domingo, 4 de julio de 2021

El secreto del desierto.

 


Quienes tienen la certeza de que el río de la/sus vida desemboca siempre en el Océano, no tienden a preocuparse, en exceso, por las «vicisitudes» que dicho río afronte en su recorrido.

¡Saben! (Saber no significa estar exento de ellas...)

Saben de una manera natural y sencilla. Y por ello no permiten que la complejidad de sus mentes les generen vidas complejas.

Sin negar que los tiempos antiguos tenían sus propias circunstancias, y no todo era vida bucólica y pastoril, no cabría no reconocer la complejidad del mundo de hoy. Sus logros, cómo no, pero también sus enormes servidumbres… Que en ocasiones podrían llegar a equipararse con cierto sentido de esclavitud a “amos” o “dioses” que la modernidad, de valores fútiles pero atrayentes, tal cual flauta de Hamelín, suenan sin cesar… Y atraen multitudes.

Cierto que hemos de ganarnos el pan con el sudor de nuestras frentes…

Pero cuando ves que muchos corren, dedican tiempo y preocupación en sus vidas, en pos de cosas, intangibles muchas de ellas (Y por poner un ejemplo, las simples opiniones sin más que Twiter genera sobre cualquier nimiedad. ¡Arden las redes! He oído en ocasiones...), sabes que el tramo de vida que la humanidad está atravesando, es árido.

Y si bien no será igual para todos, y emulando la bíblica travesía del desierto, aquí el maná ya no cae del cielo, sabes que se saldrá, pero no sin llanto o rechinar de dientes.

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La señalada travesía, la falta del maná, el llanto y la salida anunciada, no son cosas por venir… ¡Están ya en la vida de muchos!

Y si lo que se quiere es salir de ello, es sencillo.

Cambia tu forma de ver el mundo. Cambia tu forma de pensar. Haz cosas diferentes a las que haces.

Sin un solo cambio por tu parte, ¿cómo esperas recoger cosecha distinta?

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19 comentarios:

lunaroja dijo...

De eso se trata sin duda.
Existe un dicho o una frase conocida que dice: cambia tú y cambiará el mundo.
A veces es difícil de creer,pero,creo que aunque sea un pequeñísimo gesto de algo sirve. Aunque sea para poder apartarnos un instante de esa vorágine,esa esclavitud como dices tú. Esa esclavitud consentida por todos.
Un abrazo.

Siby dijo...

Gracias Ernesto por estas letras
bellas y que llegan profundo,es
verdad tenemos que cambiar y recibiremos
lo que nos proponemos.

Besitos dulces

Siby

Sandra Figueroa dijo...

Todo empieza en nosotros....... Saludos amigo Ernesto.

Matías dijo...

Una interesante reflexión, en la actualidad somos esclavos del mundo que nos rodea, es el precio que tenemos que pagar por mantener una vida mas llevadera.
Sería idílico que todos pudiéramos cambiar la forma de ver el mundo, cuando el mundo que nos rodea está lleno de personas que viven plácidamente a costa del sudor de los mas sacrificados.
Ese numero tan elevado que les falta el sustento, difícilmente pueden cambiar su forma de pensar y ver la vida en positivo.
Un abrazo.

Margarita HP dijo...

Una reflexión de lo más acertada amigo mio. Cuántas y cuántas veces se escucha el no me gusta esto o no me gusta aquello... pero se sigue a la espera de que esas cosas cambien solas. Cuando algo no nos guste, tendremos que ver si nosotros podemos hacer algo, y si no es aśi... al menos enfocarlo de la mejor manera posible.
Muchos besos amigo mio :D

Alfred dijo...

Veo que no ha dado por los desiertos. ;)
Buenas reflexiones.

Un abrazo.

Ernesto. dijo...

Hola Matías. Permíteme...

De la misma manera que cuando se “sueña”, cada uno su propio sueño al dormir, se suele soñar con intensidad, si hay “abundancia”, sonrisas, y si “carencias”, lágrimas, sin importar la realidad real que puede embargar al soñador al despertar, pudiese suceder, amigo, que también en la llamada “realidad real de cada día” se viva ésta de manera algo similar…

Es decir, como hipótesis para algunos, y puede que certezas para otros, que la “abundancia” y la “carencia” siendo igual de real que en el sueño, para el sujeto soñador, no lo sea tanto… en un cierto sentido de “una” realidad… a la que todavía no hemos ha despertado!

Abrazo.

maría cristina dijo...

Los cambios que he realizado en mi vida fueron siempre ante una encrucijada, nunca por mi propia voluntad en medio de la placidez, pero siempre para bien, un abrazo Ernesto!

La utopía de Irma dijo...

Así es, de nuestros actos nacen las consecuencias y si cambiamos la forma de ver el mundo quizás aun estemos a tiempo de conseguir un mundo mejor. No es utopía es realidad.

Abrazote utópico.-

Joaquín Galán dijo...

Leyendo tu entrada me viene a la mente algo que he pensado muchas veces: Sí,hemos progresado mucho,nos hemos "facilitado" las tareas de la vida un montón,hemos ganado velocidad y eficiencia en casi todo,pero....¿a qué precio?
Mi impresión es que vamos tan deprisa por la vida que apenas nos da tiempo a ver lo que vamos quedando atrás a medida que avanzamos.Es un correr desbocado pero. ¿hacia dónde?.
Como ves,tus entradas siempre me hacen pensar. ¡Y que importante es ser consciente de saber "dónde estamos","quiénes somos" y de "a dónde vamos".Sin esas preguntas,solo somos inconscientes esclavos del tiempo.

Abrazo,Ernesto.

Carmela dijo...

Como ya te imaginarás me gusta, y mucho, la visión de dónde desemboca nuestra vida :))
Y ya, más centrada, en tus palabras, te diré que cuanto más sencilla hago mi vida, mejor me encuentro. Hay un dicho que me gusta y dice algo así: no pidas a la vida lo que no estés dispuesta a darle. Y aunque pueda parecer que no tiene que ver con lo que tú dices, para mí si lo tiene. Y creo que sabrás entenderme.

Un abrazo, Ernesto.

MAMÉ VALDÉS dijo...

Hay que pararse y disfrutar del paisaje, forma parte del premio, y si llegas y cumples metas mejor... un saludo.

Alí Reyes dijo...

A ver Ernesto... El desierto... Digamos que siempre está en alguna parte de nuestras vidas. Lo importante es que soy de los que creen que el maná de Dios nunca faltará. Veamos:
Moises tuvo que aprender en la academia faraónica casi por cuarenta años a cruzarlo. Lo puso en práctica en el DESIERTO. Pero José estuvo toda su niñez y juventúd aprendiendo en el DESIERTO para poner todo ello en práctica ¿en dónde? En el palacio de Faraón.
¿Entonces?

Alí Reyes dijo...

Ah... y en otro orden. Acerca de la piezatocada por la violinista de la calle, que tienes como fondo musical. Permíteme dejarte aquí un artículo que hice al respecto:
https://tigrero-literario.blogspot.com/2019/06/no-puedo-evitar-enamorarme-de-ti-cant.html

Loles Miva dijo...

Hablas de ver la vida sin artificio? De frente, a los ojos? Es casi como soltarse de manos montando en bicicleta. Una vez que lo consigues ya sabes que el equilibrio no depende de que agarres el manillar, pero mientras tanto...
Un abrazo Ernesto

eli mendez dijo...

Hola Ernesto!
Bastante de acuerdo con tu entrada. Cada época tiene sus cosas buenas y no tanto.
Hoy sobre todo la gente joven se encuentra en una carrera que no tiene una llegada determinada. Corren y corren pero cuando creen que llegan a sus objetivos aparece otra meta mas lejana y asi sucesivamente, entonces nunca se descansa. Por eso enfermamos y hay tanto estrés, por eso no se disfruta de lo simple ,porque no hay un tiempo para “detenerse” y poder darnos cuenta que existe, que la felicidad está siempre ahí, al alcance…que no necesitamos esperar a vacacionar para estar felices, o a comprarnos el último modelo de móvil , de PC , automóvil, de prenda de vestir a la moda..
Si pudiésemos redescubrir la cantidad de razones diarias que tenemos para agradecer la vida, valorarla , disfrutarla, sin dudas absolutamente todo a nuestro alrededor fluiría, tendríamos conciencia de nuestra serenidad y seriamos mas amorosos con nuestro entorno..
Muy buena tu reflexión…como siempre…nos haces mirarnos un poco, que buena falta nos hace. Te dejo un abrazo grande grande y muy buena semana para vos!

Ernesto. dijo...

Creo que lo conoces ya...

Y podría intentar "esbozarse", que no definir lo indefinible, con algo así:

"ESO es lo que contiene al océano, los ríos y todos los "tú".

Tú incluido, por supuesto. :))))))

Abrazo amigo!

Ángela dijo...

Ernesto, de acuerdo con tu exposición.

Cuando se allana el camino no sólo es más despejado el horizonte, también se comprende mejor y uno está más despierto para no despistarse.
Y creo que al final, en la palabra "Cambia"...está el "quid"

Feliz tarde y abrazos.

Ayelén Aikén dijo...

Excelente reflexión. Lo cierto es que me he sentido caminante de un desierto desde hace un tiempo. Quizá sea tiempo de un cambio.