Tenía
una entrada escrita desde el viernes que esperaba publicar hoy…
¡Pero va a ser que no! ¡No la encuentro. No debí guardarla
adecuadamente! Ello hace que, no contando con esta pérdida y sí con
el trabajo que creía hecho..., mis musas se hayan
ido de paseo.
¡Qué
horror! ¿Y ahora qué hago, qué digo?… No se me ocurre nada. Y
tampoco tengo ganas de buscar tema.
Por
ello me hago eco de unas palabras que he leído esta mañana y han
dejado huella… Quien las escribió sabía lo que quería decir!
“...esa
serena tranquilidad de los viajeros del mundo, esos que aprendieron,
que las piedras y los charcos del camino también son parte del
paisaje, que las flores y el agua cristalina, no se encuentran en
todo momento, pero que en este viaje (de la vida) todo es valioso,
cuando se sabe apreciar.”
Las
dejo aquí como oasis de peregrino ante tanta sequía como se aprecia
por doquier, ante esta crisis sanitaria que parece haber secado
pensamientos y sentimientos naturales.... Las dejo como semillas de sonrisas. Que cada quien, según sea o quiera, sepa hacer florecer en su entorno y vida.
Hola Ernesto,
ResponderEliminartambién yo estoy perdiendo cosas que creo haber guardado, sobre todo de trabajo, y que probablemente elimino cuando me da por limpiar todo.
Aprecio cada palabra del texto que nos aportas. Y es un pensamiento muy real que la mayor parte de las veces ni reflexionamos.
Sí, hay cosas muy valiosas cuando sabe apreciarse. El problema es carecer de ese aprecio.
Saludos
¡Qué pillinas son las musas cuando quieren! Pues para no tenerlo preparado te ha quedado precioso y la foto es una joyita tanto de luz como de composición, de hecho me dan ganas de dar un brinco y entrar en ella.
ResponderEliminarCuídate mucho.
Abrazote utópico.-
Cualquier pequeño guijarro que pisemos al avanzar por nuestro camino, cualquier pequeña flor silvestre que alegre nuestra vista mientras nos tralademos o la compañía de una modesta mariposa durante el trayecto, tienen su importancia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perdona, no sé por qué salió como anónimo y a mí no me gustan.
ResponderEliminarOtro abrazo.
No creo que tú hayas pensado esa palabra:))))
ResponderEliminarY no me cabe la menor duda, de que la persona que escribió esas palabras sabía lo que quería decir, como much@s que las leemos.
Eso lleva consigo la "serena tranquilidad", y algunas cosas más...
Un abrazo Ernesto y buena tarde.
Es que blogger se traga las cosas...
ResponderEliminar😊
Besos.
Pues finalmente has elegido unas palabras muy bonitas que, se lean en el contexto y momento que sea, siempre atraerán más de una sonrisa.
ResponderEliminarEstas reflexiones tan necesarias en estos tiempos, también son parte del camino.
Un abrazo grande!!
Ernesto, me quedé enganchada con "los charcos del camino" pertenece a un tango ¡"Qué me van a hablar de amor"! se llama, y habla de lo baqueano que es el autor en esos temas, aunque lo sorprendan desaires o tropiezos, un abrazo!
ResponderEliminarEsto de internet, es que siempre tiene alguna monserga. Esta tarde me está costando "dios y ayuda" el entrar, escribir y opinar. Va mas lento que un submarino bajo un grifo.
ResponderEliminarDe cualquier manera, lo has resuelto perfectamente.
Un abrazo.
No debería, pero me sonrío... casi hasta rio podría decir. Pero me encanta el modo en que te tomas las cosas, en tu lugar yo hubiese dado vuelta todo y mi humor sería... ufffffff tormentas en el horizonte!
ResponderEliminarUn beso.
Hola amigo Ernesto. A mi me paso algo parecido. Sólo que en mi caso no la encontraba porque ya la había publicado y no me acordaba 😭
ResponderEliminarLa programé y la olvidé. Pero en tu caso decirte que me encanta la que has compartido con nosotros y esas bellas palabras.
¡Besos! 😍
Tal vez tenías que escribir esto y no publicar lo otro.. :) :P
ResponderEliminarUn abrazo!
Una frase acertadísima a la que se le puede sacar mucho jugo, me ha recordado a mi Camino de Santiago, ¡bonito recuerdo! Gracias.
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ResponderEliminarLa vida tiene charcos y flores, hay que vivir, saltar los charcos y disfrutar las flores con su belleza.
La pandemia va a pasar, el tema sera, si supimos sacarle una buena experiencia al tema.
mariarosa
Muy bonita entrada.
ResponderEliminarBesos.
ResponderEliminarErneto, nos pasa a todos mi amigo, a veces
no recordamos donde dejamos o guardamos las
cosas y se desaparecen, pero te quedo muy
buena tu entrada.
Besitos dulces
Siby
Ah sí, desde luego, es que es gozoso cuando consigues ver con humor y con amor cada tropiezo.
ResponderEliminarHas elegido un texto... ¡También estás tú ahí, en esa elección! ¡Que vivan las musas que te le llevaron a leerlo y compartirlo!
Un abrazo fuerte Ernesto
No pasa nada Ernesto. En estos casos lo mejor es dejar fluir y aprovechar el tiempo regalado. Con o sin musas aprovecha el momento presente.
ResponderEliminarSaludos.
Desde luego esta pandemia me ha enseñado cuan valioso es nuestro entorno y lo rico que es. A un solo kilómetro de nuestra casa tiene tanto que ofrecer...
ResponderEliminarSaludos
Qué bonita imagen!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bonito lo que compartes. Saludos amigo.
ResponderEliminarEs muy bonito y como siempre para reflexionar en estos momentos de confinamiento creo que todos hemos descubierto cosas que ya teníamos y no apreciábamos por las prisas por el trabajo o porque le dábamos mas importancia a otras cosas fuera de nuestro entornos.
ResponderEliminarSaludos, un abrazo Ernesto que estés bien.
A mi me ha sucedido eso con posts, que lo dejé en draft y no me aparece. Y otra vez que por error iba a borrar ciertas entradas y marqué otras tantas que no eran para borrar, y adiós, perdidas para siempre.
ResponderEliminarEstá claro que te tocaba dejarnos una buena reflexión, por eso los duendes te han escondido el post.
ResponderEliminarA mí me ha gustado!
Un abrazo.
Todos alguna vez hemos sentido que el “destino” nos jugó una mala pasada y más de las veces nos desesperamos, flagelándonos a reproches, perdiendo el buen ánimo y con ello no solucionamos nada. Sin embargo, existen los que asumen los “traspies”, las “crisis”, los “malos momentos”, aceptándolos como “parte del juego” y ante ellos sacan a relucir lo mejor de sí, incluso improvisan soluciones para salvar la situación. Ellos son gente valiosa, son los que hacen “magia” cuando los demás se dan por perdidos, son los que brillan justamente en momentos de oscuridad.
ResponderEliminarPor ello, la vida es como un juego de naipes, donde no siempre gana quien recibe los mejores números, si no, quien sabe jugar mejor con las cartas que le tocó.
Mi estimado Ernesto, se te perdió un tema y de la nada creaste otro (y tan bueno) que nos dejaste pensando y reflexionando en el contenido del mismo. A eso se le llama “tener recursos”, tener salida, tener manejo de la situación y eso es un vivo reflejo de tu personalidad (te respeto y admiro por ello).
¡Saludos!
mi musa se escapó por un tiempo ,creo que ha sido la tristeza que estuvo conmigo con todo esto y no me agrada trasmitir tristeza...pero regresé mas consciente que nunca... besos
ResponderEliminarSiempre son de agradecer los pensamientos positivos en medio de la tormenta. Y en cuanto a las musas, ya sabes que son caprichosas, que van y vuelven a su antojo y que precisamente eso es lo que las hace tan valiosas.
ResponderEliminarAbrazos Ernesto. Parece que ,por el momento,estamos volviendo a ver la luz.
Cuando uno no sabe que poner...Es cierto....
ResponderEliminarHola, cualquier detalle, por muy pequeño e insignificante que sea para unos, es muy importante y valioso para otros. Cada ser observa el mundo desde diferente ángulo y eso, a veces, le da la importancia o el significado que le queremos dar. Me gusta esa alusión al texto de otra persona dentro del tuyo.
ResponderEliminarUn abrazo