado esta buena historia real.
mariarosa
Curiosa planta. No la conozco, aunque el nombre me suena. Bueno, si daba mala espina fue un acierto tirarla a la basura. Un saludo.
ResponderEliminarAl diablo con la dichosa planta. Mejor pon unas margaritas,,,Saludos.
ResponderEliminarPues con todos sus zarcillos y avíos terminó en la basura,donde la estará liando en alguna parte.
ResponderEliminar¡Ojú Ernesto! si yo hubiese tenido esa planta en casa, de fijo que no paso por delante suya sin escudo ni un gladius, ¡Ni mijita, vamos!
He acabado unas tranquilas vacaciones y vienes tú a "modificar" mi tranquilidad, jaaaaaaaa...
Enga, un abrazete.
No conozco la planta.
ResponderEliminarInquietante...
Un abrazo. Feliz semana.
Gracias por tu comentario!
ResponderEliminarTermino en la basura? 😃 No me esperaba ese final, interesante entrada
No se si alagar la maravillosa prosa o la música cautivadora al entrar en tu espacio.
ResponderEliminarFeliz de haber coincidid a tiempo.
¡Hola Ernesto! ¿Sabes? ¡Yo habría hecho lo mismo, ja ja ! Muchos besos :D
ResponderEliminarPienso que no estás pero te dejo un abrazo feliz verano...
ResponderEliminarGracias por entrar a saludarme...
ResponderEliminarTe deseo feliz fin de semana.
Un abrazo
Tienes una música maravillosa ...a dos voces hombre y mujer ..un abrazo
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ResponderEliminarNada misterioso. Todas las plantas, tienen un objetivo y en nuestros invernaderos hay muchas así. Solo hay que conocerlas, prestarles una guía y podar sus excesos.
Muy interesante y bien escrito, como siempre.
Con mi abrazo