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| La trilla del trigo en los ayeres lejanos. |
Esta mañana al despertar un pensamiento se instaló en mí.
Ya llevo unas horas levantado. Dos de té, fruta, tres rebanadas de pan con aceite y tomate.
El comentario de una amiga mía sobre mi entrada anterior: “Que tengas dulces sueños acompañado del ulular de las lechuzas y de ese apacible viento que refresca.” Me hizo responderle lo siguiente.
“¿La vida? Cuando vas a su «ritmo», en vez de intentar imponer el propio, en ocasiones algo revuelto, cuando no caótico, ¡la vida es otra historia!
Y de esto, querida amiga, tú sabes bien.”
¿Os ha pasado esto alguna vez? ¿Qué encontrándoos ante alguna situación, confusa, incómoda e incluso desagradable, le dais un giro a la cuestión, un nuevo enfoque, más siendo vosotros mismos, menos las apariencias externas…, y la cosa cambia?

Hay veces que no queda más remedio que alejarse. Un beso
ResponderEliminarSaber hacerlo, querer, es fundamental para recuperar la estabilidad.
EliminarAbrazos, Susana.
Ayer en una tienda departamental se acercó un hombre y me pidió fotografiar mi calzado, fue extraño e incómodo, me negué y se arrodilló suplicante y lloroso, fue confuso, entre lágrimas me daba indicaciones, que me sentara, que sacará un poco la zapatilla, que la dejara caer, que luego la colocara nuevamente; y todo esto mientras sujetaba mi tobillo, del miedo pasé al enfado y le hablé fuerte, hablé a seguridad y desapareció antes de que llegaran.
ResponderEliminar¿Podrías publicar la imagen de ese calzado tan... solicitado?
EliminarHas despertado mi curiosidad. Tal vez viendo la prueba del incidente, pueda ofecer una opinión. :)))))
Lo de la "seguridad" suele ser efectivo. ¡Cuídate!
Abrazos, Maia.
Por supuesto que cambia, el problema es no lo hacemos siempre en el momento adecuado.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Certero, Alfred!
EliminarQuerer hacerlo es recuperar la estabilidad personal.
Abrazos.
Como siempre, Ernesto, tu reflexión abre ventanas que invitan a mirar más allá de lo evidente. A tu pregunta final, la respuesta inmediata sería un ‘sí, claro’, pero creo que merece detenerse un poco más: porque ese ‘sí’ no es solo afirmación, es también compromiso. Es reconocer que lo que planteas no se queda en la teoría, sino que nos interpela en lo cotidiano, en las pequeñas decisiones que tomamos cada día. Y es ahí donde tu invitación cobra fuerza: no basta con asentir, hay que encarnar ese ‘sí’ en la práctica, en la manera en que pensamos, sentimos y actuamos.
ResponderEliminarGracias por recordarnos que la reflexión no se agota en la palabra, sino que se prolonga en la vida.
Un fuerte abrazo, amigo madrugador.
Gracias a ti, amigo Enrique, por tu presencia siempre.
EliminarY esa claridad de ideas, sentimientos y certezas que te caracteriza donde quiera que pongas tus palabras.
Gran abrazo, Enrique.
Lo mejor es no actuar impulsivamente. Ver lo que se puede hacer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz semana.
Sabio consejo, Amalia.
EliminarEvita sinsabores y facilita las cosas.
Abrazos.
Buena semana. El tiempo acompaña.
Cambia totalmente Ernesto.
ResponderEliminarAbrazos.
Es lo fundamental, Mara.
EliminarAbrazos.
Lo intento, Ernesto, pero me lleva el cabreo, la rabia, la ira, me temo.
ResponderEliminarSalu2.
Sinceridad no te falta.
EliminarYa recuperar la estabilidad, es cosa tuya, Dyhego.
Salud.
Tudo é possível e passível de acontecer. Não controlamos, plenamente, o nosso destino.
ResponderEliminarAbraço de amizade.
Juvenal Nunes
Tudo é possível... e muitas vezes acontece!
EliminarÉ verdade que não controlamos completamente o destino, mas temos livre arbítrio. Para tomar uma decisão ou outra conforme nos convier.
Abraços, Juvenal.
Ultimamente estoy tomando decisiones que antes dejaba que tomaran otros, me siento mucho mejor, un abrazo Ernesto.
ResponderEliminar¿Tendrá algo que ver la nueva situación creada por el "incidente" del dedo? :)))))
EliminarMe alegro por ese cambio, amiga Cristina.
Abrazos.
Cierto: depende mucho de nosotros darle vuelta a las cosas que incomodan o incluso hacen sufrir,
ResponderEliminarbuscarle otro sentido y enfoque más luminosos, desde los propios valores, haciendo posible
incluso que aquello molesto al darle la vuelta nos sirva para seguir creciendo como personas.
Gracias por recordárnoslo, amigo Ernesto, a veces nos empeñamos en ir tozudamente a la contra.
Un gran abrazo y feliz día.
Buen día, amigo Teo. De hecho ha amanecido un tiempo estupendo de sol y cielo azul.
EliminarEn general todo lo que llega hasta nosotros, bueno o menos bueno, tiene dos significados. El que primero impacta, el que parece evidente, el que provoca la satisfacción o la pena, es lo que tendemos a pensar que «sucede».
El segundo, el fundamental, el profundo, del que no se suele tener consciencia, en principio, suele ser la «razón» del primero.
Dicho todo esto en un juego de palabras que, si bien apunta hacia lo real, no es fácil de exponer.
Como humanos, historia, valores, creencias, etc., la condición humana, percibimos la vida desde el primer significado! Lo que creemos que «sucede». Y ante ello reaccionamos.
Y ante ello así va el mundo. Y tantos y tantos humanos.
Es sólo cuando la persona empieza a «intuir» que algo más que todo lo que sucede, le sucede, debe de haber, y determina averiguar, que su vida empieza a cambiar.
¡En el tiempo y circunstancias que el personaje requiera!
Fuerte abrazo, Teo.
Ernesto, claro que cambia.
ResponderEliminarSoy positiva y cuando algo me perturba o molesta, pienso en que todo llega por algo y le quito importancia y a otra cosa.
Tomo decisiones y no siempre son las correctas, pero no me quedo lamentando o sufriendo , la vida me hizo fuerte a golpes y aprendí a salir.
Que pases un hermoso y feliz día junto a tus seres queridos, acá mucho calor y humedad, un combo justo para quedarse debajo de un árbol leyendo un libro o tomando mate jajaja
Besos Ernesto
Buen día, Mathilde.
EliminarPor aquí ha amanecido un agradable día de sol. No tanto como para quedarse debajo de un árbol, :))))), tú con mate y yo con té, y un libro en las manos... Hoy el día llevará, ¡lleva ya!, otros derroteros.
Y ello es debido a tu afirmación, ¡claro que cambia!
Y encaja perfectamente con la enseñanza real de todos los tiempos que dice: ¡Si cambias tú, cambia el contexto que te rodea!
Si cambias tú, cambia todo. Si bien tomo decisiones cada día, en cada momento que se necesita, aplicar esa enseñanza, ¡esa realidad!, cosa que hago a lo largo del día, hace que las cosas fluyan de manera distinta.
Más aún! En ocasiones «percibes» con nitidez como si un «gestor», mucho mejor que tú, llevase las iniciativas. Esa confianza, ¡esa certeza!, da tranquilidad y calidad de vida.
Y sobre todo sabes que vas por buen camino hacia la Realidad Absoluta. ¡Que Todo Es!
Abrazos, amiga.
Si soy sincera,tengo que decir que a veces sí doy el giro y otras entro en el automático del bucle mental.
ResponderEliminarPero, seguimos aprendiendo!
Un abrazo
No me cabe la menos duda, amiga Ale, que aprendiendo estamos siempre... La intesidad de ello y el tiempo que nos lleve, ya es cosa de cada quien.
EliminarUtilizando las palabras que Maite comparte más abajo, tenemos toda la eternidad para ello. :))))))
Abrazos.
jeje así es! Básicamente!
EliminarUn abrazo
Querido amigo, entrada para reflexionar, sinceramente? La teoría me la sé al dedillo, pero la práctica, ¡ay, la práctica! A veces, si consigo darle la vuelta, sin embargo, hay veces que no lo consigo y me frustra... Pero vamos avanzando, poco a poco, tengo toda la eternidad para practicar. Abrazos
ResponderEliminarMuy buena la entrada de las amapolas
Querida Maite. Un placer verte aparecer por este espacio. Y más con el tema cuya publicación ha merecido los comentarios anteriores. He utilizado tus últimas palabras para hacer unas sonrisas con Ale, Luna, en el comentario anterior.
EliminarY hablando de sonrisas, permíteme un inciso. Al Maestro Jesús, el que vino a enseñar a la humanidad, el nacido de mujer y parido como cualquiera de nosotros, quienes se arrogan su representatividad, religiones, iglesias, personajes mil, lo pintan siempre serio, sin sonrisa alguna, cuando no sufriente! Como si este hombre no fuese uno más en su tiempo y contexto. No se permitiese sonrisa o carcajada alguna llegado el caso.
Y juegos de palabras para facilitar sus enseñanzas. He ahí las parábolas!
Volvamos a tu dedillo y la práctica. :)))))
Por no repetir lo que le comento más arriba a Mathilde (Momentos), sólo haré incapié en este decreto, «orden», que no oración lastimera, que suelo repetir con frecuencia en mi día a día:
¡Perdono todo lo que deba ser perdonado, y también me perdono a mí mismo. Doy mi amor y mi perdón a todo el que lo necesite!
Y todo esto, amiga mía, sin tener presente «falta» alguna! Ni propias ni de terceros. ¡Y mucho menos a nadie!
¡Todo limpio! ¡Todo neutro! ¡Todo definitivo! ¡Con resultados! (No cabe por mi parte una sola palabra más)
Abrazos, Maite.
Hola, Ernesto.
ResponderEliminarUna entrada para reflexionar.
Que lo pases bien ahora y siempre junto a los tuyos. ¡Feliz Navidad!
Hola Piedad.
EliminarA tener en cuenta, sin duda!
Fuerte abrazo. Y que disfrutes de la Navidad!