─¿Qué
se supone que tengo que escuchar?
─
¡Nada!…
Guarda silencio…
─¿Y?...
─¿No
oyes?…
─¿Qué
tengo que oír?…
─¡El
silencio interior! Eso que nunca oyes por el ruido en el que te
envuelves… para no oírlo. ¡Para no oírte a ti mismo!
─Pues
sí, puede que tenga algo de razón… ¿Y cómo se consigue?…
─¡Observa
tus pensamientos!… Llega uno, se consciente de eso…, ¡Para!
Y
antes de permitir que llegue el segundo, en ese intervalo, en ese
instante, en ese «vacío», que en un principio será “un
nada”, pero con la práctica se irá alargando, ahí, justo
ahí, justo «eso» eres TÚ en estado puro.
¿Entonces somos aquello que hay entre cada pensamiento?. No acabo de comprender que en realidad SEAMOS, siempre que no pensemos.
ResponderEliminarSeguro, que estaré algo "espeso".Perdón
Un abrazo.
Ese instante, que tal vez comienza con un micro segundo de silencio, como dices,es el comienzo.
ResponderEliminarLuego, seguramente comenzará nuevamente la cháchara.
Ser uno en estado puro,a veces da miedo,o por desconocimiento lo descartamos.
Sin embargo, es el encuentro más importante que puedas tener.
Me ha encantado Ernesto!
Gracias!
Un beso!
¡Magnífico texto! El silencio interior...¡qué necesitados estamos de ello en este mundo invadido por los ruidos!Yo , a veces, hago como los protagonistas de tu diálogo y me pierdo en esa "nada", por lo menos lo intento, que no es poco.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto
Es como un mensaje que a uno agrada recibir.
ResponderEliminarAhí en ese instante en ese silencio...SOMOS
Cuánto me queda por aprender aún,amiguco!!
Gracias !!
Besucos
Gó
Una verdad tan simple y que resulta tan compleja de hacerla costumbre... pero es indispensable para la propia serenidad y felicidad.
ResponderEliminarMe encantan estas entradas en las que leo, y luego me quedo horas pensando.
Un beso.
¡Pues chitón! Un Abrazo Ernesto
ResponderEliminarDespertar en medio de la noche acuciados por alguna necesidad, luego cuesta conciliar el sueño a veces, entonces, en medio del silencio exterior, ese sería un buen momento para escucharnos, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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ResponderEliminarY pasamos mucha parte de nuestra vida "hacia fuera", cuando en esos "instantes"a los que aludes, se encuentra la paz que buscamos...
Un fuerte abrazo Ernesto y feliz día de sábado.
ResponderEliminarCuesta mucho guardar silencio. La mayoría de las veces al hablar con alguien, ese alguien no nos escucha y termina respondiendo lo que nada tiene ver.
mariarosa
Lo más difícil, es saber escuchar.
ResponderEliminarUn abrazo.
En ese preciso instante diría que no somos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vale! voy a probar!
ResponderEliminar...
ya te diré algo.
😊
Beso grande.
Porque incluso nuestros pensamientos ocupa espacio y alteran el silencio.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto y shhhhhhh
Y ese silencio interior muchos no lo escuchan por estar viviendo el momento. Un texto reflexivo, un placer leerte. Saludos.
ResponderEliminarEn la vida actual se echa de menos el silencio. Me parece esencial para conocerse y para ser uno mismo. Mis Evas lo buscan con frecuencia, pero cada vez es más difícil encontrarlo sin irse lejos.
ResponderEliminarUn beso silencioso.
Sí, creo que "ser conscientes", es distinto, ya que "ser" es un infinito que lo abarca todo, silencios, espacios interpensamientos, sueños, esperanzas, y vivencias.
ResponderEliminarTambién es verdad que "el ruido", es grande, y que a veces,si uno no se aleja para encontrar la paz, el mismo silencio "atrona".
Yo necesito, el silencio físico y mental, para poder crear, crecer, y ser consciente.
Un abrazo, y buen finde.
A veces cuesta llegar a ése estado, ero es relajante.
ResponderEliminarBesos.
Y tal vez también purificador.
ResponderEliminar:)
Silencio, algunos parece que temen el silencio. Escuchar el silencio y escucharnos. Sabernos. Disfrutarnos. Aprender a conocer nuestro silencio, que tanto ruido externo e interno no nos desborde.
ResponderEliminarMe ha gustado la manera en que lo has contado.
Besos
Amo el silencio en soledad, me gusta escuchar a los demás aunque a veces me agobian algunas personas con tanto victimismo sin poder ayudarles a sanar sus mentes atrapadas.
ResponderEliminarSaludos,un abrazo.
Mi querido Ernesto, precisamente mi primo Enriquito, el autor de "El banco vacío" tiene una frase que adoro... "El silencio que te habla".
ResponderEliminarMuchos besos : D
En el mundo que vivimos no es fácil escuchar el silencio interior.
ResponderEliminarUn abrazo.
ResponderEliminarMuy interesante Ernesto. Como contesta Nisargadatta ante la pregunta: ¿Entonces qué soy? Te basta con saber lo que no eres. No eres nada que se pueda imaginar. Sin embargo sin ti no puede haber percepción ni imaginación.
Eso se encuentra en el silencio pero no lo busques, llega.
Un abrazo.