lunes, 24 de abril de 2023

Todo sucede...

 


Un correo esta mañana a una amiga mía, gallega para más señas, me ha hecho mencionar unos pasajes míos de cuando niño, de cuando aquellos 8 años, de 1956… Vivía con mis abuelos. Noia. Galicia. ¡Una etapa inolvidable!

Entre medias 66 años…

¿Barruntaba ya lo que iba a suceder en el mundo a lo largo de mi vida? Hasta llegar a esta… ¿cómo definir esta “actualidad”?

Cualquiera de mis dos nietas, 12 y 19 años, en un permanente contacto con nosotros, sus aitites (abuelos), vivimos muy próximos, comen en nuestra casa, por cuestión de ikastola (escuela) y universidad, casi todos los días, recordarán mañana momentos similares… ¡Y será grato para ellas!

Puede que lo hagan antes de que sus cabellos empiecen a blanquear, y puede que también cuando sus cumpleaños coincidan con el próximo mío… ¡Es irrelevante!

¡Viven hoy, y vivirán mañana sus propias vidas! ¡Viven ya y lo harán siempre sus propias risas y lágrimas.

¡Es consustancial con la vida! Ante ello, no cabe la más mínima pre-ocupación mía por ellas.

Lunes. Un día de Abril magnífico.

“Lo que sucederá no se puede detener. Lo que no sucederá no se puede forzar. Todo sucede porque ha de suceder.” (El Maestro.- Chao-Hsiu-Chen.- Obelisco.)

26 comentarios:

Mariete Salema dijo...

É muito normal as recordações da vida. As más devem ser esquecidas. Também é muito bom os netos estarem junto dos avós. Eu adoro os meus avós.
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Blogue a iniciar. Gostava que o conhecesse, visitando. Obrigada.
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ilusoesepoesiaadulta – sem vernáculo
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Paty Carvajal dijo...

Creo que a nuestros hijos debemos darles raíces y alas, pero no un destino y el mapa. Quisiéramos protegerlos de todo mal, nunca verlos sufrir, pero así no sucede, así no funciona, al revés, les haríamos un daño. No permitirles vivir la vida con todo lo que ella trae, alegre y triste, es no vivirla, es no reflexionar, es no aprender.

Un gusto desayunar tus reflexiones, siempre tan humanas amigo. Abrazo grande que valga por todos los que no te di en un buen tiempo.

Paty

maría cristina dijo...

Mi nieta menor, ahora de trece años, me hizo una cartita para fin de año agradeciendo todo el tiempo en que la cuidé mientras sus papás trabajaban mucho y hasta pidiendo perdón por las veces en que se puso caprichosa! Una felicidad haber compartido y seguir haciéndolo ahora más espaciado, su vida. Mis nietos mayores, de 27 y 22, con su vida encaminada, siguen siendo cariñosos y constantes, afortunadamente. Ser abuelos es una gran felicidad! Un abrazo Ernesto!

Enrique TF dijo...

Ay, Ernesto, cuanta razón tiene tu mensaje que veo mantienes, valiente y dignamente, a capa y espada. Como única y mínima discrepancia con lo que tu manifiestas como regla de oro, yo sí creo que el presente dependerá y mucho, de lo que hayamos hecho en el pasado y también será así para el futuro de lo que hoy hagamos en este presente que vivimos y no estoy hablando, tan solo, de cuestiones que analizar o redimir en la otra vida (según las creencias de cada uno), estoy hablando de haber sido o ser una persona que se ha esforzado en prepararse en los estudios que mejor se hayan acomodado a sus aspiraciones y posibilidades, haber sido una persona fiel, trabajadora, honrada, empática, esforzada, cabal, sensata y hasta conservadora a la hora de saber contener los gastos superfluos.
Solo eso, Ernesto, esa es mi creencia y esa es la que le traslado a mis nietos y a mi mismo como hicieron mis Padres conmigo y hasta como hizo mi abuelo que, con su ejemplo, me llevó a intentar ser como él, cosa que, sin duda, nunca conseguí, aunque hice lo que pude para ello.
Feliz amigo Ernesto, un abrazo muy fuerte y, ah, me emociona leerte cuando hablas de tus nietas.

Rosa B.G dijo...

Hola, no hay mejor inversión que el tiempo en los demás, sobre todo en los niños, ya que somos su faro desde bien temprano. Y lo único que deseamos es que lleguen a brillar con su propia luz y no perderse, ni embarrancar en el océano de la vida. Habrá peñascos, nieblas, pero sabrán sortearlos al recordar nuestros consejos y lo sumarán a la experiencia que le darán los años. Es como una rueda que gira, primero fuimos nosotros esos niños que crecimos al amparo y consejo de nuestros mayores, y ahora nos toca ir bajando para que ellos suban(como en la noria).

Esa chica gallega sabía de lo que hablaba si te produjo tal recuerdo a la tierra donde tienes raíces.

Saludos

Ángela dijo...


Erich Fromm decía que "el sentido de la vida no es más que el acto de vivir en uno mismo".
Y creo que para eso hay que hacer espacio en nuestro interior...
Cada uno escribe su propia vida y cada persona que pasa por nuestras vidas es parte de nuestra historia, lo que recuerden o vivan ya no es asunto nuestro. Pero siempre se puede intentar, brindar lo mejor de nosotros mismos.
A tus preciosas nietas las quiero, lo sabes.

Fuerte abrazo Ernesto

Margarita HP dijo...

Hola amigo mío. Precisamente hoy te leo y comento desde el móvil, sentada en mi cama vigilando que mi nieta mayor, de tan solo 19 meses, no se caiga de la cama mientras duerme. No puedo dejar de observarla...es tan bonita, tan maravillosa... Y no puedo dejar de pensar en qué vivirá, si recordará a su abuela dentro de mucho tiempo... Espero que si, yo recuerdo los momentos con mis abuelos como tesoros.
Muchis besos amigo mío 😘😘

Alfred dijo...

Todos han de volar, sabiendo de qué nido partieron.

Un abrazo.

lunaroja dijo...

Así es...
El fin es el camino.
Un abrazo!

Teo Revilla Bravo dijo...


Qué alegría leerte y encontrar semblanzas y sensaciones compartidas. El tiempo ido, nuestra niñez y ese presente tras sesenta años de margen donde uno se formó y aprendió lo que pudo.
Grato sentir ese afecto libertario por los nietos, hechos grandes los hijos. Y sentir que la vida respira, sigue respirando, complaciente...

Un abrazo grande, Ernesto.

María dijo...

Noia y su ría es una zona preciosa de esta nuestra querida Galciia, los recuerdos que tenemos de niños siempre magnifican lo que ya de por sí fue bueno ¡qué suerte que puedas disfrutar tanto de tus nietas y ellas de ti y sí, totalmente cierto, lo que tiene que suceder sucederá, nos guste o no y lo que no, es porque no debía suceder, además, siempre suede justo cuando debe suceder, ni antes, ni después : )


Un abrazo fuerte, justamente ahora desde aquí, para tí ahí ; )

Piedad dijo...

Hola, Ernesto
Recuerdos... yo, muchas veces recuerdo mi infancia ni mejor ni peor solo diferente a la de hoy.
No tengo hijos, pero deseo a los jóvenes que vivan bien.
Un gran abrazo.

AMALIA dijo...

Siempre quedan buenos recuerdos.
Hay que vivir el presente...
Un abrazo, Ernesto.

Ildefonso Robledo dijo...

Si algo tengo claro es que los nietos son un don inmenso... Impagable... Nos hacen sentir de nuevo la vida...

Un abrazo, amigo

Juan Carlos dijo...

La voluntad, preparación, valor y persistencia son herramientas con la que escribimos nuestro presente y perfilamos nuestro futuro en el día a día, pero la experiencia nos enseña que también hay momentos donde “sucede lo que tiene que suceder” sin importar “cuanto quieres” o “cuanto no quieres” que esto pase.
Por ello, existe una ley no escrita que dice… Hay ocasiones donde lo mejor es guardar silencio y quedarnos quietos hasta que pase la “tormenta”, para luego levantar los escombros, proseguir el camino o empezar otro nuevo si acaso el anterior quedó destruido.
Enrique, queda muy claro que, hiciste tu parte, escribiste tu historia y aún sigues anexando capítulos dorados que son y serán siempre motivo de amor, alimento del alma y sabiduría de vida para tus nietas y para todos los que te rodean.
Ellas llevan tu ADN, son cachorras de león, que tienen toda una vida por delante, las hiciste fuertes y libres, dueñas de perseguir sus sueños, de marcar sus metas, de luchar sus propias batallas, de sumar experiencias y de soportar esas heridas que sabe dejar la vida a quienes caminan por ella.
Bienaventuradas tus nietas, que de raza nacieron pisando el mundo con el pie derecho.
¡A triunfar guerreras!

Piruli dijo...

La vida está hecha de momentos y los más gratos los recordamos. No aquel viaje tan caro o aquel regalo, recordamos momentos cotidianos.
Echo de menos a mis abuelos, los chistes malos de mi abuelo materno, los macarrones con chorizo de mi abuela paterna, los chasqueos de lengua de mi abuelo paterno o los refranes inventados de mi abuela materna, entre otras muchas cosas...
Besos

Catalin dijo...

If something happens... that's how it was planned.
A man's memories strengthen him, make him richer.

Amapola Azzul dijo...

Qué gratificante estar así rodeado de seres queridos.

Besos.

Me alegra puedas disfrutar así de tu familia .

mariarosa dijo...

Hola Ernesto, recordar la infancia es volver a revivir un tiempo feliz, a veces les cuento a mis nietos mi andanzas infantiles y se rien, es muy diferente la forma en que los niños y jóvenes viven hoy.Como veras en muchos poemas cuento de mi pueblo y mis padres.

Sobre tu comentario en mi blog sobre el relato publicado, te cuento que nació de un caso que sucedió en la puerta de terapia del hospital Castex de Buenos Aires. El argumento es invención mía, pero si, se encontraron dos mujeres parejas del mismo hombre que se conocieron al ir a preguntar por el enfermo, que dicho sea de paso, dejo dos viudas llorando a moco tendido.

Sobre el tema de que no he roto ningún plato , no es cierto, he roto muchos, pero fue porque se me cayeron de las manos.
Bello domingo Ernesto.

mariarosa

Conchi dijo...

Hola Ernesto! Solo tengo una nieta que aún es niña pero intentamos inculcarle valores para el día que emprenda el vuelo.

Un abrazo.

Tesa Medina dijo...

Hoy coincido contigo, Ernesto, pero más que mi lado filosófico o espiritual, habla parte de mi vena fatalista que siempre dice eso de "nena, lo que tenga que suceder sucederá, te pongas como te pongas, y a lo mejor a veces es para bien..."

Fatalista, pero positiva, ya ves.

Echo mucho de menos tener a mis nietas pequeñas cerca, como antes, pero también pienso que, como los hijos, tienen sus propias vidas. Nosotros estaremos en ellas como recuerdos, como pinceladas más o menos intensas, pero nada más.

Un abrazo,

Manuela Fernández dijo...

Siempre fui consciente de lo que la vida era, de lo que un día sería y de quien no estaría. Afortunadamente llegó el momento en el que aprendí que, como tú muy bien citas, de la vida hay que ocuparse más que preocuparse.
SAludos.

José A. García dijo...

La vida es lo que nos sucede y no se detiene.

Saludos,
J.

Maia dijo...

Tienen y continuarán su vida sin olvidar de donde partieron.

Enca Gálvez dijo...

Seguro que tu presente rodeado de tus nietas hacen revivir las vivencias de tu niñez y adolescencia y eso es bonito y hermoso, porque tu presente de ahora serán tus recuerdos en el futuro, por todo ello sigues viviendo y disfrutando de todo lo que la vida te ofrece... Un gran abrazo.

Mara dijo...


Totalmente de acuerdo con el Maestro Chao-Hsiu-Chen, Ernesto.
Un abrazo grande.