Todos tenemos creencias sobre mil cosas y otras mil. Y en la mayoría de los casos tendemos a confundir la «creencia» con la «realidad» que la cosa es!
Una persona puede pensar que lo que cree sobre algo es cierto. Que “eso” es lo real.
Y luego están las mil y mil personas que cada una tiene su propia «creencia» sobre algo «real».
Las múltiples «creencias» que las personas tienen sobre Dios, YO SOY ESO, que afirma Sri Nisargadatta Maharaj, creo que es la más extendida de todas… sobre algo que siendo «real», es el gran desconocido!
La «creencia» es algo que estando presente hoy, mañana puede cambiar. Y así mil veces en una vida. Evolución, despertar, puede llamársele.
Lo «real», lo inmutable, ¡siempre es!
La cima de una montaña es una. ¡Única! Los caminos para llegar a ella, ¡múltiples!
Tal cual las «creencias».
Lo malo de todo eso, son los que, sin tener claro lo del camino para llegar a la cima, se fía y da todo su crédito, a algunos de los que se autodenominan, guías de la montaña, para que se puedan ahorrar, el tener que buscar el camino más adecuado.
ResponderEliminarUn abrazo, Ernesto.
Por eso un mismo Dios, puede ser tan distinto según quien lo piense. Según nuestras creencias, lo dotamos de tales o cuales características. Según como sea la persona, es el dios al que le conviene o le acomoda creer. El que es vengativo, cuadrado e intransigente, va a creer que Dios también lo es y lo va a usar para justificarse. El que es todo sonrisas, todo paciencia y todo comprender, va a creer que Dios también lo es... Jesús dijo: "El Reino de Dios está dentro de cada uno de ustedes"... Podría haber agregado: "Pero no asumas nada sobre él, que te vas a quedar corto" jeje Va un abrazo, Ernesto, con seis gotitas de endulzante en el té.
ResponderEliminarHay múltiples caminos y hasta un mismo lugar, cada cual escoge el que mejo le va.
ResponderEliminarUn abrazo.
El camino de la fe es personal e intransferible, siempre que la guía sea el amor y el perdón, todo bien, un abrazo Ernesto!
ResponderEliminarCreencias hay muchas pero una sola fe. Un beso
ResponderEliminarGracias por este texto que, como siempre, nos invita a mirar más allá de lo aparente. Me ha impresionadoespecialmente porque, a mi edad, confieso que suelo modificar la realidad de lo vivido. No sé si por defensa, por ternura o por ese adorable subconsciente que transforma lo malo en bueno, como si quisiera regalarme una versión más amable del pasado.
ResponderEliminarLo curioso o lo inquietante, es que esa misma transformación de la realidad la observo cada día en los Parlamentos del mundo, donde las creencias se disfrazan de verdades absolutas, y la realidad se acomoda según convenga, por muy democráticos que algunos se proclamen.
Agradezco que señales esa dualidad: la realidad que es, y la que creemos que es. Porque ambas existen, y convivimos con ellas, a veces sin saber cuál nos guía.
Un abrazo fuerte, querido amigo.
Por eso mismo siempre digo "creo", porque el "sé" lo dejo para los más entendidos... aunque soy consciente de que su saber pueda ser su creer...
ResponderEliminarHoy podría decir que creo y sé, que mi cuerpo tiene mucho calor. ;-)
Aferradetes i bon dia, Ernest.
Así es...
ResponderEliminarUn abrazo