A diferencia de ayer, y días atrás, en que el calor era mucho, hoy ha amanecido el suelo húmedo de haber llovido, y el día gris y fresco.
Ayer “cara” o hoy “cruz”. Ayer “blanco” hoy “gris”. ¡La vida sin más! Con sus alternancias, cambios, sorpresas, lecciones, etc.
Pretender que la vida es monocorde, rectilínea, sin variaciones, siempre igual, en lo bueno o en el caos, es tener una idea errónea de lo que la vida realmente es.
¿Sabe la humanidad lo que la vida es? ¿Lo sabe el propio individuo?
¿Sabes qué, o quién eres realmente?
Desconocer algo tan fundamental, lo único real, podría significar que, en alguna medida, somos responsables del mundo en que vivimos.
─¿Usted cree? ¿Tal y cómo está hoy mismo?
Hola Ernesto, me encantan este tipo de reflexiones que funcionan casi como un koan de lo cotidiano. Partes de lo aparentemente banal, como el cambio del tiempo atmosférico, para desembocar en una sacudida existencial. Me gusta esa forma tan tuya de no ofrecer respuestas, sino de abrir preguntas. También creo que aceptar la impermanencia —ese fluir natural de la vida cuyo eje es el cambio— es una lección que, aunque sencilla en apariencia, nos cuesta profundamente integrar. Gracias por hacernos reflexionar. Abrazos
ResponderEliminarQuerido Ernesto, leerte ha sido, como siempre, una experiencia estimulante. Encuentro en tu texto una admirable claridad de ideas y un firme compromiso con ese terreno fértil donde el pragmatismo y el realismo cultivan certezas. Pero permíteme confesar que, desde la esquina algo desgastada de mis años (donde la lógica a veces se sienta a descansar para dejar pasar al deseo), me siento algo disonante con esa devoción por lo real y lo útil.
ResponderEliminarAdmiro tu análisis, lo respeto profundamente, pero no logro (no puedo), adorarlo. Mi brújula, quizá anclada ya más al corazón y a mi discapacidad actual, que al juicio, me empuja a preferir los mapas de los sueños, incluso si estos no llevan a ninguna parte concreta. Me gusta pensar que aún cabe en el mundo un rincón para las ideas que no sirven, para las ilusiones sin eficacia, para las verdades que no se pueden verificar pero que nos sostienen cuando lo real nos queda estrecho.
Tu post me ha hecho reflexionar… y soñar. Y eso, querido amigo, ya es un regalo impagable.
Con afecto y gratitud te mando un fuerte abrazo.
En la vida, la alternancia en sus condiciones, es ley. Así ha sido a traves de los tiempos.
ResponderEliminarUn abrazo.
En esta vida necesitamos de ciertas certezas y por lo mismo las buscamos, en nuestras relaciones, en nuestros bienes, en nuestro trabajo, pero las únicas que tenemos tienen que ver con nuestras ideas, valores y eventuales comportamientos, todo lo demás es pasajero y cambiante, no tenemos poder sobre ello. Cuesta entenderlo y aceptarlo, pero así es, toda nuestra energía debemos dirigirla a equilibrar nuestro mundo interno y en la solidez, coherencia y repercusión que podemos brindarle a nuestras convicciones, acciones y sentimientos. Recién terminé una poesía que tiene relación con este tema tan poco hablado, pero tan importante amigo, te felicito por ponerlo en el tapete. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarP A T Y
Cara y cruz de la vida...
ResponderEliminarMuy bien expresado.
Un abrazo.
Feliz mes de Julio.
Aquí estamos pasando un periodo en que la temperatura máxima es de 42º. No hay valiente que quiera salir a la calle.
ResponderEliminarUn abrazo.
Today I inventory hundreds of books. Unfortunately, books are also getting old. Some are no longer current. Probably, this kind of books (economics, law) should be printed only in digital format.
ResponderEliminarTraducción:
Eliminar"Hoy tengo un inventario de cientos de libros. Desafortunadamente, los libros también se están quedando obsoletos. Algunos ya no son actuales. Probablemente, este tipo de libros (de economía, derecho) deberían imprimirse solo en formato digital."
It's a serious response to the last line in the post: "How are you doing today?"
EliminarTraducción de Catalin:
Eliminar"Es una respuesta seria a la última línea del post: "¿Cómo estás hoy?"
Mi respuesta a Catalin:
Yo muy bien, gracias. ¿Y tú?