La ansiedad moderna se sustenta, fundamentalmente, en pre - ocupaciones por cosas que jamás sucederán. |
Elemento,
más otro elemento, distorsión del primero.
Inevitablemente,
¡otro resultado! En química…
En
la vida… ya la cosa cambia. Si la suma de dos produce el resultado
esperado, ¡miel sobre hojuelas!
Si
no es así, ¡¡valle de lágrimas!!
No
es difícil observar que la mayoría de la gente, la humanidad en su
conjunto, parece encontrarse en el segundo caso más que en el
primero.
¿Responsable
de esto?… ¿La gente?… ¡Desde luego que no! O por lo menos no en
esencia…
¿Quién
pues?
No
es “quién”, es ¡qué!
─¡Hable
pardiez! Parece un mago creando ambiente para sacar un conejo de la
chistera…
─(-)
─…
¿Qué
es esto?
─¡Un
guion!
─¿Y?…
─Es
el elemento segundo… El añadido. ¡Con la salvedad de que en este
caso, no es distorsionante, al contrario, su presencia es liberadora.
─Lo
que nos faltaba, no solo conejos y chisteras sino que también
adivinanzas. ¡Explíquese!
─Permítame:
.-
“ocupación”. Elemento primordial.
.-
“pre”. Elemento añadido. Cuyo resultado es altamente
distorsionador en la “ocupación”. Ya que la suma de los dos da
“pre-ocupación”.
.-
“(-)”. ¡Elemento liberador! Pues permite que la combinación
“pre-ocupación” pierda su distorsión… El “pre”. Y quede la
esencia natural de la cosa…
¡La
simple ocupación necesaria y liberadora ("me ocupo de cada cosa y en
su momento y esencia real, y no tengo en cuenta la pre-ocupación
inútil y limitadora").
─¡No
podría negarse que parece carecer usted de pre-ocupaciones!…
─Pues
sí… Mis ocupaciones, según surgen, me impiden enredarme en
preocupaciones previas e inútiles!
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Algunos psicólogos afirman que la ansiedad moderna se sustenta en cinco categorías de preocupaciones, cuatro de las cuales son imaginarias y solo la quinta se refiere a preocupaciones que tienen una base real, pero estas ocupan solamente el 8% del total de nuestras preocupaciones cotidianas. En otras palabras: somos auténticos maestros en el arte de preocuparnos por nada.
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Hay (o había) una cierta tendencia a pensar que con preocuparnos de las cosas, ya falta menos para que llegue la solución... de la que se ha de encargar el Estado, el Sistema Nacional de Salud, el Ministerio de Educación, las Fuerzas de Seguridad, tu madre o quien tengas más a mano. Me temo que muchas veces nos creímos que éramos incapaces de resolver nada porque de todas las cosas se ocupaba otro. Y mientras echamos balones fuera el tiempo pasa y la ansiedad aumenta, o eso parece.
ResponderEliminarBuena reflexión. Un abrazo Ernesto
Por eso yo hoy no me voy a preocupar por no haber entendido nada de tu entrada, sólo el último párrafo.
ResponderEliminarBesos
Estoy de acuerdo.
ResponderEliminarHay que aprender a des-pre-ocuparse.
Un abrazo.
¡Hola amigo Ernesto! Tú ya conocerás ese dicho que dice... "Si lo que te preocupa tiene solución... ¿Para qué preocuparse? Y si no la tiene... ¿De qué sirve preocuparse? Pues eso, aunque en realidad, si que nos preocupamos, porque yo creo que a este dicho quizás habría que añadir otro que diga, que los humanos no podemos evitar preocuparnos.
ResponderEliminarPero en cualquier caso, casi que digo como tú. Con tantas ocupaciones, no da mucho lugar a "pre" nada, ja ja ja.
¡Besos amigo mio! :D
Sería ideal no vivir preocupados, reencontrar la sosegada vida,
ResponderEliminarbonita reflexión.
Besos.
Me gusta eso de poner un guión a las preocuàciones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Con el calor que hace y tú vienes con estas reflexiones que es igual que comerse un cocido madrileño con 40º, jajaja.
ResponderEliminarTe he entendido perfectamente, pero en la ocupación, el "pre" es muy difícil eliminarlo si se trata de algo que ha ocurrido preocupante. Pero hay algunas personas que son pre-visoras, y se han pre-ocupado de hacer ejercicios mentales con mucha pre-disposición. Está preclaro que le puede funcionar.
Muy mona la foto del padre y el hijo, despreocupados, :))).
Un abrazo Ernesto.
Debe de ser el té que estoy tomando, que no puedo poner en orden lo que me está pasando. Y mientras paso caminando y comiendo, algo en mi mente vuelve a lo que empecé. Y tengo fiaca modorra si me estoy durmiendo , ya que cada vez menos entiendo por qué el virus se va reproduciendo, te cuento hoy 9,400 infectados, y además está engordando ¿lo viste? Esta mullido de placer Me rio todo el dia la paso bien y te dejo estas lineas contestando lo bonito que escribiste hoy Saludos desde el calor
ResponderEliminarEn ocasiones, las preocupaciones nos distraen del único momento que sí existe y en el que podemos actuar.
ResponderEliminarY es cierto también que provocan ansiedad, bloquean e impiden buscar soluciones constructivas.
Pero...también se "aprende" a no preocuparse de lo que escapa a nuestro control. Lo comprendí un verano. Desde entonces, la ocupación para mí, es un ejercicio sano y necesario.
Fuerte abrazo Ernesto y feliz semana.
ResponderEliminarEn coaching hablamos de la ansiedad como un exceso de futuro que, por supuesto, nos saca del presente y del que poco o nada podemos controlar.
Es cierto que para qué preocuparnos, ocupémonos de resolver lo que podamos. Ya sabes, si tiene solución, por qué preocuparse; si no la tiene, para qué preocuparse... Pero, y hay un pero aunque intento evitarlos, ya sabes: quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Quizás no podamos eliminarlas del todo (las preocupaciones y sus efectos), pero sí podemos reducirlas notablemente.
Es extraño: estoy de acuerdo contigo, jajajaja.
Un abrazo grande, Ernesto
Estos días estoy ansiosa y no se porque, no tengo problemas, sera por el confinamiento, pero aun aceptando eso sigo ansiosa...... Saludos amigo Ernesto.
ResponderEliminarPre ocuparse es ir pensando en la solución, esa es mi ecuación, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarRecuerdo sólo 3 episodios muy marcados de ataques de ansiedad, de esos en los que el mundo parece girar al revés, que se te cierra la garganta y sientes que no puedes respirar... en las tres ocasiones fueron por cuestiones realmente graves y sin solución, algo a lo que mi lógica y racionalidad parecía no querer resignarse...
ResponderEliminarPor todo lo demás, muchas veces soy etiquetada como desinteresada o, hasta, insensible, porque si bien utilizo la palabra "preocupación" como todos, lo que hago es "ocuparme" de los asuntos o cuestiones en la medida que surgen.
En fin, que podríamos quedarnos a charlar un ratito con estas cuestiones... pero sólo si traes té y galletitas... jajajajajajaja!
Un beso.
Preocuparse antes de tiempo no conduce a nada. Mejor ocuparnos del problema cuando no quede más remedio. Olvidarse un poquito el "pre".
ResponderEliminarUn abrazo . Feliz semana.
Alguna ventaja tenemos los que hemos conseguido llegar a una "cierta edad", (obsérvese el eufemismo), y ya no tenemos ni ocupaciones, ni preocupaciones.
ResponderEliminarBueno, de las últimas, sólo una, pero es mejor no pensar en ella.
Un abrazo.
Tienes razón, Ernesto, dejamos de preocuparnos por nada, cuando aprendemos de la experiencia vital que es mejor ocuparnos directamente de solucionar lo que tenga solución y despreocuparnos de hacer ficción futurista con lo que ni siquiera sabemos si va a ocurrir.
ResponderEliminarSoy por un lado muy Zen y por otro una mujer de acción, si algo no me gusta en mi vida lo elimino, lo arreglo o le doy otra utilidad, igual que haría con cualquier cosa de la casa. Pragmática que es una.
La foto que has elegido me encanta, Ernesto.
Un abrazo,
Buen día Juan.
ResponderEliminarMe has hecho reír, a estas horas de la mañana, con tu afirmación de que los de "cierta edad" no tengan ni ocupaciones ni preocupaciones...
Abrazo.
ResponderEliminarBueno ahora quien no esta preocupado,
con todo esto que vivimos y es que
realmente vivimos.?? La fotografiá
esta bella mi amigo.
Besitos dulces
Siby
Tiendo a no preocuparme antes de tiempo ni por nimiedades Ernesto. Muy buena entrada.
ResponderEliminarAbrazos.
En teoría está muy bien aquello de que: no te preocupes por el futuro, solo ocúpate" Pero cuando van pasando los años y ves que tus hijos están en el paro y no consiguen independencia, o cuando se trabaja y por las cuentas ves que la pensión no te va a llegar a cubrir las necesidades, o cuando estás de alquiler y el contrato de trabajo se te acaba el mes que viene... Ninguno de estos casos, afortunadamente, es el mío, pero entiendo que hoy en día ser responsable significa ocuparse y preocuparse, en su justa medida, eso si, pero la estaca del futuro te abarca el presente.
ResponderEliminarSAludos.
ResponderEliminarToda la razón, Ernesto, pero es tan difícil evitar preocuparse... A veces, pre-ver un peligro, por ejemplo, puede conducir a poder evitarlo. Pero preocuparse demasiado, casi siempre es innecesario.
Un gran abrazo, sin el pre...
Hola Ernesto, las preocupaciones solo traen distracción. Por tanto, me jor ocuparse que preocuparse, es mi forma de pensar. Aunque discrepo en lo de la edad, porque esa es la mental y no siempre concuerda con la biológica y real. Hay gente muy mayor que tiene ocupaciones y eso es bueno, tener la mente ocupada.
ResponderEliminarSaludos
Hola Ernesto
ResponderEliminarSí, hay que ocuparse sin el pre y ocuparse con distracciones para llenar la cabeza. Ahora me toca aplicarlo :p Qué complicados somos!
Un abrazote
¡Ya me has liado! ¿y ahora qué hago? jajaja
ResponderEliminar¿Donde pongo todas mis pre- ?
¿y los pro-?
Ya tengo ocupación para esta noche.
Besos.
Es muy razonable lo que comentas y,aunque difícil de llevar a cabo,siempre pensé que existe un aprendizaje para liberarnos de las preocupaciones inútiles que en el fondo son inútiles preocupaciones ya que si te preocupas por algo que tiene solución,estás perdiendo tiempo y energías y se te preocupas por algo que no tiene solución,además de perder tiempo y energía,estás haciendo el tonto.Luego,preocuparse por algo,como bien apuntas,no tiene ningún sentido.
ResponderEliminarBuen verano,Ernesto.
Mi querido amigo estoy mejor pero sin ganas de nada ,veremos mAÑANA
ResponderEliminaraBRAZOS
Desde luego en este caso el pre no ayuda jajaja. Con demasiada frecuencia nos pre-ocupamos antes de que el hecho que nos preocupa ocurra (si lo hiciera) y no disfrutamos del momento presente (y en este disfrutar incorporo el esencial que a veces parece que se olvida y es estar vivos y sanos) porque estamos ocupados preocupándonos de algo (incierto, que no ha pasado, que no sabemos si pasará).
ResponderEliminarRecuerdo en una ocasión que una persona me contaba que cuando estaba haciendo algo que le gustaba mucho, se daba cuenta que no lo disfrutaba. Se pasaba casi todo el tiempo pensando que se iba a acabar y el resultado de su preocupación anticipatoria era que no lo podía disfrutar. No nos pre-ocupemos antes, vivamos el momento y cuando lleguen las preocupaciones ya nos ocuparemos de resolverlas pero en ese momento, no les demos sitio antes.
Besos
Así es, Ernesto. A veces nos preocupamos por cosas sin importancia. Luego hay otras que aunque nos preocupemos tampoco arreglamos nada con ello, así que es mejor hacer lo del dicho: las cosillas de este mundo muchos la toman a pecho, yo las cojo por delante y a la espalda me las echo.
ResponderEliminarAbrazos y feliz semana.